Miles de alemanes marchan en Dresde contra la xenofobia
La ciudad donde nació el movimiento islamófobo Pegida organiza la mayor manifestación por la tolerancia
L. DONCEL
Berlín, El País
Dresde, la ciudad alemana que en las últimas semanas ha acaparado la atención de todo el país y de medios de comunicación de medio mundo por sus marchas islamófobas, ha querido mostrar este sábado que defiende una Alemania abierta a todos, independientemente de su procedencia o religión. Unas 10.000 personas, según estimaciones de la policía, se han concentrado frente a la famosa iglesia Frauenkirche con el lema “No dejaremos que el odio nos divida”.
Los organizadores, que elevan el número de participantes a 35.000, contaban con el apoyo de líderes democristianos como Stanislaw Tillich, primer ministro de Sajonia, el Estado del que es capital Dresde, o la alcaldesa de la ciudad, Helma Orosz. Esta es la manifestación más numerosa que ha surgido como reacción al movimiento antimusulmán Pegida, que el lunes pasado reunió a 18.000 personas en unas marchas que han polarizado a la ciudadanía alemana.
“No he venido aquí por estar en contra de la gente que se manifiesta con Pegida, sino porque no tengo miedo de aquellos que tienen otro color de piel, o costumbres. Dresde es más que un lugar en el que la gente salga a la calle semana tras semana por miedo a otras religiones o valores”, dijo la alcaldesa Orosz, en declaraciones recogidas por las agencias. “No nos dejamos intimidar, ni por Estado Islámico ni por Pegida” o “Todos reímos en el mismo idioma”, era algunos de los lemas de las pancartas.
Los autodenominados Patriotas contra la Islamización de Occidente han convocado para el próximo lunes una concentración con crespones negros en repulsa por los ataques islamistas de esta semana en París. Pegida y el partido ultraconservador Alternativa por Alemania ya han señalado que estos atentados refuerzan sus tesis; está ahora por ver si los asesinatos de París hacen que más gente salga a la calle y las marchas islamófobas logren otro récord de asistencia.
“Los actos de barbarie terrorista de Francia son un reto para nosotros y para defender los valores que defendemos”, aseguró la canciller Angela Merkel. La jefa de Gobierno también insistió, tal y como ya han hecho otros líderes políticos, en la necesidad de diferenciar entre el islamismo radical violento y los musulmanes, comunidad que en Alemania ronda los cuatro millones de personas.
Merkel participará este domingo en París en una marcha de apoyo al pueblo francés, en la que también estarán presentes los jefes de Gobierno de España, Reino Unido, Polonia o Turquía. El Consejo Central de los Musulmanes de Alemania ha llamado a los partidos con representación parlamentaria a participar en una concentración de repulsa por los atentados que tendrá lugar el próximo martes en la berlinesa Puerta de Brandeburgo. Una reciente encuesta de la Fundación Bertelsmann señalaba que el 57% de los alemanes considera el islam como una amenaza.
Berlín, El País
Dresde, la ciudad alemana que en las últimas semanas ha acaparado la atención de todo el país y de medios de comunicación de medio mundo por sus marchas islamófobas, ha querido mostrar este sábado que defiende una Alemania abierta a todos, independientemente de su procedencia o religión. Unas 10.000 personas, según estimaciones de la policía, se han concentrado frente a la famosa iglesia Frauenkirche con el lema “No dejaremos que el odio nos divida”.
Los organizadores, que elevan el número de participantes a 35.000, contaban con el apoyo de líderes democristianos como Stanislaw Tillich, primer ministro de Sajonia, el Estado del que es capital Dresde, o la alcaldesa de la ciudad, Helma Orosz. Esta es la manifestación más numerosa que ha surgido como reacción al movimiento antimusulmán Pegida, que el lunes pasado reunió a 18.000 personas en unas marchas que han polarizado a la ciudadanía alemana.
“No he venido aquí por estar en contra de la gente que se manifiesta con Pegida, sino porque no tengo miedo de aquellos que tienen otro color de piel, o costumbres. Dresde es más que un lugar en el que la gente salga a la calle semana tras semana por miedo a otras religiones o valores”, dijo la alcaldesa Orosz, en declaraciones recogidas por las agencias. “No nos dejamos intimidar, ni por Estado Islámico ni por Pegida” o “Todos reímos en el mismo idioma”, era algunos de los lemas de las pancartas.
Los autodenominados Patriotas contra la Islamización de Occidente han convocado para el próximo lunes una concentración con crespones negros en repulsa por los ataques islamistas de esta semana en París. Pegida y el partido ultraconservador Alternativa por Alemania ya han señalado que estos atentados refuerzan sus tesis; está ahora por ver si los asesinatos de París hacen que más gente salga a la calle y las marchas islamófobas logren otro récord de asistencia.
“Los actos de barbarie terrorista de Francia son un reto para nosotros y para defender los valores que defendemos”, aseguró la canciller Angela Merkel. La jefa de Gobierno también insistió, tal y como ya han hecho otros líderes políticos, en la necesidad de diferenciar entre el islamismo radical violento y los musulmanes, comunidad que en Alemania ronda los cuatro millones de personas.
Merkel participará este domingo en París en una marcha de apoyo al pueblo francés, en la que también estarán presentes los jefes de Gobierno de España, Reino Unido, Polonia o Turquía. El Consejo Central de los Musulmanes de Alemania ha llamado a los partidos con representación parlamentaria a participar en una concentración de repulsa por los atentados que tendrá lugar el próximo martes en la berlinesa Puerta de Brandeburgo. Una reciente encuesta de la Fundación Bertelsmann señalaba que el 57% de los alemanes considera el islam como una amenaza.
