El Chelsea irrumpe en el lío Messi-Barça
El club inglés apuesta fuerte y asumiría el pago de los 250 millones de la cláusula del argentino
Ramon Besa / Robert Álvarez
Barcelona, El País
Messi es aclamado en el Camp Nou mientras la prensa inglesa publica titulares sobre las ofertas con las que el Chelsea y el Manchester City están dispuestos a conseguir el fichaje del delantero argentino. El último episodio del desencuentro entre el 10 y el entrenador azulgrana Luis Enrique, el pasado sábado en Anoeta, ha disparado las informaciones sobre el interés de ambos clubes. La posibilidad de que Messi abandone el club de toda su vida va más allá de un pique puntual con el entrenador. Se basa, sobre todo, en su competitividad extrema y en sus ansias de seguir ganando todos los títulos posibles. Su futuro depende de los resultados a corto plazo. Si el Barça no gana, se irá, tal como publicó EL PAÍS el pasado 20 de noviembre.
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, habló con Messi el jueves, tras el partido de Copa ante el Elche. El jugador le transmitió su malestar. Bartomeu, según informó TV-3, le tranquilizó y llegó a comentarle que el club podría intentar contratar a un secretario técnico que también pudiera hacerse cargo del equipo en el caso de que Luis Enrique fuera destituido. En esa conversación salió a relucir el nombre de Rijkaard, entrenador del Barcelona desde 2003 hasta 2008, con el que Messi mantiene una buena relación. "Es una noticia totalmente falsa. Cuando acaban los partidos siempre bajo al vestuario, pero desmiento rotundamente esa noticia. No tiene ninguna base", afirmó Bartomeu en Nueva York, donde estuvo presente en un acto de la Fundación del Barcelona. El entorno del jugador también desmintió la información y añadió que Leo está muy molesto por el contenido de la misma.
El Chelsea, según diferentes informaciones, estaría en condiciones de pagar la cláusula de rescisión que contempla el contrato de Messi con el Barcelona. Asciende a 250 millones de euros. Ese contrato, cuya mejora se firmó en mayo, finaliza en 2018 y le asegura al jugador unos ingresos anuales cercanos a los 20 millones de euros. Lo cual no impidió que Messi efectuara el 18 de noviembre unas declaraciones al periódico argentino Olé en las que dejaba abierto su futuro: “Si bien dije que me gustaría quedarme allá, a veces no todo se da como uno quiere”. Messi, que tiene 27 años, apenas realiza ruedas de prensa y solo de vez en cuando lanza algún mensaje a través de las redes sociales, como sucedió el 5 de enero cuando se excusó, alegando una gastroenteritis, por no haber acudido al entrenamiento a puertas abiertas que efectuó el equipo azulgrana en el Miniestadi y al que asistieron unos 14.000 aficionados, la mayoría niños.
Mourinho echó balones fuera la víspera de Navidad, poco antes de un partido entre el Chelsea y el West Ham, al ser preguntado por el fichaje de Messi. “No tenemos esa posibilidad en este momento. Existe el Juego Limpio Financiero y tenemos que seguir ciertas normas, cumplir ciertos números. No estamos en condiciones de comprar a jugadores increíbles que, naturalmente, cobran cifras increíbles. Y el Barcelona, probablemente, no quiere vender, lo que lo hace aún más difícil para cualquiera”, concluyó el entrenador del Chelsea.
El ayudante de Mourinho, Steve Holland, en la previa del partido de hoy contra el Newcastle, repitió punto por punto las palabras de Mourinho. “Si te fijas en las cifras que mencionan los medios de comunicación, te das cuenta de que es algo que no se puede hacer”, subrayó Holland. El monto global del fichaje, según los rotativos ingleses, asciende a 640 millones de euros, incluyendo el salario del jugador para los próximos seis años.
Holland no fue el único en pronunciarse. También habló al respecto Cesc, jugador del Chelsea y excompañero y amigo de Messi, amistad reforzada por la buena sintonía existente entre las compañeras de ambos futbolistas. “Es todo más natural de lo que se ha montado. Messi es feliz en el Barça y el Barça es feliz con él”, declaró en Onda Cero. “Me sienta mal que digan que puedo mediar para que venga Messi al Chelsea. ¿Qué pinto yo hablando de contratos?”. Y, en relación a las tiranteces en las relaciones entre Messi y Luis Enrique, concluyó: “No conozco a Luis Enrique y sí que conozco a Leo, y dudo mucho que esté pasando lo que dicen, porque es un chico muy tranquilo y nunca he visto nada de eso en los tres años que pasamos juntos”.
