Rebeldes prorrusos dicen que fuerzas ucranianas fueron expulsadas de cercanías Donetsk

Kiev, Reuters
Las fuerzas separatistas prorrusas dijeron el martes que expulsaron a las tropas gubernamentales ucranianas de dos distritos a las afueras de su bastión principal de Donetsk, y que su objetivo es ampliar su control a toda la región.


El avance rebelde lanzado la semana pasada acabó con una tregua de cinco meses, reactivó una guerra que ha dejado más de 5.000 personas muertas y provocó nuevas amenazas de sanciones a Moscú, acusada por la OTAN de respaldar a los separatistas con dinero, armas y tropas.

Los separatistas aseguran que su objetivo inicial es provocar la retirada de las fuerzas gubernamentales, para dejar a sus ciudades fuera del alcance de la artillería y aumentar el control de sus principales bastiones.

Eduard Basurin, subcomandante rebelde en Donetsk, dijo que las fuerzas separatistas repelieron a las tropas gubernamentales en el suburbio de Maryinka y del centro de la ciudad de Pesky, cerca del aeropuerto de Donetsk, un escenario habitual de batalla.

"Antes controlaban Maryinka por completo. Ahora es neutral. Están solo en las afueras", dijo por teléfono.

El objetivo eventual es capturar por completo la región de Donetsk, dijo Basurin.

Esto incluiría grandes centros poblacionales en manos del Gobierno, como el puerto de Mariupol, en el Mar de Azov, una ciudad de 500.000 habitantes en la que Kiev asegura que los bombardeos rebeldes mataron a 30 personas el sábado.

Basurin descartó que en la actualidad haya una ofensiva sobre Mariupol en marcha.

"El enemigo está intentando llevar a cabo una ofensiva contra unidades ucranianas para ocupar posiciones estratégicamente ventajosas para más operaciones militares", dijo el portavoz militar del Gobierno, Andriy Lysenko, en un discurso televisado.

Nueve soldados ucranianos murieron y 30 resultaron heridos el día anterior, afirmó.

Los bombardeos han continuado a lo largo de toda la línea del frente, que serpentea por la provincia de Donetsk y la vecina Luhansk.

"Llevan 10 días disparando con fuerza. Uno se sienta y no tiene ni idea de quién controla la ciudad, quién dispara y cuándo acabará", dijo el pensionista de 60 años Vladimir Saakyan, que huyó de su casa en la localidad de Avdiivka hacia territorio controlado por el Gobierno.

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