Identificados los presuntos atacantes de la revista ‘Charlie Hebdo’

-Se entrega el más joven de los tres sospechosos, informa la agencia AFP
-Los presuntos terroristas fueron identificados este miércoles por las fuerzas de seguridad
-El atentado de este miércoles contra el semanario satírico causó 12 muertos y 11 heridos

Carlos Yárnoz
París, El País
Hamyd M., de 18 años, ha sido arrestado esta madrugada en relación con el ataque que ha costado la vida a 12 personas y ha provocado 11 heridos en la sede del semanario satírico Charlie Hebdo. Según AFP, el joven se ha entregado tras ver su nombre publicado en las redes sociales. El detenido es el más joven de los sospechosos que están siendo buscados por las fuerzas de seguridad galas.


Los otros supuestos terroristas son dos hermanos de nacionalidad francesa -Saïd y Chérif Kouachi, de 34 y 32 años-. La Jefatura de Policía de París ha pedido la colaboración ciudadana para tratar de atrapar a los fugitivos. Esta madrugada se han realizado varios registros, entre ellos uno en Reims, a 129 kilómetros de París, y otro en Charleville-Mézières, a 232 kilómetros de la capital, donde fue detenido Hamyd M.

Los presuntos autores del atentado, uno de los más graves de la historia de Francia, entraron este miércoles en la sede del semanario vestidos de negro, encapuchados, armados con fusiles kaláshnikov y al grito de "Alahu akbar" ("Alá es grande"), según confirmó en una declaración a la prensa el fiscal de París, François Molins.

Tras el atentado, el Gobierno francés elevó al máximo el nivel de alerta antiterrorista -denominado “alerta atentado”- y desplegó 3.000 policías en busca de los terroristas. A la vez, fueron reforzadas las medidas de protección en medios de comunicación e incluso se retrasaron las salidas de los colegios para evitar riesgos.

El terror se apoderó de Francia con este bárbaro ataque contra el corazón de los valores de la República y de Occidente en general. Entre los muertos está el director de la publicación, Stéphane Charbonnier, conocido como Charb. Otros cuatro heridos se debaten entre la vida y la muerte. El ataque, no reivindicado durante la jornada por ninguna organización, se produce después de que Francia y los franceses hayan sido señalados como objetivos por los principales movimientos yihadistas. Charlie Hebdo, todo un símbolo emblemático de la libertad de prensa en Europa, recibía continuas amenazas desde que en 2006 publicó caricaturas de Mahoma. El ataque originó una ola de condenas e indignación en todo el mundo.

Los atacantes penetraron en la sede de la revista, situada en el bulevar Richard Lenoir, en el distrito 11, poco después de las 11 de la mañana. Una hora antes, había comenzado en la segunda planta la habitual reunión semanal del equipo directivo, lo que indica que, muy probablemente, los terroristas tenían información de las actividades de la revista. Los atacantes, con fusiles kalasnikov, recorrieron las dependencias durante diez minutos mientras disparaban a redactores y empleados a muy escasa distancia, según fuentes policiales.

La mayoría de víctimas estaban en la sala de reuniones. El fiscal de París, François Molins, señaló a última hora de la tarde que fueron al menos dos los terroristas que penetraron en el edificio. El ministro del Interior, Bernard Cazenueve, afirmó que los atacantes dispararon varias ráfagas contra sus víctimas mientras decían que era “una venganza” en nombre de Mahoma.

Los terroristas realizaron una treintena en disparos. Decenas de empleados se refugiaron en la terraza del edificio, mientras escuchaban aterrorizados las detonaciones. En la revista se encontraban unos 60 dibujantes, periodistas y empleados.

Además del director, entre las víctimas mortales se encuentran otros tres destacados dibujantes de la publicación: Bernard Verlhac, conocido como Tignous, de 57 años; Jean Cabut, que firmaba como Cabu, de 76, y Georges Wolinski, de 80 años. También murió asesinado Bernard Maris, prestigioso economista, periodista y habitual colaborador de la revista.

En su huida, y de nuevo al grito de “Alahu al akbar”, los terroristas dispararon y remataron en el suelo a un policía que había acudido al lugar. Su vehículo recibió 15 impactos de bala en el cristal delantero. Un segundo agente, el encargado de proteger al director de Charlie Hebdo, había sido igualmente asesinado poco antes en la segunda planta del edificio. Al menos dos de los terroristas huyeron a bordo de un pequeño Citroën 1 de color negro en el que habían llegado. Fue abandonado poco después a escasa distancia, en el distrito 19, tras haber chocado con otro vehículo. Los terroristas reanudaron la huida en otro coche que robaron.

El presidente François Hollande, que se desplazó a la sede de la revista, calificó lo ocurrido de “acto excepcional de barbarie”. “Sabíamos que estábamos amenazados, y lo estamos porque somos un país de libertad”, señaló Hollande, quien convocó a mediodía una reunión extraordinaria de su Gobierno. “Ninguna barbarie terrorista podrá con la libertad”, señaló. Por la noche, y en un solemne mensaje al país, anunció para hoy una jornada de duelo nacional y calificó a los fallecidos de “héroes muertos por la libertad”.

A media tarde, se registraron manifestaciones de protesta en un centenar de localidades del país con la participación de decenas de miles de personas. Muchas de ellas con pancartas con la frase “Je suis Charlie”.

También el expresidente Nicolas Sarkozy pidió “un frente unido contra la barbarie” ante este ataque “al corazón de Francia”. El ultraderechista Frente Nacional se limitó a expresar sus condolencias a las familias de las víctimas y anunció que hará una próxima valoración. El FN, al que las encuestas sitúan como el partido con más apoyos en Francia, se caracteriza por su islamofobia y por su exigencia de expulsar a los imanes radicales o privar de la nacionalidad francesa a quienes se sumen a los grupos yihadistas.

Las principales organizaciones musulmanas de Francia, donde más de cinco millones de personas practican esa religión, condenaron con firmeza el atentado. “Es un acto bárbaro de extrema gravedad y un ataque contra la democracia y la libertad de prensa”, señaló el Consejo Francés de Culto Musulmán.

Antoine Basbous, director del Observatorio de los Países Árabes, con sede en París, comentó por teléfono que el atentado, “una carnicería”, es “un ataque contra los valores de Occidente”. Para Basbous, Francia, como otros países occidentales, debe tomar conciencia de que asistimos a “una guerra en varios territorios, incluido el francés”.

Desde hace meses, el Gobierno ha lanzado diversas alertas antiterroristas. El 20 de diciembre se concretó la amenaza. Un hombre originario de Burundi entró en la comisaría cerca de Tours y, al grito de “Alá es el más grande”, hirió con un cuchillo a una policía. Otro agente disparó al atacante, que murió minutos después.

Francia es también el país europeo que más combatientes aporta a las filas del Estado Islámico. Al menos 1.400 y, según la policía, 300 han regresado a Francia, lo que constituye una potencial amenaza.. En 2012, Mohamed Merah, combatiente en Afganistán y Paquistán, asesinó a siete franceses, incluidos tres escolares judíos, en las ciudades de Montauban y Toulouse. El año pasado, Mehdi Nemmouche, que había estado en Siria, regresó a Francia y mató después a cuatro personas en el museo judío de Bruselas.

Tras el atentado de ayer, el Gobierno se ha mostrado prudente al señalar una pista concreta sobre la autoría, pero Interior considera que la del islamismo radical es “la opción probable”.

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