Ministros de Grecia y Alemania chocan tras revés del BCE a bancos griegos
Atenas, Reuters
El nuevo ministro izquierdista de Finanzas de Grecia chocó abiertamente el jueves con su poderoso homólogo alemán, mientras los costos del crédito se dispararon para Atenas y las acciones de sus bancos se hundieron tras la decisión del Banco Central Europeo de frenar la financiación de los prestamistas del país.
Tras las francas conversaciones mantenidas en Berlín, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaeuble, afirmó que le dijo a su par griego, Yanis Varoufakis, que no es realista hacer promesas electorales que afectan a otros países, y que "habían acordado estar en desacuerdo".
Un desafiante Varoufakis, cuyo Gobierno de izquierda fue elegido en una plataforma que propuso acabar con las medidas de austeridad y negociar una condonación de la deuda, le contradijo en una conferencia de prensa conjunta, asegurando que "ni siquiera estuvimos de acuerdo en estar en desacuerdo".
Schaeuble dijo que, aunque respeta la elección de los votantes griegos, es esencial que el nuevo Gobierno cumpla los acuerdos alcanzados con la Unión Europea y trabaje con el Fondo Monetario Internacional, el BCE y la Comisión Europea.
El Gobierno de 10 días del primer ministro, Alexis Tsipras, ha dicho que no ampliará el programa de rescate que expira a fines de mes y se ha negado a cooperar con la denominada "troika" de acreedores internacionales.
También aseguró que revertirá las medidas impopulares impuestas por los acreedores extranjeros y detendrá algunas privatizaciones, subirá el salario mínimo, contratará de nuevo a los trabajadores del sector público despedidos y repondrá un bono para los pensionistas pobres.
"Grecia ya no aceptará más órdenes, especialmente órdenes recibidas por correo electrónico", dijo Tsipras a su grupo parlamentario de izquierda, negando que haya regresado con las manos vacías de su gira europea. [ID:nL1N0VF1KK]
"En solo una semana hemos ganado aliados que no teníamos en los últimos cinco años de crisis", afirmó.
En aparente referencia a la dura postura adoptada por el BCE y otros, Tsipras dijo: "Grecia no puede ser chantajeada, porque la democracia en Europa no puede ser chantajeada".
DURO REVÉS
La decisión del BCE anunciada el miércoles, de dejar de aceptar bonos griegos como garantía de financiamiento, trasladó al banco central local la carga de financiar a sus propios bancos, propinando un duro revés a los esfuerzos del Gobierno de comprar tiempo para negociar un nuevo acuerdo de deuda.
El índice bancario de la Bolsa de Atenas se hundió un 22,6 por ciento inicialmente y terminó con una caída del 10 por ciento.
Los costos de los préstamos a tres años para el Gobierno se dispararon hasta cerca de un 20 por ciento, dejando a Grecia virtualmente fuera de los mercados de capital.
Varoufakis dijo que Atenas propuso un programa puente hasta fines de mayo para dar tiempo para las conversaciones sobre la deuda, asegurando que Grecia hará todo lo posible para evitar el incumplimiento de pagos.
Aseguró que no habló con Schaeuble sobre un programa para el pago de la deuda, ni de una posible quita para los acreedores oficiales.
Dos líderes centroizquierdistas cuyo apoyo buscaba Tsipras, el presidente francés, Francois Hollande, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, respaldaron la decisión del BCE como legítima y dijeron que debería impulsar a todas las partes a alcanzar un acuerdo rápido.
A medida que subía la presión entre sus socios de la UE, Tsipras logró un gesto de apoyo por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, enfrentado con Occidente por la crisis de Ucrania, quien a través de una llamada telefónica lo invitó a Moscú el 9 de mayo y habló sobre el aumento de la cooperación en energía y la economía.
Varoufakis pidió el miércoles en vano al presidente del BCE, Mario Draghi, que mantuviera la financiación normal de los bancos griegos durante varios meses mientras Atenas negocia un acuerdo por su deuda.
En un documento de política que circuló entre funcionarios de la UE y al que tuvo acceso Reuters, Alemania dijo que Grecia debe cumplir los términos del rescate de 240.000 millones de euros negociado por el Ejecutivo anterior, y no deshacer privatizaciones previstas y recortes en el salario mínimo, en las pensiones y en la fuerza laboral del sector público.
El BCE ha dado luz verde al banco central griego para que aporte a los bancos del país hasta 60.000 millones de euros en liquidez de emergencia si es necesario, dijeron dos personas conocedoras de la decisión. El BCE declinó hacer comentarios.
Sin un rescate para la financiación, Grecia se enfrenta a un déficit presupuestario de al menos 9.000 millones de euros este año, ya que los ingresos por impuestos están siendo menores de lo previsto, ha renunciado a algunos planes de privatización y ha hecho nuevas promesas de gasto no evaluadas.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis dijo que Atenas debe extender su programa actual de rescate para ganar tiempo a fin de negociar un acuerdo de largo plazo.
"En la evaluación de la Comisión Europea, la manera más realista de aquí en adelante es (...) extender la duración del programa por otro par de meses o medio año", dijo Dombrovskis en la Cumbre de Reuters sobre la zona euro.
