Merkel minimiza el impacto de compras de bonos soberanos del BCE
Berlin, Reuters
La canciller alemana, Angela Merkel, minimizó el lunes el probable impacto que tendrá en la zona euro la eventual decisión que tomará esta semana el Banco Central Europeo de imprimir dinero, si bien uno de sus diputados advirtió que el aumento de liquidez del BCE podría distorsionar a los mercados.
Al ser consultada sobre si describiría como "la semana del destino" al periodo en el que se espera que el BCE anuncie un programa de compra de bonos soberanos y que Grecia elija a un nuevo Parlamento, la canciller se mostró en desacuerdo con una terminología tan dramática.
"No llamaría a esta la semana del destino para el euro. Siempre he dicho que la crisis de la zona euro todavía no ha sido superada por completo. Eso pasaba la semana pasada, en las últimas semanas del 2014 y también sucede durante estas semanas", indicó en una conferencia de prensa.
Merkel sostuvo que el BCE tomará su decisión el jueves sobre política monetaria en completa independencia, pese a que el poderoso Bundesbank germano se opone desde hace tiempo a esta política, denominada de alivio cuantitativo.
En relación a Grecia, donde lidera las encuestas el partido izquierdista Syriza, que ha prometido poner fin a las políticas de austeridad apoyadas por Merkel, aseguró que todos los esfuerzos están centrados en mantener al país dentro de la zona euro y que los griegos votarán de manera responsable el domingo.
El portavoz de la canciller, Steffen Seibert, declinó dar detalles sobre su reunión de la semana pasada con el presidente del BCE, Mario Draghi, destacando la sensibilidad política que rodea al lanzamiento del alivio cuantitativo para combatir la deflación e impulsar el crecimiento en el bloque.
No obstante, un destacado legislador del partido conservador de Merkel, Norbert Barthle, dijo a Reuters: "No estoy convencido sobre la necesidad de un programa masivo para comprar deuda estatal".
"Lo más sensato sería esperar primero a que las medidas que ya se han tomado hagan efecto", dijo el portavoz de asuntos presupuestarios de los conservadores en la Cámara Baja.
El Bundesbank considera que el alivio cuantitativo es una puerta trasera para financiar a gobiernos irresponsables, evitando que adopten reformas y generando, además, cargas potenciales a los contribuyentes alemanes.
Este argumento tiene mucho predicamento entre conservadores como Barthle, un miembro de los Demócrata Cristianos (CDU) de Merkel, cercano al ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble, y uno de los euroescépticos alemanes que ha combatido sin éxito estas medidas en los tribunales.
"La principal labor del BCE fue y es asegurar la estabilidad de los precios. Debería tener esto en mente en lugar de adoptar de forma cada vez más frecuente medidas dudosas para reflotar la economía", dijo Barthle.
Pese a la fuerte oposición germana a la compra de bonos soberanos por parte del BCE, se espera que la entidad anuncie el programa el jueves tras haber agotado otras herramientas de política monetaria.
La canciller alemana, Angela Merkel, minimizó el lunes el probable impacto que tendrá en la zona euro la eventual decisión que tomará esta semana el Banco Central Europeo de imprimir dinero, si bien uno de sus diputados advirtió que el aumento de liquidez del BCE podría distorsionar a los mercados.
Al ser consultada sobre si describiría como "la semana del destino" al periodo en el que se espera que el BCE anuncie un programa de compra de bonos soberanos y que Grecia elija a un nuevo Parlamento, la canciller se mostró en desacuerdo con una terminología tan dramática.
"No llamaría a esta la semana del destino para el euro. Siempre he dicho que la crisis de la zona euro todavía no ha sido superada por completo. Eso pasaba la semana pasada, en las últimas semanas del 2014 y también sucede durante estas semanas", indicó en una conferencia de prensa.
Merkel sostuvo que el BCE tomará su decisión el jueves sobre política monetaria en completa independencia, pese a que el poderoso Bundesbank germano se opone desde hace tiempo a esta política, denominada de alivio cuantitativo.
En relación a Grecia, donde lidera las encuestas el partido izquierdista Syriza, que ha prometido poner fin a las políticas de austeridad apoyadas por Merkel, aseguró que todos los esfuerzos están centrados en mantener al país dentro de la zona euro y que los griegos votarán de manera responsable el domingo.
El portavoz de la canciller, Steffen Seibert, declinó dar detalles sobre su reunión de la semana pasada con el presidente del BCE, Mario Draghi, destacando la sensibilidad política que rodea al lanzamiento del alivio cuantitativo para combatir la deflación e impulsar el crecimiento en el bloque.
No obstante, un destacado legislador del partido conservador de Merkel, Norbert Barthle, dijo a Reuters: "No estoy convencido sobre la necesidad de un programa masivo para comprar deuda estatal".
"Lo más sensato sería esperar primero a que las medidas que ya se han tomado hagan efecto", dijo el portavoz de asuntos presupuestarios de los conservadores en la Cámara Baja.
El Bundesbank considera que el alivio cuantitativo es una puerta trasera para financiar a gobiernos irresponsables, evitando que adopten reformas y generando, además, cargas potenciales a los contribuyentes alemanes.
Este argumento tiene mucho predicamento entre conservadores como Barthle, un miembro de los Demócrata Cristianos (CDU) de Merkel, cercano al ministro de Finanzas Wolfgang Schaeuble, y uno de los euroescépticos alemanes que ha combatido sin éxito estas medidas en los tribunales.
"La principal labor del BCE fue y es asegurar la estabilidad de los precios. Debería tener esto en mente en lugar de adoptar de forma cada vez más frecuente medidas dudosas para reflotar la economía", dijo Barthle.
Pese a la fuerte oposición germana a la compra de bonos soberanos por parte del BCE, se espera que la entidad anuncie el programa el jueves tras haber agotado otras herramientas de política monetaria.