Leopoldo López cumple un año preso de la justicia chavista

Caracas, AFP
Hace un año el dirigente opositor venezolano, Leopoldo López, se entregó a las autoridades en medio de una masiva concentración. En su contra había una orden de captura acusado de generar violencia tras una marcha realizada en Caracas el 12 de febrero en la que tres personas perdieron la vida: Bassil Da Costa, Juan Montoya y Roberto Redman.
Desde entonces se encuentra recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, en una decisión controversial que ha provocado pronunciamientos de organismos internacionales.

El 18 de febrero de 2014,miles de venezoanos salieron a las calles de Caracas vestidos de blanco y ondeando banderas tricolor para apoyar al político opositor Leopoldo López, tras conocerse que había una orden de captura en su contra. Entre gritos y lágrimas, algunos de sus seguidores le rogaban que no se entregara. “Yo me presento ante una justicia injusta”, gritó por megáfono, antes de presentarse voluntariamente ante la Guardia Nacional, que lo llevó en una tanqueta blindada.



Desde entonces, López ha estado recluido en la prisión militar de Ramo Verde y solo le permiten salir cuando tiene que asistir a las audiencias del juicio en su contra. El político está acusado de ser el responsable intelectual de la ciolencia del 12 de febrero, cuando una manifestación pacífica terminó en actos vandálicos contra la sede de la Fiscalía General, la quema de vehículos oficiales y la muerte de dos manifestantes a manos de agentes de seguridad del Estado.

Aunque López ya se había retirado del lugar cuando sucedieron los hechos, le imputan los delitos de conspiración, incitación a delinquir, intimidación pública, incendio y daño a la propiedad pública, homicidio agravado premeditado y terrorismo. Al poco tiempo de empezar el proceso, le fueron retirados los cargos de homicidio y terrorismo. Aunque se supone que las audiencias son públicas, la entrada ha sido vetada a todos los medios de comunicación. Tampoco pueden asistir algunas figuras políticas de la oposición que apoyan a López.



El padre del político intentó utilizar unas lentes espía para grabar una de las sesiones, pero fue descubierto y ahora también tiene prohibida la entrada al juicio.



Hasta el momento, según Juan Carlos Gutiérrez, abogado de López, han presentado declaración 38 testigos, todos funcionarios públicos de la policía judicial o de la Fiscalía, que se constituye como acusador y víctima en el proceso. La juez no ha admitido ninguno de los testigos de la defensa. “Todas las evidencias son de parte de la Fiscalía, es un monólogo probatorio, porque no hay una correlación de argumentos y de pruebas”, denuncia. A pesar de ello, Gutiérrez asegura que ninguno de los funcionarios ha señalado a López como responsable de los hechos violentos del 12-F.



En los próximos días, deben presentarse dos lingüistas que han hecho un análisis del discurso del líder político. Según Gutiérrez, ambos son de tendencia oficialista. Dentro del Gobierno, hay funcionarios que sostienen que López es el autor intelectual de las guarimbas (manifestaciones con disturbios) porque tiene poderes de convencimiento incluso “subliminales”. Para el presidente Nicolás Maduro, López es el “rostro del fascismo” y lo llama “el monstruo de Ramo Verde”. El pasado 23 de julio, Maduro condenó a lopez en un discurso telvisado: "tiene que pagar, y va a pagar,a si de sencillo". De ser condenado, López puede cumplir hasta 14 años de cárcel.

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