Presidente sirio visitó el frente en víspera de Año Nuevo
Damasco, AP
El presidente sirio, Bashar Assad, hizo una rara visita a la primera línea de combate en la guerra civil que asola su país, para pasar la víspera de Año Nuevo con sus tropas en un tenso vecindario del este de la capital, Damasco, dijeron el jueves medios estatales.
Imágenes de televisión mostraron a Assad cenando con soldados y hombres armados progubernamentales en el barrio de Jobar el miércoles por la noche. El vecindario ha sido testigo de intensos combates en los últimos meses entre sus tropas y los combatientes de la oposición.
Assad aparecía compartiendo una comida a base de judías, papas cocidas y tomates con efectivos del ejército y de las conocidas como Fuerzas de Defensa Nacional.
"En fin de año, las familias se reúnen pero vosotros decidisteis estar aquí para proteger vuestro país"*, dijo el presidente a las tropas en los escasos fragmentos de grabación con audio. "Me gusta estar con vosotros en esta fecha".
El mandatario describió a los rebeldes que utilizan túneles subterráneos como "ratas", añadiendo que "luchamos contra ellos en la superficie".
En las imágenes, emitidas el jueves, se podía ver a Assad dando la mano y besando a soldados, entrando en fortificaciones y subiendo a un tanque.
Los soldados sirios llevan combatiendo a los rebeldes en Jobar desde 2013 y medios estatales dijeron que las fuerzas del gobierno habían realizado avances en la zona.
La visita del presidente se produjo al mismo tiempo que rebeldes dispararon casi dos docenas de bombas de mortero sobre la capital, de acuerdo con residentes. No estuvo claro si este ataque dejó víctimas.
Assad rara vez ha aparecido en público desde el inicio de la crisis en el país en 2011. La última vez que visitó el frente fue el 1 de agosto de 2013, cuando estuvo en el antiguo bastión de la oposición en Daraya, a las afueras de Damasco.
La guerra de Siria, que está entrando en su cuarto año, comenzó como una revuelta contra las cuatro décadas que llevaba la familia Assad en el poder. Desde entonces ha evolucionado hasta convertirse en una compleja guerra civil, que según estimaciones de activistas se habría cobrado unas 200.000 vidas.
El presidente sirio, Bashar Assad, hizo una rara visita a la primera línea de combate en la guerra civil que asola su país, para pasar la víspera de Año Nuevo con sus tropas en un tenso vecindario del este de la capital, Damasco, dijeron el jueves medios estatales.
Imágenes de televisión mostraron a Assad cenando con soldados y hombres armados progubernamentales en el barrio de Jobar el miércoles por la noche. El vecindario ha sido testigo de intensos combates en los últimos meses entre sus tropas y los combatientes de la oposición.
Assad aparecía compartiendo una comida a base de judías, papas cocidas y tomates con efectivos del ejército y de las conocidas como Fuerzas de Defensa Nacional.
"En fin de año, las familias se reúnen pero vosotros decidisteis estar aquí para proteger vuestro país"*, dijo el presidente a las tropas en los escasos fragmentos de grabación con audio. "Me gusta estar con vosotros en esta fecha".
El mandatario describió a los rebeldes que utilizan túneles subterráneos como "ratas", añadiendo que "luchamos contra ellos en la superficie".
En las imágenes, emitidas el jueves, se podía ver a Assad dando la mano y besando a soldados, entrando en fortificaciones y subiendo a un tanque.
Los soldados sirios llevan combatiendo a los rebeldes en Jobar desde 2013 y medios estatales dijeron que las fuerzas del gobierno habían realizado avances en la zona.
La visita del presidente se produjo al mismo tiempo que rebeldes dispararon casi dos docenas de bombas de mortero sobre la capital, de acuerdo con residentes. No estuvo claro si este ataque dejó víctimas.
Assad rara vez ha aparecido en público desde el inicio de la crisis en el país en 2011. La última vez que visitó el frente fue el 1 de agosto de 2013, cuando estuvo en el antiguo bastión de la oposición en Daraya, a las afueras de Damasco.
La guerra de Siria, que está entrando en su cuarto año, comenzó como una revuelta contra las cuatro décadas que llevaba la familia Assad en el poder. Desde entonces ha evolucionado hasta convertirse en una compleja guerra civil, que según estimaciones de activistas se habría cobrado unas 200.000 vidas.