Líderes financieros prometen medidas para impulsar crecimiento en reunión del G20

Estambul, Reuters
Funcionarios de Finanzas del grupo de las 20 economías líderes bosquejaron el martes un panorama incierto para el crecimiento mundial, y se comprometieron a emplear políticas monetarias y fiscales, de ser necesario, para evitar el riesgo de un estancamiento.


Estados Unidos instó a las economías del llamado G-20 a no recurrir a devaluaciones cambiarias para impulsar las exportaciones, en una señal de que Washington empieza a sentir la preocupación por la manipulación de los tipos de cambio para apoyar el crecimiento.

El secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, sostuvo que Alemania y otros países de Europa no deberían sentirse intimidados por los déficit y gastar más, argumentando que no es positivo para la economía global que sólo Estados Unidos se mantenga sólido.

"En Europa se necesitan más políticas fiscales. Hay una caída de la demanda. Diferentes naciones tienen diferentes niveles de espacio fiscal. Ellos deben utilizar ese espacio fiscal para hacer crecer la demanda", dijo Lew a periodistas en los márgenes de la reunión.

"En este caso usaré la metáfora de un auto que tiene un neumático bien inflado y los otros tres no tanto. No tendremos un buen viaje en la economía si el único neumático fuerte es Estados Unidos", aseveró.

La reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-20 en Estambul se produce en momentos difíciles, puesto que las principales economías avanzan a diferentes ritmos, las políticas monetarias son divergentes y Grecia representa una nueva amenaza para Europa.

Alemania, que cuenta con el récord en superávit de cuenta corriente, ha sido inflexible a los llamados del G-20 a gastar más y apuntalar la demanda. El comunicado final del encuentro también se comprometió a colocar la deuda en un nivel sostenible.

Sin embargo, el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, mostró una visión más optimista sobre el panorama para Europa, al decir que las proyecciones sobre la economía mundial estaban mejorando y que esto no sólo se debía a la fortaleza de la actividad en Estados Unidos.

"De forma paralela, tenemos cierto fortalecimiento de las previsiones del crecimiento también en Europa", declaró. "En resumen, estamos todos en una trayectoria no es mala", sostuvo.

El comunicado destacó que existe un crecimiento débil en el área del euro y en Japón, y dijo que algunas economías emergentes se están desacelerando. Indicó que el programa de alivio cuantitativo del Banco Central Europeo (BCE), que ha generado preocupación en Alemania, podría apoyar más la recuperación del bloque monetario.

Agregó que el desplome de los precios del petróleo podría apuntalar el crecimiento mundial.

Los funcionarios del G-20 parecieron rechazar una propuesta de Turquía para establecer metas específicas de inversión a los países a fin de incrementar la demanda.

¿DISPUTA CAMBIARIA?

Durante las reuniones en Estambul, Lew destacó la necesidad de cumplir con los actuales compromisos sobre las políticas de tipos cambiarios, según un funcionario del Tesoro estadounidense, acuerdos que incluirían evitar devaluaciones para volver más competitivas a ciertas monedas.

"El secretario Lew enfatizó que estamos enfocados en garantizar que los trabajadores y empresas estadounidenses operen en un nivel parejo y que ningún país debería usar su sistema cambiario para incrementar sus exportaciones", dijo el funcionario.

La Reserva Federal estadounidense tiene previsto empezar a elevar su tasa de interés de referencia este año, lo que marca un fuerte contraste con los enormes programas de impresión de dinero del Banco Central Europeo y el Banco de Japón.

Un efecto secundario de la medida sobre las tasas de interés será el alza del dólar. A nivel general existe una aceptación en Washington de que un euro y un yen más débiles son la consecuencia inevitable de las acciones para revivir sus estancadas economías.

Christian Noyer, miembro del consejo de Gobierno del BCE, dijo que no veía señales de una guerra cambiaria y que la reunión había demostrado que existe un entendimiento común sobre la necesidad de aplicar alivios monetarios.

"Existe un claro consenso de todos los países del G-20 en que las medidas de política monetaria son implementadas por razones domésticas, en un esfuerzo por cumplir metas de alzas de precios", indicó.

El comunicado final no hizo una mención específica a Grecia, pero sus esfuerzos por conseguir un nuevo acuerdo sobre su deuda con la zona euro dominó la agenda de las reuniones bilaterales y otros encuentros del evento, dijeron funcionarios.

En una entrevista con Reuters, el jefe del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, presionó a Grecia para que hiciera un esfuerzo creíble en la normalización de sus finanzas públicas y la realización de reformas, indicando que Berlín no tiene intención alguna de ceder ante las exigencias de Atenas.

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