El Barcelona gana a trompicones
Aprobó con suficiente y sin brillantez en Granada. Luis Suárez participó en los tres goles: remató en el 0-1 antes del fallo de Cala y el remate definitivo de Rakitic, hizo el 0-2 y asistió en el 1-3 de Messi.
Granada, As
El Barça tenía que ganar en Granada y ganó. Otra cosa es como lo hizo. Se impuso el equipo de Luis Enrique por 1-3 en el siempre complicado para el el equipo blaugrana campo de Los Cármenes, gracias a un partido soporífero en el ritmo, mediocre en el rendimiento y discutido en el juego. No le quedaba otra al Barcelona que ganar y lo logró. El partido no pasará a la historia ni mucho menos, pero esos tres puntos eran absolutamente necesarios para seguir en la persecución del Madrid, que ahora está a un punto del equipo blaugrana con un partido menos.
No fue un Barça brillante en esta ocasión. Fue el conjunto catalán un equipo que cambió la fluidez exhibida en la primera parte ante el Manchester City el pasado martes por una versión industrial que tuvo suficiente para tumbar al Granada en sustentarse en las paradas de Bravo, el despliegue de Rakitic y el colmillo de Suárez.
La intervención del uruguayo en el partido fue decisiva. Lleva tres goles en dos partidos y parece que ha alcanzado finalmente la velocidad de crucero en cuanto a la efectividad que se le exige a un jugador de su categoría. Poco a poco se va viendo al Suárez de la Premier en el Barcelona. En lo bueno y en lo malo, porque más allá de su gol y de la asistencia a Messi, el uruguayo sacó a pasear el codo en una jugada con Cala que le valió la tarjeta amarilla, pero que perfectamente le pudo haber costado la expulsión. Podría ser que ambas cosas fuera unidas, que la mejor versión goleadora del 9 blaugrana necesite alimentarse de la cara agresiva del jugador. En todo caso, el Barça compró el pack entero de uruguayo y una cosa es difícil de disociar de la otra.
Luis Enrique dispuso en Granada un partido en el que el medio campo culé se convirtió en una línea de transición y achique antes que de creación. Puede que la decisión del técnico tuviera que ver con el terrible estado del terreno de juego, que invitaba al juego directo en vez de la elaboración. Ahí, Rakitic se sintió muy cómodo y desplegó su catálogo de llegadas como en el primer gol y de desplazamiento largo; Mascherano aportó la contundencia ante los balones divididos y Xavi fue un espectador sin incidencia en el partido. El sistema de juego del Barça, especialmente el de ayer, no iba con él.
Le costó mucho al Barcelona entrar en el partido, lo que probablemente sorprendió al Granada, que se vio dominando el partido en los primeros minutos. Espeso y sin ritmo, el equipo blaugrana anunciaba una de esas actuaciones que han convertido los partidos del Barcelona a primera hora de la tarde en una tortura para sus seguidores. No obstante, un error de Cala en una jugada de Luis Suárez, perfectamente habilitado por Alba, dejó vendido a su portero y facilitó que Rakitic abriera el marcador a portería vacía a los 25 minutos de partido. Parecía que el trabajo más complicado estaba hecho, pero al Barcelona le sigue faltando discurso y el Granada se aprovechó de ello. Por suerte para los barcelonistas, Bravo sigue defendiendo su titularidad con actuaciones decisivas. A los 41 minutos, el chileno evitó el empate con una gran parada a un disparo lejano de Javi Márquez.
En la segunda parte, Bravo volvió a salvar de inicio a sus compañeros dando alas para que el Barcelona diera el golpe de gracia al partido gracias al gol de Suárez tras un gran combinación con Rakitic. Con el 0-2, el Barcelona tampoco supo matar el partido y un inocente penalti de Bartra a Lass permitió a Fran Rico recortar diferencias. No obstante, la calidad blaugrana le bastó a los de Luis Enrique para imponerse y Leo Messi, en posición de fuera de juego, aprovechó el regalo de Suárez para marcar el tercer tanto que definitivamente cerraba el partido.
