Achá asume presidencia de YPFB con el reto de consolidar exploración e industrialización
La Paz, ABIEl nuevo presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, asumió el jueves ese cargo con el reto de consolidar a la petrolera estatal en tareas de exploración de hidrocarburos y avanzar en el proceso de industrialización.
"Lo primero que queremos ver es consolidar a YPFB en exploración y ser el puntal con el que las empresas operadoras reactiven esta actividad en Bolivia en industrialización esta gestión debemos comenzar con la actividad comercial de Gran Chaco", dijo.
Achá, quien se desempeñaba a la fecha como presidente en ejercicio de la primera empresa de Bolivia, tras la ausencia de Carlos Villegas y posterior fallecimiento, esta jornada fue ratificado en el cargo por el presidente Evo Morales, quien muy temprano le tomó el juramento.
En corto plazo, dijo el flamante ejecutivo de Yacimientos, la tarea será ejecutar la inversión programada para esta gestión que asciende a 2.400 millones de dólares.
"En un corto plazo para 2015 hay programa de inversión más de 2.400 millones de dólares, eso es a lo primero que nos vamos a abocar cumplir estas inversiones, cumplir con la actividad de la cadena productiva", mencionó.
Achá fue gerente de YPFB Refinación, subsidiaria de la estatal petrolera, gerente de Comercialización y posteriormente Vicepresidente Nacional de Operaciones (VPNO), cargo en el que lo posesionó el extinto Carlos Villegas.
En materia de industrialización, la autoridad recientemente posesionada, manifestó que en esta gestión debe comenzar la actividad comercial de la planta Gran Chaco, y se debe garantizar las inversiones para la planta de Amoniaco y Urea así como las tareas relacionadas con las plantas de etileno-polietileno y otras dos de propileno-polipropileno.
El 1 de mayo de 2006, el presidente Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos y recuperó su propiedad para los bolivianos. Entonces, YPFB renace y el 29 de octubre se firman nuevos contratos con las compañías petroleras privadas estableciendo hasta el 82% de regalías en favor del Estado boliviano, en la mejor negociación lograda jamás para el país.
