Abren un polémico museo de cadáveres en Berlín
Berlín, DPA
El anatomista alemán Günther von Hagens, apodado “Doctor Muerte”, cumplirá un “sueño” al abrir en Berlín el primer museo propio dedicado a sus polémicos cadáveres coloreados pese a los intentos legales por frenar la muestra.
“Veinte años después de la primera exposición en Japón, cumplimos ahora un sueño”, dijo la mujer de Von Hagens y comisaria del Menschen Museum (museo de seres humanos), Angelina Whalley, al presentar a la prensa la nueva sala situada en la céntrica Alexanderplatz de la capital alemana.
El museo ofrecerá 20 cuerpos completos plastinados y 200 trozos de cadáveres en una exposición con el lema “Facetas de la vida”.
El barrio de Mitte, donde se encuentra el museo, recurrió dos veces a la Justicia para impedir su apertura, pero los tribunales dieron la razón en ambos casos a Von Hagens.
El primer museo propio del anatomista tendrá una superficie de 1.200 metros cuadrados y estará a los pies de la torre de televisión de Berlín, símbolo de la capital alemana.
Los impactantes cadáveres reales plastinados por Von Hagens se exhibieron en 89 ciudades de todo el planeta y dejaron a su paso una fuerte controversia. Los críticos lo acusan de vulnerar la dignidad humana al convertir cuerpos en objeto de exposición.
El anatomista asegura que unos 40 millones de personas visitaron sus exposiciones en 23 países.
El museo ofrecerá 20 cuerpos completos plastinados y 200 trozos de cadáveres en una exposición con el lema “Facetas de la vida”.
El barrio de Mitte, donde se encuentra el museo, recurrió dos veces a la Justicia para impedir su apertura, pero los tribunales dieron la razón en ambos casos a Von Hagens.
El primer museo propio del anatomista tendrá una superficie de 1.200 metros cuadrados y estará a los pies de la torre de televisión de Berlín, símbolo de la capital alemana.
Los impactantes cadáveres reales plastinados por Von Hagens se exhibieron en 89 ciudades de todo el planeta y dejaron a su paso una fuerte controversia. Los críticos lo acusan de vulnerar la dignidad humana al convertir cuerpos en objeto de exposición.
El anatomista asegura que unos 40 millones de personas visitaron sus exposiciones en 23 países.
Foto: Efe
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