Argentina gritó campeón y se clasificó a los Juegos Olímpicos


Clarín
Festejo completo para Argentina. Volvió a salir campeón de la categoría luego de 12 años, jugará el Mundial de Nueva Zelanda y selló la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río 2016.


El marco en el estadio Centenario lo explica todo. Nunca antes en el Sudamericano había lucido así de repleto. Por lo que estaba en juego, por la historia de la rivalidad, por las ganas que tenían los uruguayos de aguarle la fiesta a Argentina y, en el mismo combo, llevarse el premio grande. Para el local no había otra alternativa que ir por los tres puntos ya que en la previa Colombia le había ganado 3-0 a Brasil, llegó a 9 puntos y bajaba a La Celeste del segundo lugar, que otorga la chance de jugar un repechaje con un rival de la Concacaf para ir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Y por eso no sorprendió la manera en la que salió a jugar el partido Uruguay. Dientes apretados, firmeza en cada pelota dividida y para adelante. A tratar de ganar por las bandas, en especial en el ataque izquierdo con Amaral. A los 7 minutos, en una corrida suya por la banda, enganchó dos veces ante la floja marca de Tiago Casasola y tiró el centro bajo que no pudo contener Agustín Batalla y empujó al gol Gastón Pereiro.

La superioridad de Uruguay era más anímica que futbolística. Ganaba en los cruces, lo jugaba a toda velocidad pero inevitablemente no iba a poder aguantar ese ritmo durante todo el partido. Y en ese escenario, menos áspero y con más espacios, empezaron a crecer las individualidades argentinas. Angel Correa y Tomás Martínez, a la cabeza. El ex jugador de San Lorenzo recostado por izquierda, el de River metido en el centro, encarando hacia adelante.


A los 35, Correa encaró por izquierda a Guillermo Cotugno, en una jugada similar a la que derivó en el gol de Uruguay. Aquí también ganó el atacante y sacó un centro al corazón del área, que despejaron corto. Le quedó servida a Sebastián Driussi, que sacó un derechazo seco, letal para estampar el 1-1.

A los 10 segundos del segundo tiempo, Argentina tuvo una chance clarísima para ponerse en ventaja. Sacaron del medio, Giovanni Simeone tocó para Correa, el de San Lorenzo se la dio a Tomás Martínez y el enganche metió un bochazo fenomenal en profundidad para Gio que le cayó justo, cara a cara con el arquero. Pero el delantero le dio de volea, debil, sin precisión y la pelota se fue ancha.

Con el correr de los minutos, el clima se fue aplacando y el aliento de la multitud uruguaya fue mutando en murmullos. El equipo de Humberto Grondona empezó a manejar la pelota con más soltura y atrás el arquero Batalla volvió a ofrecer la seguridad que acostumbró a dar durante todo el Sudamericano.

Y tenía que ser Correa el héroe. Tenía que ser él quien le diera el triunfo a la Selección y el que sellara los pasajes para Río 2016. Doble enganche del zurdo en la entrada al área y latigazo para poner el 2-1 definitivo y desatar la euforia argentina.

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