Caso Nisman: Stiuso, el misterioso espía "todopoderoso" de Argentina
Buenos Aires, BBC Mundo
Antonio Horacio Stiles. Aldo Stiles. Antonio Stiuso. Antonio "Jaime" Stiuso. Jaime. El Ingeniero. El jefe de los espías.
Se especula mucho sobre el nombre real y el de operaciones de una de las personas de las que más se ha hablado en el caso Nisman, una de las personas de confianza del difunto fiscal Alberto Nisman, con quien trabajó durante años para investigar el atentado al centro judío de la AMIA en 1994.
Este jueves la encargada de aclarar la muerte del fiscal Nisman, Viviana Fein, llamó a declarar a Stiuso, algo que ocurrirá tan pronto el gobierno argentino le notifique oficialmente el relevamiento del secreto y quede liberado de su obligación de guardar silencio sobre todo lo que ha visto, dicho y oído.
Se desconoce su paradero y no ha hecho declaraciones públicas desde la muerte de Nisman el 18 de enero.
De hecho no muchos conocen su rostro, pero todos parecen coincidir en que Jaime Stiuso es el espía que más poder amasó en los servicios de inteligencia de Argentina, a los que ingresó en la década de los 70, cuando apenas tenía 18 años.
Stiuso acabó convirtiéndose en el director general de Operaciones, el tercer puesto más relevante de la Secretaría de Inteligencia (SI), hasta que en diciembre el gobierno relevó a la cúpula de la organización, incluyéndole.
Y un mes más tarde, después de la muerte de Nisman, la presidenta Cristina Fernández anunció en un discurso televisado a la nación que iba a disolver la Secretaría de Inteligencia para la que tantos años había trabajado "Jaime".
Durante su mensaje la presidenta acusó a miembros de esta institución de haber operado fuera del control del Estado.
Muchos interpretaron la purga en Inteligencia como una pérdida de confianza del gobierno en "el rey de los espías".
Y ahora, el ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner apunta a que él pudo haber utilizado al fiscal Nisman para armar una acusación contra la presidenta basándose en información falsa provista por la Inteligencia.
Según los funcionarios oficialistas, Alberto Nisman –quien sólo días antes de morir había presentado a un juez un explosivo informe en el que acusaba a Fernández de conspirar con Irán para encubrir a los presuntos responsables del atentado de la AMIA– había sido utilizado por espías con ansias de venganza.
"Detrás de todo está Stiuso", dijo el secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández.
En un mensaje a la nación, Fernández anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia.
"Es un personaje siniestro, que lo que ha intentado por todos los medios es perjudicar y poner palos en la rueda al gobierno".
Stiuso pasó de operar en las sombras a estar en boca de todos. De trabajar en los túneles del Estado a tener su nombre y su rostro en todos los medios.
"Es una persona que hablaba con Nisman; no sé si es la que más hablaba y no me consta", aseguró el abogado del espía, Santiago Blanco Bermúdez.
"Me parece que no es así; no lo sé. Trabajaban en colaboración obviamente porque la unidad (de la Fiscalía de Investigación del atentado) era mucha veces abastecida con información de la Secretaría", dijo a medios locales.
El secreto de Jaime
La única vez que se hizo pública una fotografía suya, en 2004, se generó tanta controversia que el entonces Ministro de Justicia, Gustavo Béliz –fue él quien reveló la imagen en un programa de televisión mientras denunciaba el enorme poder que estaba amasando Stiuso– tuvo que dejar el gabinete de Néstor Kirchner.
La fiscal a cargo del caso llamó a declarar a Stiuso.
Gerardo Conte Grand, amigo y exviceministro de Beliz, describe al espía como "un poder sin control" operando al filo de la legalidad.
Y según el periodista Gerardo Young, autor del libro SIDE, la Argentina secreta, "el secreto de Jaime es que sabe más que nadie sobre los hombres y mujeres del poder. Sobre la voracidad de los gobernantes, sobre los pedidos que le han hecho".
Pero según el abogado de Stiuso, el ingeniero "ha sido un excelente funcionario público, un hombre honesto, que, contrariamente a lo que se tira por ahí, ha cumplido con la ley permanentemente, y que siempre se ha preocupado por hacer las cosas legalmente".
La llamada
Recientemente, su nombre volvió a aparecer vinculado al caso Nisman cuando medios locales publicaron que una de las últimas llamadas recibidas por el fiscal provenía de un número a nombre del exagente.
"Stiuso tenía una flota de teléfonos a nombre suyo que usaban varias personas, así que no descarto que quien habló en las últimas horas pueda haber sido alguna persona que tenía ese teléfono de la flota", dijo su abogado.
Según el titular de la Secretaría de Inteligencia, Oscar Parrilli, el espía ya no trabaja para la Secretaría que él dirige. Y por tanto, es libre de contar lo que sabe ante la justicia.
"La presidenta quiere que se sepa toda la verdad y que se cuente todo, de 1972 hasta acá", dijo.
La muerte de Alberto Nisman conmocionó a Argentina.
De Stiuso se sabe poco, pero se sabe que "no se junta con nadie".
Así lo dijo en la única entrevista que se conoce con él, la publicada por la revista Noticias en diciembre de 2014.
"Yo laburé para todos los presidentes democráticos, para mí son todos iguales. Andá a buscar algún presidente que se haya quejado de mí", aseguraba entonces.
Dos meses después de aquellas palabras, en Argentina crece la expectación sobre una posible declaración de Stiuso en la fiscalía.
Y se multiplican los interrogantes sobre la información que puede haber acumulado el espía en sus cuatro décadas de servicio:
¿Es tan influyente como muchos aseguran?
¿Es tan sólo un chivo expiatorio en el caso Nisman?
