Traficantes se encapucharon para evitar ser identificados
Inmigrantes sirios dijeron a investigadores italianos que los traficantes que viajaban con ellos en un barco de carga se pusieron capuchas para evitar ser identificados antes de abandonarlos en las movidas aguas del Mediterráneo.
Huyendo de la guerra en su país, los 365 sirios desembarcaron el sábado en Corigliano Calabro, en Calabria, al final de una travesía de tres días desde Turquía a bordo del barco Ezadeen.
El carguero fue remolcado al puerto por un barco de la Guardia Costera de Islandia.
Autoridades de la Guardia Costera italiana habían tomado el control del barco, que navegaba en piloto automático después que los traficantes lo abandonaron.
Antes del arribo del barco, funcionarios de la guardia costera estimaron que había entre 400 y 450 pasajeros.
Pero la funcionaria policial Emanuela Greco dijo que en el barco viajaban 359 sirios, entre ellos 42 mujeres y 62 niños, ocho de ellos solos.
Greco dijo a The Associated Press que la policía interrogó y revisó los documentos de cada uno de los recién llegados, pero no encontró a posibles contrabandistas entre ellos. Los sirios fueron llevados a albergues en diversas partes de Italia, donde pueden solicitar asilo.
En ocasiones los contrabandistas tratan de mezclarse con las masas de migrantes que llegan a suelo italiano tras rescates en el mar.
El jefe de la policía de Cosenza, Luigi Liguori, les dijo a reporteros que los inmigrantes dijeron que los tripulantes estaban encapuchados.
Hay esperanzas de que los sistemas del Ezadeen revelen su ruta exacta. Los migrantes les dijeron a las autoridades que abordaron el navío en Turquía el 31 de diciembre.
No estaba claro de qué puerto de Turquía partieron los migrantes. La grabadora de datos del Ezadeen pudiera revelar la ruta exacta.
Las autoridades italianas temen que los contrabandistas estén empleando una nueva y peligrosa estrategia. El Ezadeen fue el segundo barco en dos días abandonado en piloto automático, programado para seguir la ruta y estrellarse contra la costa sur italiana con centenares de pasajeros indefensos a bordo.
Los sirios le dijeron a la policía que ellos pagaron entre 4.000 y 8.000 dólares para llegar a Europa.
Greco dijo que los pasajeros del Ezadeen parecían ser personas con recursos económicos, a juzgar por la forma en que estaban vestidas.
Es posible que los traficantes hayan calculado lo que los migrantes pagan por el peligroso e incómodo viaje riesgo es suficiente para abandonar viejos barcos de carga en un intento de escapar.
Los sirios dijeron a la policía que pagaron entre 4.000 y 8.000 dólares cada uno por llegar a Europa.
El Ezadeen se usaba anteriormente para transportar animales, dijo Greco.
