El Milán vuelve a pinchar con Cerci en el banquillo
Sigue el momento negativo del Milán: tras la derrota en San Siro ante el Sassuolo la jornada anterior, los de Inzaghi no pudieron pasar del empate ante un Torino que mereció algo más. El choque empezó muy bien para los rossoneri, que abrieron la lata a los tres minutos de comenzar el encuentro. Menéz transformó un penalti por falta clara de Glik.
A partir de ese momento, los locales dominaron el enfrentamiento y solo un gran Diego López y el palo (que golpeó Darmian) les impidieron lograr un merecido empate. La expulsión de De Sciglio por doble amarilla en el minuto 45 complicó aún más los planes de Inzaghi, que en la reanudación decidió privarse de sus delanteros Niang y Menéz para defenderse con Abate y Alex.
El plan parecía efectivo gracias a otras paradas de Diego López, autor de otra actuación sobresaliente. Sin embargo, en el 81' llegó el justo premio para el Torino: el testarazo de Glik tras un corner supuso el 1-1, y los locales buscaron la victoria hasta el último minuto sin éxito. La llegada de Cerci (que vio todo el enfrentamiento desde el banquillo) de momento no le dio suerte al Milán: con una derrota y un empate en dos partidos, el tercer puesto que hoy está a cuatro puntos mañana puede seguir alejándose.
