"¿Qué hacemos con Pepe?"
Es la pregunta del millón en la zona noble del Santiago Bernabéu. El asunto del central portugués tiene su miga. En el club salta una alarma cada vez que un contrato entra en los últimos 24 meses de vigor, para empezar a estudiar la situación del jugador correspondiente. En ese momento se encuentra Pepe, que termina su vinculación en junio de 2016. Es decir, en un año y medio finaliza la ampliación que hizo en el verano de 2011, justo al final de la primera temporada de Mourinho en el Real Madrid. El mismo verano en el que también renovó Ramos, él por un año más que el portugués, hasta 2017.
EL DATO
32 años cumplirá el central portugués el próximo mes de febrero
El caso es que en el Madrid ya se están planteando qué decisión van a tomar con Pepe. Decisión que no será fácil porque hay muchas cuestiones a tener en cuenta. Pepe está pletórico y deportivamente parece difícil no plantearse su renovación, a pesar de que el próximo mes de febrero cumplirá 32 años. No solo eso, sino que ha alcanzado un punto de madurez que es lo que más gusta en el club. En la zona noble del Bernabéu están más que satisfechos con el rendimiento pero, sobre todo, con la actitud de Pepe.
El portugués ha cambiado, se siente responsabilizado dentro y fuera del terreno de juego. En el campo está acoplado perfectamente al lado de Ramos y la cuarta posición en la capitanía que ocupa le ha hecho ver que su manera de entender el fútbol tenía que cambiar. Esto es lo que invita al Madrid a sentarse con el central a negociar la renovación y asegurarse al portugués en un futuro a medio-largo plazo. Posiblemente, se estaría hablando de darle dos años más.
El factor anímico tiene mucho que ver en el cambio experimentado por Pepe. Su reciente paternidad le ha ayudado a ver la vida de otra manera y todos sus comportamientos demuestran un poso reflexivo que antes no tenía. Además, su vida ha ganado en orden, olvidando muchas de las lesiones que antes sufría y que ahora apenas asoman en su día a día.
Cambio de planes
Lo cierto es que Pepe ha conseguido dar la vuelta a un escenario que meses atrás apuntaba a una salida más que segura para dar espacio a Varane. Ahora la situación es otra y el galo podría ser el que tuviese que mover ficha.
Pero desde otro punto de vista, también está la posibilidad de sacar un buen puñado de millones y terminar de rentabilizar a un jugador que costó 30 millones de euros. Sería el golpe perfecto para un futbolista que el Madrid ha amortizado de sobra. De la misma manera también está el miedo de tener que ir al mercado, donde el club blanco sufre para conseguir chollos. Todos estos factores son un dilema. El dilema Pepe.
Pepe cotiza al alza y nadie duda de que está entre los cinco mejores centrales del mundo. A pesar de terminar contrato en año y medio, en el club saben que en el verano le podrían sacar mucho dinero si lo vendiesen. Sería una operación redonda tras ocho años de servicio al club blanco previo pago de 30 kilos al Oporto. Por contra, eso obligaría al Madrid a ir al mercado para fichar otro central de garantías, con lo que eso supone. La operación sería muy elevada y con la duda de cómo saldría la compra. Renovar a Pepe compensaría mucho más, aunque ya se complicase la posibilidad de sacarle dinero en un traspaso.
La continuidad de Pepe sería un problema para Varane, que lleva tiempo pidiendo paso y que no consigue abrírselo con el portugués en una forma tan descomunal. Si Pepe sigue, el que podría pedir salir es el francés, que cada vez asume con más dificultad su suplencia siendo, como es, intocable en la selección gala. Con la delicada lesión de rodilla superada, Varane ya no ve impedimento alguno para ser titular. Pero Ancelotti no lo ve así y sigue apostando por la pareja Ramos-Pepe. Si la próxima temporada el panorama no cambia, el Madrid podría tener problemas para sujetar a un Varane por el que pujaría a lo bestia media Europa.
Pepe está, posiblemente, en el mejor momento de su carrera. Desde ese prisma, no se entendería mucho que el Madrid lo vendiese. Y menos se lo explicaría una afición que lo idolatra, como ha quedado de manifiesto en muchas ocasiones. Su entrega y compromiso han calado en la grada, pese a algunas acciones que en su momento le castigaron duramente pero que ya están superadas. También en el vestuario, donde se le adora y respeta. Tampoco se quiere tocar mucho el hábitat de Cristiano, íntimo amigo de Pepe.
Ancelotti considera a Pepe imprescindible, por encima de Varane, al que sigue catalogando como el tercer central de la plantilla muy por detrás del ex del Oporto. Con año y medio más de contrato por delante, el italiano quiere tener a Pepe en su equipo a cualquier precio, tal y como ha confesado al propio presidente blanco. Desde el punto de vista del técnico, por tanto, no hay ninguna duda. El portugués es un pilar del equipo y en ningún caso quiere desprenderse de él. El informe es más que positivo. Para Ancelotti el Madrid puede sentirse afortunado por tener la mejor pareja de centrales del mundo, más Varane, por si fuese poco.