Decenas de protestas en Turquía tras un asesinato machista
La joven estudiante fallecida intentó resistirse a una violación
Andrés Mourenza
Estambul, El País
El asesinato de una joven de 20 años ha desatado una ola de indignación en Turquía. Durante el fin de semana, las manifestaciones se sucedieron en decenas de puntos de todo el país para exigir que el Gobierno islamista moderado actúe de una vez por todas para poner fin a la violencia machista.
Özgecan Aslan, estudiante de Psicología de la provincia de Mersin (sur de Turquía), desapareció el pasado miércoles tras tomar un minibús de vuelta a su casa. Dos días después, su cadáver carbonizado fue hallado a la vera de un río. El estudio forense reveló que había sido apuñalada y golpeada hasta la muerte, un asesinato cometido cuando la joven trató de resistirse a un intento de violación, según los medios turcos. Hasta ayer, tres personas habían sido detenidas en conexión con el asesinato, incluido el conductor del minibús en el que se vio a Aslan con vida por última vez y que habría confesado ser el autor del crimen.
El entierro de la joven en la localidad de Tarsus, en Mersin, se convirtió en una manifestación de 5.000 personas que exigieron justicia. El mismo sábado, un grupo trato de linchar a uno de los presuntos culpables del asesinato. “Tenía un corazón puro como un ángel y tenía objetivos [en la vida]. Quería graduarse y abrir una clínica. No puedo comprender por qué fue asesinada. ¿Cuál fue su error? ¿Subirse a un minibús?”, clamó la madre de la víctima durante el funeral.
En Turquía, muchas mujeres tienen miedo a salir solas de noche, viajar en transportes públicos a horas en que predominan los hombres o vestir ciertas ropas, puesto que temen ser objeto de ataques sexuales. Lo ocurrido a Aslan “no es un incidente aislado”, deploró la vicepresidenta provincial del sindicato Egitim-Sen en Mersin, Yasemin Yücel, quien acusó del crimen al Ejecutivo islamista moderado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) por promover “políticas de dominación masculina”. “Cada día, cinco mujeres son asesinadas en Turquía; algunas en el autobús, algunas en la parada del autobús, algunas en medio de la calle”, resaltó.
Durante los 12 años de Gobierno del AKP, el número de asesinatos machistas se ha incrementado un 1.400%, según datos del Ministerio de Justicia; Pasó de 83 en 2003 a un millar. Las numerosas manifestaciones que se han sucedido durante el pasado fin de semana han endosado el problema al Ejecutivo. Según los datos oficiales en 2014, hubo 209 asesinatos. Aunque las asociaciones feministas consideran que el dato en realidad es mayor porque no se computan bien.
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, aseguró que “se hará todo lo necesario para prevenir que se repitan estos actos de violencia”. “Nuestro objetivo es asegurarnos de que nadie olvida este dolor”, agregó. Tanto él como el presidente de la República, Recep Tayyip Erdogan, condenaron el asesinato de la estudiante y se pusieron en contacto con la familia Aslan para ofrecerle sus condolencias.
Sin embargo, las asociaciones feministas desconfían de la sinceridad de un partido cuyos representantes han dicho que no creen en la igualdad entre hombres y mujeres, según ha declarado el propio Erdogan, o han pedido que las mujeres no vistan minifalda, no usen perfumes o no rían en público.
Andrés Mourenza
Estambul, El País
El asesinato de una joven de 20 años ha desatado una ola de indignación en Turquía. Durante el fin de semana, las manifestaciones se sucedieron en decenas de puntos de todo el país para exigir que el Gobierno islamista moderado actúe de una vez por todas para poner fin a la violencia machista.
Özgecan Aslan, estudiante de Psicología de la provincia de Mersin (sur de Turquía), desapareció el pasado miércoles tras tomar un minibús de vuelta a su casa. Dos días después, su cadáver carbonizado fue hallado a la vera de un río. El estudio forense reveló que había sido apuñalada y golpeada hasta la muerte, un asesinato cometido cuando la joven trató de resistirse a un intento de violación, según los medios turcos. Hasta ayer, tres personas habían sido detenidas en conexión con el asesinato, incluido el conductor del minibús en el que se vio a Aslan con vida por última vez y que habría confesado ser el autor del crimen.
El entierro de la joven en la localidad de Tarsus, en Mersin, se convirtió en una manifestación de 5.000 personas que exigieron justicia. El mismo sábado, un grupo trato de linchar a uno de los presuntos culpables del asesinato. “Tenía un corazón puro como un ángel y tenía objetivos [en la vida]. Quería graduarse y abrir una clínica. No puedo comprender por qué fue asesinada. ¿Cuál fue su error? ¿Subirse a un minibús?”, clamó la madre de la víctima durante el funeral.
En Turquía, muchas mujeres tienen miedo a salir solas de noche, viajar en transportes públicos a horas en que predominan los hombres o vestir ciertas ropas, puesto que temen ser objeto de ataques sexuales. Lo ocurrido a Aslan “no es un incidente aislado”, deploró la vicepresidenta provincial del sindicato Egitim-Sen en Mersin, Yasemin Yücel, quien acusó del crimen al Ejecutivo islamista moderado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) por promover “políticas de dominación masculina”. “Cada día, cinco mujeres son asesinadas en Turquía; algunas en el autobús, algunas en la parada del autobús, algunas en medio de la calle”, resaltó.
Durante los 12 años de Gobierno del AKP, el número de asesinatos machistas se ha incrementado un 1.400%, según datos del Ministerio de Justicia; Pasó de 83 en 2003 a un millar. Las numerosas manifestaciones que se han sucedido durante el pasado fin de semana han endosado el problema al Ejecutivo. Según los datos oficiales en 2014, hubo 209 asesinatos. Aunque las asociaciones feministas consideran que el dato en realidad es mayor porque no se computan bien.
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, aseguró que “se hará todo lo necesario para prevenir que se repitan estos actos de violencia”. “Nuestro objetivo es asegurarnos de que nadie olvida este dolor”, agregó. Tanto él como el presidente de la República, Recep Tayyip Erdogan, condenaron el asesinato de la estudiante y se pusieron en contacto con la familia Aslan para ofrecerle sus condolencias.
Sin embargo, las asociaciones feministas desconfían de la sinceridad de un partido cuyos representantes han dicho que no creen en la igualdad entre hombres y mujeres, según ha declarado el propio Erdogan, o han pedido que las mujeres no vistan minifalda, no usen perfumes o no rían en público.