Cristina Fernández tacha de opositora la marcha de homenaje a Nisman

La presidenta de Argentina asegura que con el acto del 18 de febrero nació el “Partido Judicial”, que suplanta al “Partido Militar” en la tarea de desestabilizar a Gobiernos populares

Francisco Peregil
Buenos Aires, El País
La presidenta de Argentina tardó tres días en referirse a la marcha silenciosa en la que decenas de miles de personas —400.000, según la Policía Metropolitana de Buenos Aires— rindieron homenaje al fiscal Alberto Nisman en medio de una lluvia por momentos torrencial. No puede decirse que haya decepcionado a nadie. Cristina Fernández tardó en reaccionar pero fue fiel a su estilo. En un extenso artículo de 10.000 palabras cargó sin paliativos contra los fiscales convocantes de la manifestación, contra los “no pocos jueces” que se sumaron a ella y contra los dirigentes políticos que acudieron. La presidenta negó que la marcha hubiera sido un homenaje, que hubiese sido silenciosa y que hubieran asistido 400.000 personas.


Fernández señaló que “el verdadero hecho político e institucional” fue “la aparición pública y ya inocultable del Partido Judicial”. Ese nueva expresión acuñada por la presidenta, “Partido Judicial”, la mencionó hasta 19 veces. Y lo definió: “Nuevo ariete contra los Gobiernos Populares, que suplanta al Partido Militar en el rol que, en el trágico pasado, asumiera respecto de Gobiernos con Legalidad y Legitimidad democrática. Ya no se trata de golpes violentos que interrumpen el funcionamiento de las instituciones y de la Constitución. La modalidad es más sofisticada. Articula con los Poderes económicos concentrados y fundamentalmente con el aparato mediático monopólico, intentando desestabilizar al Poder Ejecutivo y desconociendo las decisiones del Legislativo. O sea, un súperpoder por encima de las instituciones surgidas del voto popular”.

La cuestión es que a la marcha acudieron dirigentes de casi todo el arco opositor. Y una de las presencias más destacadas fue la de la exesposa de Alberto Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, que ordenó en su día someter a pruebas genéticas a los dos hijos de la mayor accionista del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble. La tesis de Fernández es que el grupo Clarín y los principales dirigentes de la oposición —algunos de los cuales tienen grandes opciones de ser elegidos como presidentes el próximo octubre— pretenden desestabilizar a un Gobierno al que solo le quedan 10 meses.

Con ese fin, se habría fundado un “Partido Judicial” integrado, según la presidenta, por "grupos de Jueces y Fiscales vinculados y promocionados por los grandes medios y grupos económicos".

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