Ferrari presenta su nuevo coche rojo para resurgir con Vettel
Maranello, As
Datos. Más allá de leyendas y esperanzas, de palabras y más palabras, de ilusiones que acaban en decepción, de sentir y pensar para nada, en Ferrari esta vez echan mano de los datos. Por si acaso. Para demostrar lo que son, lo que hacen y lo que pretenden. Y ahí la cosa impresiona, claro, 250.000 horas de trabajo, 700 personas, 1500 horas en el túnel del viento, 20.000 piezas construidas en 15 países distinto... todo eso para presentar el nuevo Ferrari SF15-T, la bestia roja con que el equipo italiano pretende dar un paso adelante con respecto al rendimiento del pasado año.
Y a pesar de todo, lo mejor del coche no está a la vista. O así debería ser. Y es que en Ferrari han hecho un completo rediseño de la mano de Mattia Binotto de su unidad de potencia para ganar caballos, potencia sobre todo, para no tener un deficit de casi 70 caballos con respecto a Mercedes, los dominadores del pasado año.
Pero hay más. Y es lo que se ve. Porque estamos ante el primer monoplaza en el que realmente debe notarse la mano y el genio de James Allison. El hombre que construyó aquellos Lotus de hace un par de años con los que Kimi Raikkonen ganó carreras y estaba en los podios, hasta Romain Grosjean se subía al cajón, ha puesto en el ordenador un coche con un diseño más limpio y más bonito, la parte trasera es más compacta (aunque no tanto como la del McLaren-Honda), los pontones laterales de diseño más agresivo también son distintos y sobresale una nariz aún más larga y plana que el pasado año.
Eso sí, a simple vista parece un monoplaza de transición y para un año de transición, sin excesivo riesgo, siguen con la suspensión delantera pull rod (por tracción) que tantos problemas les ha dado en los últimos años.
Y un detalle, han cambiado Fiat por Alfa Romeo en las pegatinas del coche. Mejor.
Aunque la máxima diferencia vendrá en su piloto estrella. Si Ferrari era Alonso y Alonso Ferrari, ahora pongan donde estaba el nombre del español el del alemán Sebastian Vettel. El tetracampeón debe ser el encargado de hacer resurgir una escudería en la que realmente no fallaba el piloto, pero... A su lado estará Kimi Raikkonen, un piloto más centrado, que acaba de ser padre, más delgado y con ganas de demostrar que sigue siendo un talento total en la F-1.
Mientras, Maurizio Arribavene, el nuevo jefe de la escudería, dice que este coche está construido para "ganar un par de carreras esta temporada". Coincide en el pronóstico con otras escuderías legendarias y anima a pensar en el pasado cuando las palabras seguían siendo lo importante y la leyenda y las ilusiones, ya saben todo aquello. Ahora ponen datos, pero...
Ambicioso. Quien conozca a Maurizio Arrivabene sabe que ese es el adjetivo que mejor define al nuevo jefe de Ferrari. Lean... "El trabajo que tenemos nosotros es reforzar esa mentalidad, esa pasión que se ha perdido un poco en años recientes y trabajar juntos con un solo objetivo; ganar tanto como sea posible". Y después razona la respuesta: "Soy realista. Nadie tiene poderes mágicos para cambiar las cosas cuando no se pueden cambiar, pero nosotros nos encontramos con un coche prácticamente listo. Le hemos aplicado ciertas modificaciones que en nuestra opinión son interesantes. Pero no quiero decir que vayamos a ganar el campeonato. Aunque estamos comprometidos con esas dos victorias de las que hablaba en diciembre".
