Fernando Alonso queda en inferioridad mecánica
París, As
Desafío monumental para Honda en su regreso a la Fórmula 1 como proveedor de motores para McLaren. El gigantes japonés deberá afinar al máximo en el desarrollo de su unidad de potencia antes del próximo 1 de marzo, fecha en la que se producirá su homologación y posterior congelación. Un acierto siempre importante pero especialmente después de conocerse que sus rivales de Mercedes, Ferrari y Renault podrán continuar con el la evolución a lo largo de toda la temporada y hasta agotar los créditos que les otorga la normativa.
Una laguna en la reglamentación ha propiciado que Honda pueda verse en cierta desventaja respecto a los otros motoristas, aunque también es cierto que han contado con las posibilidades de modificar por completo su propulsor a ser nuevo en el campeonato. Mientras, sus competidores sólo tendrán la opción de consumir 32 créditos sobre un total de 66 que se repartan entre los 42 componentes en los que se ha dividido la unidad de potencia. Eso sí, podrán hacerlo a su antojo a lo largo de toda la campaña hasta agotarlos como prefieran.
Un sistema instaurado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en un intento de contener el gasto en investigación y desarrollo de los fabricantes, que se enfrentan a unas limitaciones que irán a más año a año. Si en 2015 disponen de un margen del 48 por ciento de créditos (que van de uno a tres dependiendo de la importancia del componente), el año que viene podrán modificar el 38 por ciento, en 2017 el 30, al siguiente el 23 y tan sólo el cinco por ciento en 2019 y 2020.
Honda se regirá por estas mismas cuotas a partir de 2016 pero no así esta campaña. Lo ha explicado Charly Whiting en un documento enviado a las escuderías al que han tenido acceso en ‘Autosport’. En opinión del director de carrera, la marca japonesa debe ingresar en las mismas condiciones que lo hicieron el resto de los constructores en año anterior, es decir, homologando su motor antes del 1 de marzo y, por tanto, se entiende que sin posibilidades de evolución como ya les ocurrió a los demás durante 2014. Tan sólo se contemplan cambios justificados por razones de fiabilidad, seguridad o reducción de costes.
Queda saber todavía si McLaren-Honda presentará algún tipo de apelación o consulta sobre esta interpretación de Whiting, buscando beneficiarse del mismo vacío reglamentario que sus rivales. En todo caso, su primer objetivo pasa por aprovechar su libertad absoluta de evolución hasta el mes de marzo para conseguir una unidad de potencia competitiva al máximo, en previsión de que durante el resto del campeonato puedan verse relegados respecto a las otras escuderías.
Desafío monumental para Honda en su regreso a la Fórmula 1 como proveedor de motores para McLaren. El gigantes japonés deberá afinar al máximo en el desarrollo de su unidad de potencia antes del próximo 1 de marzo, fecha en la que se producirá su homologación y posterior congelación. Un acierto siempre importante pero especialmente después de conocerse que sus rivales de Mercedes, Ferrari y Renault podrán continuar con el la evolución a lo largo de toda la temporada y hasta agotar los créditos que les otorga la normativa.
Una laguna en la reglamentación ha propiciado que Honda pueda verse en cierta desventaja respecto a los otros motoristas, aunque también es cierto que han contado con las posibilidades de modificar por completo su propulsor a ser nuevo en el campeonato. Mientras, sus competidores sólo tendrán la opción de consumir 32 créditos sobre un total de 66 que se repartan entre los 42 componentes en los que se ha dividido la unidad de potencia. Eso sí, podrán hacerlo a su antojo a lo largo de toda la campaña hasta agotarlos como prefieran.
Un sistema instaurado por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) en un intento de contener el gasto en investigación y desarrollo de los fabricantes, que se enfrentan a unas limitaciones que irán a más año a año. Si en 2015 disponen de un margen del 48 por ciento de créditos (que van de uno a tres dependiendo de la importancia del componente), el año que viene podrán modificar el 38 por ciento, en 2017 el 30, al siguiente el 23 y tan sólo el cinco por ciento en 2019 y 2020.
Honda se regirá por estas mismas cuotas a partir de 2016 pero no así esta campaña. Lo ha explicado Charly Whiting en un documento enviado a las escuderías al que han tenido acceso en ‘Autosport’. En opinión del director de carrera, la marca japonesa debe ingresar en las mismas condiciones que lo hicieron el resto de los constructores en año anterior, es decir, homologando su motor antes del 1 de marzo y, por tanto, se entiende que sin posibilidades de evolución como ya les ocurrió a los demás durante 2014. Tan sólo se contemplan cambios justificados por razones de fiabilidad, seguridad o reducción de costes.
Queda saber todavía si McLaren-Honda presentará algún tipo de apelación o consulta sobre esta interpretación de Whiting, buscando beneficiarse del mismo vacío reglamentario que sus rivales. En todo caso, su primer objetivo pasa por aprovechar su libertad absoluta de evolución hasta el mes de marzo para conseguir una unidad de potencia competitiva al máximo, en previsión de que durante el resto del campeonato puedan verse relegados respecto a las otras escuderías.