La mejor técnica para correr: cinco consejos para entrenar
EL HUFFINGTON POST
Salir a correr está de moda y a poca gente se le escapa. Más que nada porque a estas alturas resulta prácticamente imposible salir a dar un paseo y no cruzarse con algún denominado runner por la acera. Aunque muchos se han apuntado a la moda, no todos conocen todavía cuál es la técnica que deben seguir cuando se ponen las zapatillas y salen a entrenar.
Porque, aunque no lo parezca, la forma de correr influye mucho en la velocidad de carrera y llevarla a cabo correctamente puede ayudarnos a evitar dolores posteriores. El vídeo de arriba lo explica de forma clara, aunque también puedes leer esta lista de consejos. Correr será mucho más fácil a partir de ahora.
1. La cabeza tiene que estar recta, en línea con la columna vertebral. Evita doblar la cabeza hacia delante para no endurecer los músculos de los hombros, ni sacar chepa. También es importante no echar la cabeza hacia atrás porque rendirás menos e irás menos coordinado. En el blog corredorespopulares.es se explica bien: "Los corredores debemos llevar una buena postura para ser eficientes con el gesto de la zancada. Trata de levantar la cabeza y evita 'sacar chepa'. Mira al horizonte, mantén los hombros relajados y adopta una postura ligeramente inclinada hacia adelante".
2. Los brazos no pueden ir demasiado pegados al cuerpo. Su papel en carrera es ayudar a impulsar el cuerpo, mantener estabilidad y reservar más energía, por eso hay que llevarlos distanciados del tronco. Si se enganchan mucho, podemos adoptar una posición muy rígida que no permitirá la oscilación natural de la columna vertebral.
3. Cuidado con abrir los codos. Igual que no podemos llevar los brazos muy pegados, tampoco es conveniente separar mucho los codos del cuerpo, ni permitir que vayan demasiado rígidos. Como apuntan desde el medio vamos a correr, "esa tensión acabará alcanzado a los bíceps y al resto de músculos del antebrazo. Y esto implica un mayor gasto de energía". Lo ideal para conseguir un movimiento relajado es colocarlos en un ángulo aproximado de 120 grados.
4. Manos sueltas y relajadas. De esta forma se consigue acomodar el movimiento a la columna. Una buena forma de acostumbrarse es la técnica del huevo cocido, que consiste en correr con un huevo cocido en la mano. Si al concluir la sesión el huevo presenta fisuras o está roto, significará que hubo más presión de la necesaria.
4. Cuidado con levantar mucho las rodillas, especialmente en el caso de los corredores aficionados. Lo recomendable es flexionar, así además aseguramos que no duelan después de correr. El ritmo tiene que ser intermedio, ni rápido ni muy lento. Los expertos recomiendan elevar el ritmo a 180 pasos por minuto (lo normal es 160 o 170).
5. El pie debe ir hacia delante. El vídeo lo muestra bien y el GIF lo ilustra con más detenimiento. Al apoyar el pie, la mayoría de los expertos —más allá de los defensores de la técnica barefoot (correr despacio)— aconsejan entrar apoyando el talón y la planta, y luego hacer la presión adecuada con el tobillo. A partir de ahí, pasaría a hacer el apoyo de metatarso para producir la impulsión justo después
Salir a correr está de moda y a poca gente se le escapa. Más que nada porque a estas alturas resulta prácticamente imposible salir a dar un paseo y no cruzarse con algún denominado runner por la acera. Aunque muchos se han apuntado a la moda, no todos conocen todavía cuál es la técnica que deben seguir cuando se ponen las zapatillas y salen a entrenar.
Porque, aunque no lo parezca, la forma de correr influye mucho en la velocidad de carrera y llevarla a cabo correctamente puede ayudarnos a evitar dolores posteriores. El vídeo de arriba lo explica de forma clara, aunque también puedes leer esta lista de consejos. Correr será mucho más fácil a partir de ahora.
1. La cabeza tiene que estar recta, en línea con la columna vertebral. Evita doblar la cabeza hacia delante para no endurecer los músculos de los hombros, ni sacar chepa. También es importante no echar la cabeza hacia atrás porque rendirás menos e irás menos coordinado. En el blog corredorespopulares.es se explica bien: "Los corredores debemos llevar una buena postura para ser eficientes con el gesto de la zancada. Trata de levantar la cabeza y evita 'sacar chepa'. Mira al horizonte, mantén los hombros relajados y adopta una postura ligeramente inclinada hacia adelante".
2. Los brazos no pueden ir demasiado pegados al cuerpo. Su papel en carrera es ayudar a impulsar el cuerpo, mantener estabilidad y reservar más energía, por eso hay que llevarlos distanciados del tronco. Si se enganchan mucho, podemos adoptar una posición muy rígida que no permitirá la oscilación natural de la columna vertebral.
3. Cuidado con abrir los codos. Igual que no podemos llevar los brazos muy pegados, tampoco es conveniente separar mucho los codos del cuerpo, ni permitir que vayan demasiado rígidos. Como apuntan desde el medio vamos a correr, "esa tensión acabará alcanzado a los bíceps y al resto de músculos del antebrazo. Y esto implica un mayor gasto de energía". Lo ideal para conseguir un movimiento relajado es colocarlos en un ángulo aproximado de 120 grados.
4. Manos sueltas y relajadas. De esta forma se consigue acomodar el movimiento a la columna. Una buena forma de acostumbrarse es la técnica del huevo cocido, que consiste en correr con un huevo cocido en la mano. Si al concluir la sesión el huevo presenta fisuras o está roto, significará que hubo más presión de la necesaria.
4. Cuidado con levantar mucho las rodillas, especialmente en el caso de los corredores aficionados. Lo recomendable es flexionar, así además aseguramos que no duelan después de correr. El ritmo tiene que ser intermedio, ni rápido ni muy lento. Los expertos recomiendan elevar el ritmo a 180 pasos por minuto (lo normal es 160 o 170).
5. El pie debe ir hacia delante. El vídeo lo muestra bien y el GIF lo ilustra con más detenimiento. Al apoyar el pie, la mayoría de los expertos —más allá de los defensores de la técnica barefoot (correr despacio)— aconsejan entrar apoyando el talón y la planta, y luego hacer la presión adecuada con el tobillo. A partir de ahí, pasaría a hacer el apoyo de metatarso para producir la impulsión justo después