Eso sí, se muestra entusiasmado con sus nuevos pilotos: "Tanto Kimi Räikkönen como Sebastian Vettel tienen que trabajar juntos como compañeros de equipo y tienen que trabajar con el equipo. Hay cosas de las que quiero evitar hablar en términos tan solo de pilotos. Todo el equipo trabaja para obtener los mejores resultados y esperamos que los pilotos hagan lo mismo
Datos. Más allá de leyendas y esperanzas, de palabras y más palabras, de ilusiones que acaban en decepción, de sentir y pensar para nada, en Ferrari esta vez echan mano de los datos. Por si acaso. Para demostrar lo que son, lo que hacen y lo que pretenden. Y ahí la cosa impresiona, claro, 250.000 horas de trabajo, 700 personas, 1500 horas en el túnel del viento, 20.000 piezas construidas en 15 países distinto... todo eso para presentar el nuevo Ferrari SF15-T, la bestia roja con que el equipo italiano pretende dar un paso adelante con respecto al rendimiento del pasado año.
Y a pesar de todo, lo mejor del coche no está a la vista. O así debería ser. Y es que en Ferrari han hecho un completo rediseño de la mano de Mattia Binotto de su unidad de potencia para ganar caballos, potencia sobre todo, para no tener un deficit de casi 70 caballos con respecto a Mercedes, los dominadores del pasado año.
Pero hay más. Y es lo que se ve. Porque estamos ante el primer monoplaza en el que realmente debe notarse la mano y el genio de James Allison. El hombre que construyó aquellos Lotus de hace un par de años con los que Kimi Raikkonen ganó carreras y estaba en los podios, hasta Romain Grosjean se subía al cajón, ha puesto en el ordenador un coche con un diseño más limpio y más bonito, la parte trasera es más compacta (aunque no tanto como la del McLaren-Honda), los pontones laterales de diseño más agresivo también son distintos y sobresale una nariz aún más larga y plana que el pasado año.
Eso sí, a simple vista parece un monoplaza de transición y para un año de transición, sin excesivo riesgo, siguen con la suspensión delantera pull rod (por tracción) que tantos problemas les ha dado en los últimos años.
Y un detalle, han cambiado Fiat por Alfa Romeo en las pegatinas del coche. Mejor.
Aunque la máxima diferencia vendrá en su piloto estrella. Si Ferrari era Alonso y Alonso Ferrari, ahora pongan donde estaba el nombre del español el del alemán Sebastian Vettel. El tetracampeón debe ser el encargado de hacer resurgir una escudería en la que realmente no fallaba el piloto, pero... A su lado estará Kimi Raikkonen, un piloto más centrado, que acaba de ser padre, más delgado y con ganas de demostrar que sigue siendo un talento total en la F-1.
Mientras, Maurizio Arribavene, el nuevo jefe de la escudería, dice que este coche está construido para "ganar un par de carreras esta temporada". Coincide en el pronóstico con otras escuderías legendarias y anima a pensar en el pasado cuando las palabras seguían siendo lo importante y la leyenda y las ilusiones, ya saben todo aquello. Ahora ponen datos, pero...
Ambicioso. Quien conozca a Maurizio Arrivabene sabe que ese es el adjetivo que mejor define al nuevo jefe de Ferrari. Lean... "El trabajo que tenemos nosotros es reforzar esa mentalidad, esa pasión que se ha perdido un poco en años recientes y trabajar juntos con un solo objetivo; ganar tanto como sea posible". Y después razona la respuesta: "Soy realista. Nadie tiene poderes mágicos para cambiar las cosas cuando no se pueden cambiar, pero nosotros nos encontramos con un coche prácticamente listo. Le hemos aplicado ciertas modificaciones que en nuestra opinión son interesantes. Pero no quiero decir que vayamos a ganar el campeonato. Aunque estamos comprometidos con esas dos victorias de las que hablaba en diciembre".
Eso sí, se muestra entusiasmado con sus nuevos pilotos: "Tanto Kimi Räikkönen como Sebastian Vettel tienen que trabajar juntos como compañeros de equipo y tienen que trabajar con el equipo. Hay cosas de las que quiero evitar hablar en términos tan solo de pilotos. Todo el equipo trabaja para obtener los mejores resultados y esperamos que los pilotos hagan lo mismo