España no dará la nacionalidad a descendientes de moriscos ni a saharauis

Madrid, EFE
El Gobierno español no emprenderá ninguna acción para conceder la nacionalidad española a los descendientes de los moriscos -musulmanes que fueron expulsados de España en el siglo XVII- ni tampoco a los saharahuis, cuyo territorio fue colonia española hasta los años 70 del pasado siglo.
El Ejecutivo explica que “no tiene prevista ninguna iniciativa legislativa” en relación a ambos colectivos, en una respuesta a un diputado socialista que preguntó sobre el asunto después de que se aprobase el año pasado dar la nacionalidad a los sefardíes -judíos de origen español descendientes de los expulsados en 1492-, propuesta que se tramita en el Parlamento.


Grupos de izquierda propusieron que en ese proyecto de ley se incluyeran también a los moriscos y a los saharauis por considerar que estos grupos son mucho menos numerosos que el de los sefardíes.

Hace unos meses, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó que el reconocimiento de la nacionalidad a los moriscos es “un problema técnico a discutir” que no puede resolverse “en un cuarto de hora”, pero consideró importante “honrar la memoria de los moriscos” como parte de la herencia y tradición españolas.

Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, se comprometió recientemente a encontrar un “cauce” para reconocer la nacionalidad a los saharahuis, si bien precisó que la ley que otorgará la nacionalidad a los sefardíes no es “un cajón de sastre” en el que se puedan incluir a otros colectivos.

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