El diario opositor ‘Tal Cual’ es la última víctima del cerco a la prensa
El periódico de Petkoff deja de circular en su formato impreso y pasa a semanal
Catalina Lobo-Guerrero
Caracas, El País
"Hola Hugo", fue el gran titular en letras negras de la primera edición de Tal Cual, que circuló el lunes, 3 de abril de 2000. El diario de opinión, provocador y crítico, nació como respuesta a los primeros intentos del presidente Hugo Chávez de silenciar a quienes le resultaban incómodos. Y Teodoro Petkoff, desde la dirección del diario El Mundo, era una molestia permanente. Por presiones del Gobierno lo despidieron, pero tres meses después, gracias al apoyo de un grupo de inversionistas, lanzó Tal Cual. "Aquí estamos, otra vez. Creyeron que nos iban a callar. Bueno, no pudieron", decía el editorial de estreno. Pero hoy publica su último número como diario para pasar a ser semanal.
Hablar de Tal Cual es hablar de Petkoff. El símbolo del diario es una viñeta del venezolano, con sus lentes cuadradas y su característico bigote, y el lema del periódico resume el estilo de expresarse de su fundador, “claro y raspao”. Economista y militante de izquierda, exguerrillero, fundador del partido Movimiento al Socialismo (MAS), diputado del Congreso y ministro de Gobierno, Petkoff ha sido uno de los hombres más influyentes en la vida nacional. Sus editoriales, publicados en un inicio en la tapa del vespertino, eran leídos como un compás para saber para dónde iba el país, tanto por oficialistas como opositores.
Pero en los últimos meses Tal Cual se ha quedado sin fuerza. La salud de Petkoff, de 83 años, se empezó a deteriorar al mismo tiempo en que los anunciantes, afectados por la crisis económica, pero también por las presiones del Gobierno, fueron retirando sus avisos. “Los números no están en rojo, están en morado”, dice el jefe de redacción Xabier Coscojuela, quien está llevando las riendas en el proceso de conversión de diario a semanario, en un esfuerzo por salvarlo. La edición diaria circulará por última vez este jueves y el 75% de los empleados, que de por sí ganaban sueldo mínimo, se irán a sus casas.
La versión digital, a cargo de Omar Pinedo, antiguo compañero de lucha de Petkoff desde el MAS, continuará actualizándose a diario. Pinedo recuerda con nostalgia que el periódico llegó a tener 42 páginas y una planta de casi 100 reporteros que rompían titulares denunciando y criticando medidas del Gobierno pero también de la oposición. “Teodoro tenía una visión que el diario debía ser como un tábano en el lomo de un caballo con el poder y ese espíritu fue captado por esa generación de periodistas que tuvimos en el periódico”.
Como un semillero de periodistas, así recuerda Valentina Lares la redacción de los primeros años de Tal Cual. “Era una cofradía bien bonita. Éramos muy cercanos y todas y todos éramos papito para Petkoff”, dice sobre el apodo cariñoso del director.
Después del golpe a Chávez en 2002 y del paro petrolero contra el Gobierno, a los que se opuso Petkoff —lo que le valió que sectores de la derecha lo tildaran de chavista—, el diario sufrió su primer revés económico y no volvería a recuperarse. Luego vinieron las investigaciones de la oficina de impuestos, las demandas judiciales, que según el abogado de Tal Cual, Humberto Mendoza de Paola, son nueve en total. Estuvo a punto de quebrar también cuando fue multado por una carta que le escribió el humorista Laureano Márquez a Rosinés Chávez, la hija menor del fallecido presidente, en una columna en noviembre de 2005. Pero organizaron una colecta pública y gracias al apoyo de la gente lograron pagarla.
Entre los lectores, la ausencia de Petkoff, quien desde principios de año no ha vuelto a escribir sus columnas, y la transformación en semanario son otra baja para el periodismo impreso venezolano, que ha sufrido las consecuencias de ser crítico ante el Gobierno de Maduro. “Es un repliegue táctico, para usar el lenguaje del Gobierno. El periódico sigue resistiendo”, dice Laureano Márquez.
El año pasado, escritores y periodistas organizaron un acto de solidaridad con Tal Cual después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, demandara a un columnista, a Petkoff y a toda la junta directiva, argumentando que le atribuyeron una frase que él no pronunció. La juez que está llevando el caso les prohibió salir del país y quedaron sometidos a régimen de presentación semanal mientras se adelanta el juicio. Más delgado que de costumbre, pero con la misma voz recia, Petkoff se dirigió a sus amigos esa tarde: Tal Cual no es un periódico, es una política, un sentido de la vida que nos compromete. Me siento orgulloso del papel que poco a poco ha terminado por jugar en la vida venezolana”.
