Sony terminó perdiendo 30 millones de dólares por La Entrevista
Cine Ahora que la andadura comercial de la película 'La Entrevista' va finalizando ya surgen las cifras definitivas de pérdidas de Sony Pictures con la comedia que pretendía romper las cifras de la taquilla internacional durante la época navideña.
La comedia 'La Entrevista' tenía previsto llegar a la cartelera cinematográfica de finales de año con unas grandes previsiones. Las últimas producciones de Seth Rogen y James Franco habían funcionado muy bien y se calculaba un estreno en los Estados Unidos con cerca de 40 millones de dólares y superar las cifras de anteriores trabajos de corte similar como 'Juerga hasta el fin' y poder terminar con cifras por encima de los 150 millones de dólares como balance global.
Pero como sabemos un ataque informático (muy probablemente generado por una empleada descontenta) y numerosas amenazas de atentados terroristas que provocaron la cancelación de su estreno cinematográfico masivo, provocaron que esas previsiones se redujeran de forma notable. Finalmente la recaudación de 46 millones de dólares total quedó muy por debajo de lo que se esperaba. Esa cifra llega tras sumar sus (excelentes) datos en el sistema de vídeo bajo demanda (VOD) así como de su escasa presencia en cines, la cual apenas llegó a 400 pantallas después de haber tenido previsto un estreno masivo en más de 3.800 pantallas. Su estreno internacional tampoco fue como se esperaba, y todo sazonado por unas críticas durísimas que ponían el argumento del filme por los suelos.
Si tenemos en cuenta que el presupuesto total de 'La Entrevista' rondó los 80 millones de dólares -sumando gasto de producción como de distribución, promoción incluida-, encontramos unas pérdidas de en torno a 30 millones de dólares sólo con la película.
Eso sí, rara vez se habló tanto de una comedia como 'La Entrevista' más allá de los medios cinematográficos. Un gran revuelo con su argumento, el cual hablaba de un plan de la CIA para acabar con la vida del dictador de Corea del Norte utilizando para ello a dos estrellas de la televisión estadounidense. Un argumento que no gustó en absoluto a las autoridades norcoreanas, elevando quejas a las más altas instancias internacionales.
