Kane fue el jefe del derbi
El Tottenham venció 2-1 al Arsenal gracias a un doblete de Harry Kane en duelo a cara de perro. El frio en la grada contrastó de manera radical con el ritmo de ebullición al que se jugó el choque; de lado a lado, de área a área cual partido de tenis, con los Spurs llevando la iniciativa y el rival respondiendo con contragolpes a galope. Así el equipo de Wenger golpeó primero para irse al descanso con ventaja tras un gol de Özil. Y así Kane remontó el partido con dos goles en la segunda mitad para hacer justicia al trabajo de los de Pochettino.
Tottenham y Arsenal comienzan cada temporada con dos objetivos: clasificarse para la Champions League y ganar el derbi del norte de Londres. Los Spurs, que empataron en el Emirates, lograron lo segundo en su casa y ya sacan un punto a su máximo enemigo para conseguir el premio gordo (son cuartos, con un punto de ventaja sobre los Gunners).
Y es que no hay un equipo en la Premier League mejor trabajado y con más impronta de entrenador que este Tottenham. El técnico argentino ha hecho de los Spurs un hueso que se le atragantaría hasta a un doberman mezclado con pitbull. Tras unos primeros meses de dudas, Pochettino está convirtiendo a su Tottenham en una especie de Atlético de Madrid versión inglesa. Presiona arriba, se levanta recargado de energía cuando lo golpean, pelea cada balón como si fuera el último y no se rinde hasta que el árbitro pega el soplido definitivo.
Así superó a un Arsenal que venía de una racha prodigiosa (venció recientemente al City en su casa) y que se fue al descanso con ventaja en el marcador. Y es que el equipo de Wenger, pese a la derrota, mostró síntomas para el optimismo. La tocó menos de lo que acostumbra pero con mejores intenciones. Con Coquelín como stopper y Ospina de muralla humana frenó las cuantiosas oportunidades del Tottenham durante la primer mitad e hizo del contragolpe un arte. Así, al minuto 11 abrió la lata tras una cabalgada prodigiosa de Welbeck por la banda que acabó en las botas de Özil tras pasar por Giroud.
Los Spurs respondieron con calidad y algo más. No obstante, tras intentarlo de todas las maneras y colores tuvieron que esperar hasta la segunda mitad para hacer el empate. Eriksen la puso de córner, Dier prolongó en el primer palo y Kane emergió en el segundo para lograr el merecido empate. El Tottenham no se conformó e inmediatamente después el propio Kane rozó el 2-1. El Arsenal, por su parte, contestó con sendos buenos contragolpes y obligó a Lloris a hacer un milagro ante un disparo de Welbeck para mantener el empate.
El Tottenham siguió dominando a base de intensidad y en el minuto 86, cuando se empezaba a dar por bueno el empate en ambos bandos, volvió a aparecer Kane, como contra el Chelsea unas jornadas antes, para firmar otro doblete y regalar los tres puntos a su equipo.