Catalina Lobo-Guerrero
Caracas, El País
"Hola Hugo", fue el gran titular en letras negras de la primera edición de Tal Cual, que circuló el lunes, 3 de abril de 2000. El diario de opinión, provocador y crítico, nació como respuesta a los primeros intentos del presidente Hugo Chávez de silenciar a quienes le resultaban incómodos. Y Teodoro Petkoff, desde la dirección del diario El Mundo, era una molestia permanente. Por presiones del Gobierno lo despidieron, pero tres meses después, gracias al apoyo de un grupo de inversionistas, lanzó Tal Cual. "Aquí estamos, otra vez. Creyeron que nos iban a callar. Bueno, no pudieron", decía el editorial de estreno. Pero hoy publica su último número como diario para pasar a ser semanal.
Hablar de Tal Cual es hablar de Petkoff. El símbolo del diario es una viñeta del venezolano, con sus lentes cuadradas y su característico bigote, y el lema del periódico resume el estilo de expresarse de su fundador, “claro y raspao”. Economista y militante de izquierda, exguerrillero, fundador del partido Movimiento al Socialismo (MAS), diputado del Congreso y ministro de Gobierno, Petkoff ha sido uno de los hombres más influyentes en la vida nacional. Sus editoriales, publicados en un inicio en la tapa del vespertino, eran leídos como un compás para saber para dónde iba el país, tanto por oficialistas como opositores.
Pero en los últimos meses Tal Cual se ha quedado sin fuerza. La salud de Petkoff, de 83 años, se empezó a deteriorar al mismo tiempo en que los anunciantes, afectados por la crisis económica, pero también por las presiones del Gobierno, fueron retirando sus avisos. “Los números no están en rojo, están en morado”, dice el jefe de redacción Xabier Coscojuela, quien está llevando las riendas en el proceso de conversión de diario a semanario, en un esfuerzo por salvarlo. La edición diaria circulará por última vez este jueves y el 75% de los empleados, que de por sí ganaban sueldo mínimo, se irán a sus casas.
La versión digital, a cargo de Omar Pinedo, antiguo compañero de lucha de Petkoff desde el MAS, continuará actualizándose a diario. Pinedo recuerda con nostalgia que el periódico llegó a tener 42 páginas y una planta de casi 100 reporteros que rompían titulares denunciando y criticando medidas del Gobierno pero también de la oposición. “Teodoro tenía una visión que el diario debía ser como un tábano en el lomo de un caballo con el poder y ese espíritu fue captado por esa generación de periodistas que tuvimos en el periódico”.
Como un semillero de periodistas, así recuerda Valentina Lares la redacción de los primeros años de Tal Cual. “Era una cofradía bien bonita. Éramos muy cercanos y todas y todos éramos papito para Petkoff”, dice sobre el apodo cariñoso del director.
Después del golpe a Chávez en 2002 y del paro petrolero contra el Gobierno, a los que se opuso Petkoff —lo que le valió que sectores de la derecha lo tildaran de chavista—, el diario sufrió su primer revés económico y no volvería a recuperarse. Luego vinieron las investigaciones de la oficina de impuestos, las demandas judiciales, que según el abogado de Tal Cual, Humberto Mendoza de Paola, son nueve en total. Estuvo a punto de quebrar también cuando fue multado por una carta que le escribió el humorista Laureano Márquez a Rosinés Chávez, la hija menor del fallecido presidente, en una columna en noviembre de 2005. Pero organizaron una colecta pública y gracias al apoyo de la gente lograron pagarla.
Entre los lectores, la ausencia de Petkoff, quien desde principios de año no ha vuelto a escribir sus columnas, y la transformación en semanario son otra baja para el periodismo impreso venezolano, que ha sufrido las consecuencias de ser crítico ante el Gobierno de Maduro. “Es un repliegue táctico, para usar el lenguaje del Gobierno. El periódico sigue resistiendo”, dice Laureano Márquez.
El año pasado, escritores y periodistas organizaron un acto de solidaridad con Tal Cual después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, demandara a un columnista, a Petkoff y a toda la junta directiva, argumentando que le atribuyeron una frase que él no pronunció. La juez que está llevando el caso les prohibió salir del país y quedaron sometidos a régimen de presentación semanal mientras se adelanta el juicio. Más delgado que de costumbre, pero con la misma voz recia, Petkoff se dirigió a sus amigos esa tarde: Tal Cual no es un periódico, es una política, un sentido de la vida que nos compromete. Me siento orgulloso del papel que poco a poco ha terminado por jugar en la vida venezolana”.