Ramon Besa / Robert Álvarez
Barcelona, El País
Messi es aclamado en el Camp Nou mientras la prensa inglesa publica titulares sobre las ofertas con las que el Chelsea y el Manchester City están dispuestos a conseguir el fichaje del delantero argentino. El último episodio del desencuentro entre el 10 y el entrenador azulgrana Luis Enrique, el pasado sábado en Anoeta, ha disparado las informaciones sobre el interés de ambos clubes. La posibilidad de que Messi abandone el club de toda su vida va más allá de un pique puntual con el entrenador. Se basa, sobre todo, en su competitividad extrema y en sus ansias de seguir ganando todos los títulos posibles. Su futuro depende de los resultados a corto plazo. Si el Barça no gana, se irá, tal como publicó EL PAÍS el pasado 20 de noviembre.
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, habló con Messi el jueves, tras el partido de Copa ante el Elche. El jugador le transmitió su malestar. Bartomeu, según informó TV-3, le tranquilizó y llegó a comentarle que el club podría intentar contratar a un secretario técnico que también pudiera hacerse cargo del equipo en el caso de que Luis Enrique fuera destituido. En esa conversación salió a relucir el nombre de Rijkaard, entrenador del Barcelona desde 2003 hasta 2008, con el que Messi mantiene una buena relación. "Es una noticia totalmente falsa. Cuando acaban los partidos siempre bajo al vestuario, pero desmiento rotundamente esa noticia. No tiene ninguna base", afirmó Bartomeu en Nueva York, donde estuvo presente en un acto de la Fundación del Barcelona. El entorno del jugador también desmintió la información y añadió que Leo está muy molesto por el contenido de la misma.
El Chelsea, según diferentes informaciones, estaría en condiciones de pagar la cláusula de rescisión que contempla el contrato de Messi con el Barcelona. Asciende a 250 millones de euros. Ese contrato, cuya mejora se firmó en mayo, finaliza en 2018 y le asegura al jugador unos ingresos anuales cercanos a los 20 millones de euros. Lo cual no impidió que Messi efectuara el 18 de noviembre unas declaraciones al periódico argentino Olé en las que dejaba abierto su futuro: “Si bien dije que me gustaría quedarme allá, a veces no todo se da como uno quiere”. Messi, que tiene 27 años, apenas realiza ruedas de prensa y solo de vez en cuando lanza algún mensaje a través de las redes sociales, como sucedió el 5 de enero cuando se excusó, alegando una gastroenteritis, por no haber acudido al entrenamiento a puertas abiertas que efectuó el equipo azulgrana en el Miniestadi y al que asistieron unos 14.000 aficionados, la mayoría niños.
Mourinho echó balones fuera la víspera de Navidad, poco antes de un partido entre el Chelsea y el West Ham, al ser preguntado por el fichaje de Messi. “No tenemos esa posibilidad en este momento. Existe el Juego Limpio Financiero y tenemos que seguir ciertas normas, cumplir ciertos números. No estamos en condiciones de comprar a jugadores increíbles que, naturalmente, cobran cifras increíbles. Y el Barcelona, probablemente, no quiere vender, lo que lo hace aún más difícil para cualquiera”, concluyó el entrenador del Chelsea.
El ayudante de Mourinho, Steve Holland, en la previa del partido de hoy contra el Newcastle, repitió punto por punto las palabras de Mourinho. “Si te fijas en las cifras que mencionan los medios de comunicación, te das cuenta de que es algo que no se puede hacer”, subrayó Holland. El monto global del fichaje, según los rotativos ingleses, asciende a 640 millones de euros, incluyendo el salario del jugador para los próximos seis años.
Holland no fue el único en pronunciarse. También habló al respecto Cesc, jugador del Chelsea y excompañero y amigo de Messi, amistad reforzada por la buena sintonía existente entre las compañeras de ambos futbolistas. “Es todo más natural de lo que se ha montado. Messi es feliz en el Barça y el Barça es feliz con él”, declaró en Onda Cero. “Me sienta mal que digan que puedo mediar para que venga Messi al Chelsea. ¿Qué pinto yo hablando de contratos?”. Y, en relación a las tiranteces en las relaciones entre Messi y Luis Enrique, concluyó: “No conozco a Luis Enrique y sí que conozco a Leo, y dudo mucho que esté pasando lo que dicen, porque es un chico muy tranquilo y nunca he visto nada de eso en los tres años que pasamos juntos”.