Cómo se volvió tan poderoso Boko Haram

Nigeria, BBC
El último ataque quedó plasmado en imágenes satelitales: unos 3.700 edificios fueron dañados o destruidos en las ciudades de Baga y Doron Baga, en el norte de Nigeria.
Algunos hablaron de 2.000 muertos, el gobierno nigeriano dijo que eran 150. Grupos de derechos humanos indicaron que la destrucción sugería “un alto número de víctimas”.
Este fin de semana militantes de Boko Haram secuestraron a decenas de personas, la mayoría niños, en Camerún, que posteriormente fueron liberados.
Pero todavía se desconoce qué fue lo que ocurrió con más de 200 niñas y adolescentes que secuestraron en Nigeria en mayo pasado.


Lo cierto es que este grupo islamista -que ya opera en Nigeria, Camerún, Niger y Chad- se ha convertido en una organización cada vez más sofisticada y difícil de combatir.
Datos del Council for Foreign Relations, un think-tank estadounidense, muestran que desde mayo de 2011 hasta enero de 2015, han muerto más de 11.000 personas por violencia vinculada a Boko Haram, y se cree que la mayoría de las víctimas han sido civiles.
¿Cómo se volvió Boko Haram tan peligroso?

1. Compleja diversidad

“Nigeria está siendo perseguida por el fantasma de los errores del pasado”, afirma Max Sioullun, historiador nigeriano y autor de los libros “Oil, Politics and Violence: Nigeria’s Military Coup Culture 1966-1976″ (Petróleo, Política y Violencia: la Cultura de Golpe Militar de Nigeria) y “Soldiers of Fortune: a History of Nigeria 1983-1993″ (Soldados de Fortuna: una historia de Nigeria).
“El país fue una creación -difícil de manejar- de las autoridades coloniales británicas”, explica el historiador a BBC Mundo.
“Se hablan más de 500 lenguas en Nigeria. Los problemas del país se han empeorado por su desconcertante diversidad”, agrega.
En efecto, en Nigeria han coexistido durante siglos numerosos reinos y tribus. Durante periodo colonial, los británicos establecieron estructuras administrativas y legales, pero conservaron las jefaturas tribales tradicionales.
Así, gobernaron separadamente dos protectorados: el del norte, donde viven la mayoría de los musulmanes; y el del sur, donde habitan la mayoría de los cristianos.

La organización inició el conflicto hace seis años para crear une Estado Islámico.
“Las tensiones entre estas regiones siempre han sido enormes”, le dice a BBC Mundo G. Zachary Pascal, excorresponsal del Wall Street Journal, profesor de la Universidad Estatal de Arizona (EE.UU.) y autor del libro “Hotel Africa: the politics of escape?” (Hotel África: ¿la política del escape?).
El país se independizó en 1960, pero siete años después quedó sumido en una guerra civil de tres años, la llamada Guerra de Biafra.
“Fue una guerra entre el ‘sur sur’ de Nigeria y el resto del país”, explica Pascal.

2. Desequilibrio entre el norte y el sur

“Los eventos de los pasados 60 o 70 años comenzaron el deslizamiento hacia la pobreza y desigualdad (del norte del país) que eventualmente condujo a la formación de Boko Haram”, explica Max Sioullun.
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Niños nigerianos refugiados por la violencia de Boko Haram reciben clases en el vecino Camerún.
“Las escuelas de tipo occidental que comenzaron los misioneros cristianos florecieron en el sur, pero los líderes musulmanes se mostraron renuentes a permitir escuelas de misioneros cristianos en el norte”, señala el historiador.
Según Siollun, en muchos estados del sur más de 90% de las mujeres son alfabetizadas mientras que la cifra en algunos estados del norte es de menos 5%.
“Menos del 10% de los postulantes a universidades de Nigeria provienen de 12 estados de mayoría musulmana en el norte”, añade.
“Boko Haram recluta a sus miembros de las legiones de hombres jóvenes sin educación, desempleados, pobres y desilusionados del norte del país”, dice Sioullun.

3. Tensiones políticas

Pascal cree que Boko Haram también ha logrado prosperar “debido al polarizado ambiente político nigeriano”.
Desde el fin de la guerra civil, los gobiernos se alternaron entre los civiles democráticamente electos y las dictaduras militares.

