Juicio contra el Fair Play: Dupont reclamará medidas cautelares

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Pasados casi veinte años de la Sentencia Bosman que supuso una revolución en el mundo del fútbol, la UEFA se enfrenta desde este jueves en Bruselas a una nueva batalla judicial que puede poner en jaque su reglamento estrella: el Fair Play Financiero (FFP). El letrado belga Jean-Louis Dupont (ya fue el abogado del futbolista Jean-Marc Bosman), en representación del agente de jugadores Daniel Striani y de asociaciones de aficionados del Manchester City y del PSG, solicitará al Tribunal de Primera Instancia de Bruselas (TPIB) la ejecución de medidas cautelares sobre la aplicación efectiva de la segunda fase del FFP, que entrará en vigor a partir del mes de julio. Esta nueva etapa del marco legal promovido por la UEFA limita el nivel de sobregasto de los clubes a 30 millones de euros en las próximas tres temporadas (2015-16, 2017-18 y 2018-19) en lugar de los 45 millones permitidos en estas dos últimas campañas (2013-14 y 2014-15). “Mis clientes no piden en esta audiencia la suspensión del reglamento, sólo pretendemos evitar la aceleración del proceso”, asegura Dupont a este diario.


La vista, que se celebrará jueves y viernes, es el primer paso en la hoja de ruta diseñada por el conocido abogado belga. Su objetivo final es la derogación del FFP al considerar que atenta contra los derechos de libre circulación de trabajadores, servicios, capitales y de competencia protegidos por la UE. “El FFP prohíbe la inversión y congela el mercado futbolístico”, subraya Dupont. Ya se han presentado otras tres denuncias bajo la misma línea argumental ante la Comisión Europea, el Tribunal de Gran Instancia de París y la Comisión de Competencia Suiza. Ésta última alcanza un gran significado al tener la UEFA su sede en el país helvético y busca lograr una sentencia en territorio suizo que ampare el derecho europeo.

Los movimientos de los demandantes no han cambiado ni un ápice la posición de la UEFA. Desde Nyon se asiste con tranquilidad al contencioso que se inicia. En los escritos previos remitidos a la corte belga, el máximo organismo del fútbol europeo sostiene que el TPIB no tiene “competencia” alguna para dictar sentencia sobre este caso, esgrimiendo que su sede está en Suiza y, por tanto, el pleito debería ser llevado al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). “Ya hicieron lo mismo en el Caso Bosman y no tuvo efecto alguno”, recuerdan fuentes de los denunciantes. Asimismo, la UEFA vertebrará su defensa en varios articulados de normativas comunitarias como la Declaración de Niza del año 2000 (“El Consejo Europeo toma nota sobre las características específicas del deporte y destaca su compromiso en pro de la autonomía de las organizaciones deportivas y de su derecho a la autoorganización”) o el Libro Blanco del Deporte de 2007 (“Las normas que tienen el efecto de restringir la competencia que son inherentes a la organización y buen funcionamiento de un deporte competitivo no es una violación de la competencia de la UE”).

Bruselas será el primer frente de una contienda que se prevé larga. El TPIB debe emitir un fallo en el plazo de un mes, aunque las leyes belgas reconocen, en caso de una problemática judicial delicada, la posibilidad de dar un veredicto en dos o tres meses. Según fuentes cercanas a la causa, parece lo más probable. Dupont exigirá al juez belga que traslade una cuestión prejudicial (una consulta) al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Si éste admite la cuestión, dictará una sentencia, vinculante a todos los tribunales nacionales, en la que interpretará el derecho comunitario y de forma uniforme para todos los Estados miembros. Así ocurrió en el Caso Bosman…

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