Crisis en Ucrania / “Combatíamos comunistas y nazis juntos”
Los detenidos por luchar en Ucrania declaran que hay cientos de combatientes extranjeros
Patricia Ortega Dolz
Madrid, El País
Tienen 24, 27 y 28 años. Uno estaba en el paro, otro era portero de discoteca y el otro trabajaba para la compañía de coches Mercedes. Todos vivían en Madrid (Alcorcón, Vallecas y distrito Centro), pero se conocieron en el frente prorruso en Ucrania, en las Brigadas Internacionales de Donbass. Allí llegaron, después de tres días de viaje, por separado —uno directamente a Donetsk y dos de ellos previa escala en Moscú, donde les esperaba un funcionario ruso—, en verano del año pasado. Los tres utilizaron el mismo método de alistamiento autónomo: contactaron con combatientes del bando ruso a través de Twitter, siempre según fuentes de la investigación.
No les pagaron ni el viaje ni un sueldo, pero fueron recibidos con los brazos abiertos por los comandantes rusos que lideran el frente este ucranio, que les dieron aparte de su correspondiente AK-74 y el uniforme de guerra, comida y alojamiento gratuito. Dejaron sus cómodos pisos en la capital para vivir en naves y acuartelamientos colectivos en los que, según sus declaraciones, hay aún más “brigadistas” españoles y muchos —“varios cientos”— de otros países, sobre todo serbios y franceses. “La mitad de ellos son comunistas y la otra mitad nazis”, han explicado los detenidos. “Combatíamos comunistas y nazis juntos”, han declarado, justificando esa contradicción ideológica argumentando que “todos queremos lo mismo, la justicia social y la liberación de Rusia de la invasión ucrania”.
Por el momento, la policía solo tiene pruebas de que uno de los dos madrileños detenidos combatió en el frente. Los otros dos eran utilizados como elementos propagandísticos para alentar a otros combatientes a unirse a sus filas. Al tratarse de “voluntarios”, eran libres de abandonar el frente cuando quisieran. En concreto, estos tres detenidos en Madrid, lo hicieron en diciembre pasado y regresaron a la capital como habían llegado, por separado.
En los registros de sus domicilios, realizados este viernes en el marco de la llamada Operación Danko (en referencia a la película Danko, calor rojo, protagonizada por Arnold Schwarzenegger), la policía se ha incautado ropas militares rusas, cuchillos, machetes e insignias. Sólo uno de ellos tenía antecedentes policiales por participar en una reyerta política. Y alguno de ellos pertenecen a un partido comunista de nuevo cuño denominado Reconstrucción Comunista.
La policía les acusa de comprometer la paz y la independencia de España, de cooperación en homicidio o asesinato y de tenencia de armas de guerra.
Patricia Ortega Dolz
Madrid, El País
Tienen 24, 27 y 28 años. Uno estaba en el paro, otro era portero de discoteca y el otro trabajaba para la compañía de coches Mercedes. Todos vivían en Madrid (Alcorcón, Vallecas y distrito Centro), pero se conocieron en el frente prorruso en Ucrania, en las Brigadas Internacionales de Donbass. Allí llegaron, después de tres días de viaje, por separado —uno directamente a Donetsk y dos de ellos previa escala en Moscú, donde les esperaba un funcionario ruso—, en verano del año pasado. Los tres utilizaron el mismo método de alistamiento autónomo: contactaron con combatientes del bando ruso a través de Twitter, siempre según fuentes de la investigación.
No les pagaron ni el viaje ni un sueldo, pero fueron recibidos con los brazos abiertos por los comandantes rusos que lideran el frente este ucranio, que les dieron aparte de su correspondiente AK-74 y el uniforme de guerra, comida y alojamiento gratuito. Dejaron sus cómodos pisos en la capital para vivir en naves y acuartelamientos colectivos en los que, según sus declaraciones, hay aún más “brigadistas” españoles y muchos —“varios cientos”— de otros países, sobre todo serbios y franceses. “La mitad de ellos son comunistas y la otra mitad nazis”, han explicado los detenidos. “Combatíamos comunistas y nazis juntos”, han declarado, justificando esa contradicción ideológica argumentando que “todos queremos lo mismo, la justicia social y la liberación de Rusia de la invasión ucrania”.
Por el momento, la policía solo tiene pruebas de que uno de los dos madrileños detenidos combatió en el frente. Los otros dos eran utilizados como elementos propagandísticos para alentar a otros combatientes a unirse a sus filas. Al tratarse de “voluntarios”, eran libres de abandonar el frente cuando quisieran. En concreto, estos tres detenidos en Madrid, lo hicieron en diciembre pasado y regresaron a la capital como habían llegado, por separado.
En los registros de sus domicilios, realizados este viernes en el marco de la llamada Operación Danko (en referencia a la película Danko, calor rojo, protagonizada por Arnold Schwarzenegger), la policía se ha incautado ropas militares rusas, cuchillos, machetes e insignias. Sólo uno de ellos tenía antecedentes policiales por participar en una reyerta política. Y alguno de ellos pertenecen a un partido comunista de nuevo cuño denominado Reconstrucción Comunista.
La policía les acusa de comprometer la paz y la independencia de España, de cooperación en homicidio o asesinato y de tenencia de armas de guerra.