Y sobre todo, ¿qué secretos guarda Stiuso sobre las entrañas del poder?
Antonio Horacio Stiles. Aldo Stiles. Antonio Stiuso. Antonio "Jaime" Stiuso. Jaime. El Ingeniero. El jefe de los espías.
Se especula mucho sobre el nombre real y el de operaciones de una de las personas de las que más se ha hablado en el caso Nisman, una de las personas de confianza del difunto fiscal Alberto Nisman, con quien trabajó durante años para investigar el atentado al centro judío de la AMIA en 1994.
Este jueves la encargada de aclarar la muerte del fiscal Nisman, Viviana Fein, llamó a declarar a Stiuso, algo que ocurrirá tan pronto el gobierno argentino le notifique oficialmente el relevamiento del secreto y quede liberado de su obligación de guardar silencio sobre todo lo que ha visto, dicho y oído.
Se desconoce su paradero y no ha hecho declaraciones públicas desde la muerte de Nisman el 18 de enero.
De hecho no muchos conocen su rostro, pero todos parecen coincidir en que Jaime Stiuso es el espía que más poder amasó en los servicios de inteligencia de Argentina, a los que ingresó en la década de los 70, cuando apenas tenía 18 años.
Stiuso acabó convirtiéndose en el director general de Operaciones, el tercer puesto más relevante de la Secretaría de Inteligencia (SI), hasta que en diciembre el gobierno relevó a la cúpula de la organización, incluyéndole.
Y un mes más tarde, después de la muerte de Nisman, la presidenta Cristina Fernández anunció en un discurso televisado a la nación que iba a disolver la Secretaría de Inteligencia para la que tantos años había trabajado "Jaime".
Durante su mensaje la presidenta acusó a miembros de esta institución de haber operado fuera del control del Estado.
Muchos interpretaron la purga en Inteligencia como una pérdida de confianza del gobierno en "el rey de los espías".
Y ahora, el ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner apunta a que él pudo haber utilizado al fiscal Nisman para armar una acusación contra la presidenta basándose en información falsa provista por la Inteligencia.
Según los funcionarios oficialistas, Alberto Nisman –quien sólo días antes de morir había presentado a un juez un explosivo informe en el que acusaba a Fernández de conspirar con Irán para encubrir a los presuntos responsables del atentado de la AMIA– había sido utilizado por espías con ansias de venganza.
"Detrás de todo está Stiuso", dijo el secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández.
En un mensaje a la nación, Fernández anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia.
"Es un personaje siniestro, que lo que ha intentado por todos los medios es perjudicar y poner palos en la rueda al gobierno".
Stiuso pasó de operar en las sombras a estar en boca de todos. De trabajar en los túneles del Estado a tener su nombre y su rostro en todos los medios.
"Es una persona que hablaba con Nisman; no sé si es la que más hablaba y no me consta", aseguró el abogado del espía, Santiago Blanco Bermúdez.
"Me parece que no es así; no lo sé. Trabajaban en colaboración obviamente porque la unidad (de la Fiscalía de Investigación del atentado) era mucha veces abastecida con información de la Secretaría", dijo a medios locales.
El secreto de Jaime
La única vez que se hizo pública una fotografía suya, en 2004, se generó tanta controversia que el entonces Ministro de Justicia, Gustavo Béliz –fue él quien reveló la imagen en un programa de televisión mientras denunciaba el enorme poder que estaba amasando Stiuso– tuvo que dejar el gabinete de Néstor Kirchner.
La fiscal a cargo del caso llamó a declarar a Stiuso.
Gerardo Conte Grand, amigo y exviceministro de Beliz, describe al espía como "un poder sin control" operando al filo de la legalidad.
Y según el periodista Gerardo Young, autor del libro SIDE, la Argentina secreta, "el secreto de Jaime es que sabe más que nadie sobre los hombres y mujeres del poder. Sobre la voracidad de los gobernantes, sobre los pedidos que le han hecho".
Pero según el abogado de Stiuso, el ingeniero "ha sido un excelente funcionario público, un hombre honesto, que, contrariamente a lo que se tira por ahí, ha cumplido con la ley permanentemente, y que siempre se ha preocupado por hacer las cosas legalmente".
La llamada
Recientemente, su nombre volvió a aparecer vinculado al caso Nisman cuando medios locales publicaron que una de las últimas llamadas recibidas por el fiscal provenía de un número a nombre del exagente.
"Stiuso tenía una flota de teléfonos a nombre suyo que usaban varias personas, así que no descarto que quien habló en las últimas horas pueda haber sido alguna persona que tenía ese teléfono de la flota", dijo su abogado.
Según el titular de la Secretaría de Inteligencia, Oscar Parrilli, el espía ya no trabaja para la Secretaría que él dirige. Y por tanto, es libre de contar lo que sabe ante la justicia.
"La presidenta quiere que se sepa toda la verdad y que se cuente todo, de 1972 hasta acá", dijo.
La muerte de Alberto Nisman conmocionó a Argentina.
De Stiuso se sabe poco, pero se sabe que "no se junta con nadie".
Así lo dijo en la única entrevista que se conoce con él, la publicada por la revista Noticias en diciembre de 2014.
"Yo laburé para todos los presidentes democráticos, para mí son todos iguales. Andá a buscar algún presidente que se haya quejado de mí", aseguraba entonces.
Dos meses después de aquellas palabras, en Argentina crece la expectación sobre una posible declaración de Stiuso en la fiscalía.
Y se multiplican los interrogantes sobre la información que puede haber acumulado el espía en sus cuatro décadas de servicio:
¿Es tan influyente como muchos aseguran?
¿Es tan sólo un chivo expiatorio en el caso Nisman?
Y sobre todo, ¿qué secretos guarda Stiuso sobre las entrañas del poder?