Granada, As
El Barça tenía que ganar en Granada y ganó. Otra cosa es como lo hizo. Se impuso el equipo de Luis Enrique por 1-3 en el siempre complicado para el el equipo blaugrana campo de Los Cármenes, gracias a un partido soporífero en el ritmo, mediocre en el rendimiento y discutido en el juego. No le quedaba otra al Barcelona que ganar y lo logró. El partido no pasará a la historia ni mucho menos, pero esos tres puntos eran absolutamente necesarios para seguir en la persecución del Madrid, que ahora está a un punto del equipo blaugrana con un partido menos.
No fue un Barça brillante en esta ocasión. Fue el conjunto catalán un equipo que cambió la fluidez exhibida en la primera parte ante el Manchester City el pasado martes por una versión industrial que tuvo suficiente para tumbar al Granada en sustentarse en las paradas de Bravo, el despliegue de Rakitic y el colmillo de Suárez.
La intervención del uruguayo en el partido fue decisiva. Lleva tres goles en dos partidos y parece que ha alcanzado finalmente la velocidad de crucero en cuanto a la efectividad que se le exige a un jugador de su categoría. Poco a poco se va viendo al Suárez de la Premier en el Barcelona. En lo bueno y en lo malo, porque más allá de su gol y de la asistencia a Messi, el uruguayo sacó a pasear el codo en una jugada con Cala que le valió la tarjeta amarilla, pero que perfectamente le pudo haber costado la expulsión. Podría ser que ambas cosas fuera unidas, que la mejor versión goleadora del 9 blaugrana necesite alimentarse de la cara agresiva del jugador. En todo caso, el Barça compró el pack entero de uruguayo y una cosa es difícil de disociar de la otra.
Luis Enrique dispuso en Granada un partido en el que el medio campo culé se convirtió en una línea de transición y achique antes que de creación. Puede que la decisión del técnico tuviera que ver con el terrible estado del terreno de juego, que invitaba al juego directo en vez de la elaboración. Ahí, Rakitic se sintió muy cómodo y desplegó su catálogo de llegadas como en el primer gol y de desplazamiento largo; Mascherano aportó la contundencia ante los balones divididos y Xavi fue un espectador sin incidencia en el partido. El sistema de juego del Barça, especialmente el de ayer, no iba con él.
Le costó mucho al Barcelona entrar en el partido, lo que probablemente sorprendió al Granada, que se vio dominando el partido en los primeros minutos. Espeso y sin ritmo, el equipo blaugrana anunciaba una de esas actuaciones que han convertido los partidos del Barcelona a primera hora de la tarde en una tortura para sus seguidores. No obstante, un error de Cala en una jugada de Luis Suárez, perfectamente habilitado por Alba, dejó vendido a su portero y facilitó que Rakitic abriera el marcador a portería vacía a los 25 minutos de partido. Parecía que el trabajo más complicado estaba hecho, pero al Barcelona le sigue faltando discurso y el Granada se aprovechó de ello. Por suerte para los barcelonistas, Bravo sigue defendiendo su titularidad con actuaciones decisivas. A los 41 minutos, el chileno evitó el empate con una gran parada a un disparo lejano de Javi Márquez.
En la segunda parte, Bravo volvió a salvar de inicio a sus compañeros dando alas para que el Barcelona diera el golpe de gracia al partido gracias al gol de Suárez tras un gran combinación con Rakitic. Con el 0-2, el Barcelona tampoco supo matar el partido y un inocente penalti de Bartra a Lass permitió a Fran Rico recortar diferencias. No obstante, la calidad blaugrana le bastó a los de Luis Enrique para imponerse y Leo Messi, en posición de fuera de juego, aprovechó el regalo de Suárez para marcar el tercer tanto que definitivamente cerraba el partido.