El presidente actual, Goodluck Jonathan, se presenta a la reelección en febrero.
“Los musulmanes, que suman cerca de la mitad de la población, se acostumbraron a un sistema ‘de rotación’ en el cual la presidencia se alternaba entre musulmanes y cristianos”, explica Pascal.
El actual mandatario, el cristiano Goodluck Jonathan, llegó al cargo en 2010 cuando sustituyó al entonces presidente, el musulmán Umaru Musa Yar’Adua, que murió durante su mandato.
Jonathan fue electo en 2011 y ahora se ha presentado para su reelección en los próximos comicios de febrero.
“Los musulmanes piensan que Jonathan debe dejar el camino libre para un político musulmán”.
Boko Haram, que se formó en 2002, ha declarado su intención de derrocar al gobierno y crear un Estado Islámico en el norte.
“Pero muchos musulmanes, incluidos los que sienten que el sistema político actual no está representando los intereses musulmanes como en el pasado, aborrecen a Boko Haram porque han sido víctimas de su violencia terrorista”.

4. Ofensiva “equivocada”

En 2009, el gobierno lanzó una letal ofensiva contra el grupo extremista que se inició con la muerte de su fundador, Mohammed Yusuf, cuando estaba bajo custodia policial.
Muchos creen que la muerte de Yusuf y la enorme ofensiva militar nigeriana provocaron que la organización se tornara aún más violenta y radical.
Tal como señala el historiador nigeriano Max Sioullun, “los métodos que ha empleado el gobierno contra Boko Haram han tenido el mismo efecto que verter gasolina en un incendio”.
Se ha acusado al ejército de manejar mal la insurgencia: de uso indiscriminado de fuerza y de torturar a civiles inocentes”, agrega.

En Nigeria conviven distintos grupos étnicos, lo cual genera tensiones.
Pero uno de los mayores obstáculos en la lucha del gobierno contra Boko Haram, dice, son “los delicados asuntos étnicos” del país.
Tradicionalmente la mayoría de los miembros del ejército nigeriano son reclutados de los grupos étnicos -principalmente el de los Kanuri- en el norte del país.
“La mayoría de los miembros de Boko Haram pertenecen a los Kanuri”, explica el historiador. “Y la ofensiva del ejército contra los militantes significa que se ha ordenado a los soldados a cometer ‘fratricidio’ contra las comunidades de las que provienen”.

5. Ejército “poco preparado”

A menudo se han expresado críticas al gobierno de Nigeria por no hacer “suficiente” para combatir a Boko Haram y por “subestimar” las muertes atribuidas a la organización y la extensión del territorio que controla en el noreste.
Según Max Siollun, el ejército nigeriano “no está equipado para este tipo de conflicto”, para la enormidad de los tres estados más afectados por Boko Haram en el noreste del país, Borno, Yobe y Adamawa, “un área cinco veces más grande que Suiza”.
“Tratar de atrapar a militantes vestidos de civil, que se mezclan con millones de civiles en pueblos, ciudades, mercados y bosques no es tarea fácil”.

Boko Haram controla pueblos y aldeas en el este de Nigeria y supone una amenaza para los países vecinos.
Y Zachary Pascal está de acuerdo en que un enorme desafío es “la singular geografía de Nigeria, que permite a la gente movilizarse fácilmente a través de la región del Sahel, dominada por musulmanes, que une a Chad, Camerún, Nigeria y Niger”.
Además, tal como señalan los corresponsales de la BBC, en la víspera de las elecciones presidenciales en febrero los políticos nigerianos parecen más enfocados en hacer campaña que en asuntos de seguridad.

6. Sistema “deficiente”

G. Zachary Pascal cree el resultado de las próximas elecciones podría ayudar a definir la situación en el país.
“Creo que es difícil imaginar que Goodluck Jonathan pueda lograr un acuerdo con el norte que le permita, al mismo tiempo, aplastar a Boko Haram y satisfacer al norte” dice. “Sólo un presidente musulmán podrá lograr eso”.
“Goodluck Jonathan tiene muy poca legitimidad. Por eso creo que hemos visto a pocos políticos del norte ofreciendo apoyo para lograr que el movimiento contrainsurgente sea más efectivo”, le dice a BBC Mundo el profesor de la Universidad de Arizona.
Pero Max Sioullun cree que “incluso si un musulmán se convierte en el próximo presidente de Nigeria, la insurgencia de Boko Haram continuará”.
“Boko Haram rechaza las instituciones seculares de Nigeria y a muchos de los representantes musulmanes actuales”, le dice el historiador nigeriano a BBC Mundo.

Corresponsales de la BBC dicen que los políticos están más centrados en hacer campaña que en la seguridad.
“Los problemas que condujeron a la creación de Boko Haram son mucho más complejos que la religión del presidente”.
En efecto, dice G. Zachary Pascal, “Boko Haram es resultado del deficiente sistema político de Nigeria”.
“Boko Haram sólo podrá ser aplastado cuando se solucionen las profundas disfunciones y patologías del Estado nigeriano”, concluye el experto.

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