Familias de muertos en estampida Shanghái buscan respuestas

Shangai, AP
Al igual de decenas de miles de personas, Pan Haiqin, de 24 años, decidió recibir el año nuevo en el popular paseo marítimo de Shanghái, mientras los rascacielos de la otra orilla del río Huangpu resplandecían y brillaban. Pero dado que la multitud creció hasta convertirse en una masa de cuerpos sin control, la agente inmobiliaria nunca pudo llegar a las escaleras para ver las luces.


Casi 20 horas después, sus padres y amigos identificaron su cuerpo pisoteado en una morgue de la ciudad. Era una de las 36 personas fallecidas en la peor tragedia de la ciudad escaparate de China. Con otros 49 heridos más, cientos de familiares lloraban a sus muertos, que en su mayoría eran jóvenes y mujeres. Y en las redes sociales y televisiones muchos chinos se preguntaban cómo pudo ocurrir un incidente así en una de las ciudades de más alto perfil del país.

"Me culpo a mí mismo por esto. No la protegí", dijo el novio de Pan, Zhao Weiwei, con los ojos llenos de lágrimas. "Era una mujer alegre que trabajó muy duro en esta ciudad".

Además de por ser el corazón financiero de China, Shanghái es conocido por tener un gobierno municipal mejor engranado que en la mayoría de ciudades del país, con líderes supuestamente expertos en la gestión del tránsito y multitudes.

Las autoridades siguen investigando la causa de la estampida. Vendedores ambulantes, residentes en la zona del paseo, taxistas y testigos dijeron que la ciudad no estaba preparada para la gran afluencia del miércoles por la noche a pesar de la cancelación de un espectáculo de luz muy publicitado en el malecón de Bund.

Apenados familiares y amigos dijeron que los errores continuaron tras la tragedia, ya que los parientes no fueron informados sobre las labores de rescate. El viernes, muchos se vieron obligados a entrar en un complejo gubernamental, mientras los periodistas se quedaban en el exterior.

"Básicamente estamos bajo arresto domiciliario", dijo Cai Jinjin, cuyo primo Qi Xiaoyan falleció en la estampida, antes de que la policía de la ciudad pidiese a un periodista de la Associated Press que abandonase el edificio.

Durante espectáculos similares celebrados en años anteriores, la policía militar y de la ciudad controlaba estrictamente el tránsito tanto a pie como en coche. Pero el miércoles por la noche, decenas de miles de personas pudieron vagar libremente.

"En días feriados, la plaza está siempre cerrada — algo que es conocido por todos, pero esta vez estaba completamente abierta", dijo residente en la zona, que declinó ser identificado por temor a represalias. "¿Y cómo se puede mantener tránsito en dos direcciones en esos pasos con grandes multitudes?".

Zhao dijo que la multitud empujó a su novia y a otros a la parte de abajo de las escaleras, donde fueron pisoteados por un sinfín de personas.

"Estábamos tomados de la mano, pero había forma de resistir a la fuerza que empujaba hacia abajo", dijo. "Nos separaron, y la gente se caía boca arriba, unos encima de otros. Cuando pudimos sacarlos, muchos ya estaban inconscientes".

En medio del caos, Zhao llevó a Pan a un hospital en una ambulancia que estaba llena de cuerpos.

"Solo tenía vestida la ropa interior, y le puse mi jersey y mi chaqueta e intenté resucitarla", explicó.

Otros familiares llegaron más tarde al hospital — muchos tras viajar durante horas desde fuera de Shanghái — solo para recibir poca o ninguna información sobre sus seres queridos, según contaron.

Los padres de Pan, trabajadores inmigrantes en la vecina provincia de Zhejiang, no fueron informados hasta las 8 de la tarde del día después. Luego le mostraron su cadáver en una morgue.

El otro hospital de Shanghái, familiares de Yang Chunyu dijeron que se les negó en varias ocasiones ver el cuerpo de la mujer. Solo se les permitió después de protestar por el trato que estaban recibiendo.

"Llegué a Shanghái alrededor de las 7 de la tarde, pero nadie podía decirme nada", dijo su tío, Yang Kougen. "Nos dijeron que todas las solicitudes tenían que ser aprobadas por supervisores, pero no vimos a ningún jefe".

Finalmente, el padre de Pan intentó bloquear el tránsito cerca del complejo gubernamental — donde fueron ubicados algunos familiares — para exigir que los altos cargos del gobierno hablasen con los afectados. La policía respondió deteniéndolo.

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