El nuevo ministro izquierdista de Finanzas de Grecia chocó abiertamente el jueves con su poderoso homólogo alemán, mientras los costos del crédito se dispararon para Atenas y las acciones de sus bancos se hundieron tras la decisión del Banco Central Europeo de frenar la financiación de los prestamistas del país.
Tras las francas conversaciones mantenidas en Berlín, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaeuble, afirmó que le dijo a su par griego, Yanis Varoufakis, que no es realista hacer promesas electorales que afectan a otros países, y que "habían acordado estar en desacuerdo".
Un desafiante Varoufakis, cuyo Gobierno de izquierda fue elegido en una plataforma que propuso acabar con las medidas de austeridad y negociar una condonación de la deuda, le contradijo en una conferencia de prensa conjunta, asegurando que "ni siquiera estuvimos de acuerdo en estar en desacuerdo".
Schaeuble dijo que, aunque respeta la elección de los votantes griegos, es esencial que el nuevo Gobierno cumpla los acuerdos alcanzados con la Unión Europea y trabaje con el Fondo Monetario Internacional, el BCE y la Comisión Europea.
El Gobierno de 10 días del primer ministro, Alexis Tsipras, ha dicho que no ampliará el programa de rescate que expira a fines de mes y se ha negado a cooperar con la denominada "troika" de acreedores internacionales.
También aseguró que revertirá las medidas impopulares impuestas por los acreedores extranjeros y detendrá algunas privatizaciones, subirá el salario mínimo, contratará de nuevo a los trabajadores del sector público despedidos y repondrá un bono para los pensionistas pobres.
"Grecia ya no aceptará más órdenes, especialmente órdenes recibidas por correo electrónico", dijo Tsipras a su grupo parlamentario de izquierda, negando que haya regresado con las manos vacías de su gira europea. [ID:nL1N0VF1KK]
"En solo una semana hemos ganado aliados que no teníamos en los últimos cinco años de crisis", afirmó.
En aparente referencia a la dura postura adoptada por el BCE y otros, Tsipras dijo: "Grecia no puede ser chantajeada, porque la democracia en Europa no puede ser chantajeada".
DURO REVÉS
La decisión del BCE anunciada el miércoles, de dejar de aceptar bonos griegos como garantía de financiamiento, trasladó al banco central local la carga de financiar a sus propios bancos, propinando un duro revés a los esfuerzos del Gobierno de comprar tiempo para negociar un nuevo acuerdo de deuda.
El índice bancario de la Bolsa de Atenas se hundió un 22,6 por ciento inicialmente y terminó con una caída del 10 por ciento.
Los costos de los préstamos a tres años para el Gobierno se dispararon hasta cerca de un 20 por ciento, dejando a Grecia virtualmente fuera de los mercados de capital.
Varoufakis dijo que Atenas propuso un programa puente hasta fines de mayo para dar tiempo para las conversaciones sobre la deuda, asegurando que Grecia hará todo lo posible para evitar el incumplimiento de pagos.
Aseguró que no habló con Schaeuble sobre un programa para el pago de la deuda, ni de una posible quita para los acreedores oficiales.
Dos líderes centroizquierdistas cuyo apoyo buscaba Tsipras, el presidente francés, Francois Hollande, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, respaldaron la decisión del BCE como legítima y dijeron que debería impulsar a todas las partes a alcanzar un acuerdo rápido.
A medida que subía la presión entre sus socios de la UE, Tsipras logró un gesto de apoyo por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, enfrentado con Occidente por la crisis de Ucrania, quien a través de una llamada telefónica lo invitó a Moscú el 9 de mayo y habló sobre el aumento de la cooperación en energía y la economía.
Varoufakis pidió el miércoles en vano al presidente del BCE, Mario Draghi, que mantuviera la financiación normal de los bancos griegos durante varios meses mientras Atenas negocia un acuerdo por su deuda.
En un documento de política que circuló entre funcionarios de la UE y al que tuvo acceso Reuters, Alemania dijo que Grecia debe cumplir los términos del rescate de 240.000 millones de euros negociado por el Ejecutivo anterior, y no deshacer privatizaciones previstas y recortes en el salario mínimo, en las pensiones y en la fuerza laboral del sector público.
El BCE ha dado luz verde al banco central griego para que aporte a los bancos del país hasta 60.000 millones de euros en liquidez de emergencia si es necesario, dijeron dos personas conocedoras de la decisión. El BCE declinó hacer comentarios.
Sin un rescate para la financiación, Grecia se enfrenta a un déficit presupuestario de al menos 9.000 millones de euros este año, ya que los ingresos por impuestos están siendo menores de lo previsto, ha renunciado a algunos planes de privatización y ha hecho nuevas promesas de gasto no evaluadas.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis dijo que Atenas debe extender su programa actual de rescate para ganar tiempo a fin de negociar un acuerdo de largo plazo.
"En la evaluación de la Comisión Europea, la manera más realista de aquí en adelante es (...) extender la duración del programa por otro par de meses o medio año", dijo Dombrovskis en la Cumbre de Reuters sobre la zona euro.