Djokovic venció a Raonic e irá en semis de Australia ante Wawrinka
Melbourne, EFE
Los favoritos, al frente. Novak Djokovic, número uno del mundo, y Stan Wawrinka, defensor del título, tuvieron sólidas actuaciones y avanzaron a semifinales. El serbio se impuso a Milos Raonic por 7-6 (5), 6-4 y 6-2, mientras que el suizo derrotó a Kei Nishikori por 6-3, 6-4 y 7-6 (6). Ahora se verán las caras en el Abierto de Australia, al igual que en las últimas dos temporadas. En la otra semis, Andy Murray ante Tomas Berdych.
Djokovic puso presión desde el inicio. En su primer turno de devolución, dos chances de quiebre. Sin bien no las pudo aprovechar, marcó el terreno. Y en el octavo game, otro par de ocasiones desperdiciadas. Su buen ritmo con el saque (sólo estuvo una vez 0-30) y sus pocos errores no forzados (menos de diez en el primer set) lo dejaron mejor sentado de cara al tiebreak. Y ahí, en el desempate, siempre tuvo el control. Cierre por el 7-5 para la primera diferencia.
Con el envión ganador, el serbio hizo todo bien en el inicio del segundo set. Con la ventaja anímica en el marcador, quiebre y firmeza con su servicio para el 2-0. Una buena diferencia que Djokovic supo mantener gracias a su saque (16 de 17 con el primero y 4 de 5 con el segundo) para establecer dos sets de distancia.
En el tercero, un verdadero vendaval. Apretó y redujo hasta el mínimo a su oponente. Tuvo chance de quebrar en el primer game y terminó firmando roturas en el tercero y el quinto para un claro 4-1. Hasta ese pasaje, el serbio llevaba 8 de 8 con su saque y sin errores no forzados. No aflojó y se quedó con el pase a las semis, la 25ª de Grand Slam en su carrera y la 18ª en los últimos 19 Major.
Ahora irá ante Wawrinka, con quien perdió en cuartos de final de 2014 en cinco sets. Doce meses antes, la victoria había sido para él también en un quinto parcial. Se viene un gran cruce.
Pero antes el suizo tuvo que resolver su duelo ante Nishikori. Se impuso por 6-3, 6-4 y 7-6 (6) al finalista del US Open 2014, con una tarea estupenda, lanzando disparos potentes y abriendo la cancha con grandes ángulos. Su revés de una mano, su gran arma, le funcionó a la perfección y tuvo puntos en los que dejó literalmente parado al nipón.
Campeón de la Copa Davis a fines del año pasado y con el título del ATP de Chennai bajo el brazo, el suizo llegó a Melbourne con la intención de revalidar la corona más importante que logró en su carrera individual. Y ya está en semifinales, a dos triunfos de una nueva hazaña. Claro, pero aún resta lo más difícil.
En los dos primeros sets, el revés de Wawrinka, en especial el cruzado, fue una ráfaga que varias veces vio pasa el japonés, justo uno de esos jugadores que corren muchísimo y son incansables. Así lo dejó a Nishikori ese golpe letal del helvético,
El único contratiempo en esos dos primeros capítulos lo vivió sacando 5-4. Quedó 15-40, pero igualó, levantó un tercer break point y finalmente ganó su servicio y el set. En el tercero las acciones fueron más parejas, con Nishikori que logró un quiebre en el segundo game y quería escaparse, pero enseguida recuperó la rotura Wawrinka dejando a su rival en blanco.
Ya en el tie break, el suizo se puso 6-1, pero el nipón levantó cinco puntos de partido, hasta que un drop del perdedor pegó en la faja de la red y quedó de su lado. Respiró el suizo y también lo hicieron sus fanáticos, quienes celebraron luego con un gran saque de Stan.
En el recuento, el ganador logró el 86% de los puntos que disputó con el primer servicio y conectó 46 tiros ganadores, justo el doble que el japonés. Si bien sólo remató tres de las 11 oportunidades de quiebre que generó, lo de Wawrinka fue tremendo, frenó la ilusión de Nishikori y amenaza al siguiente adversario.
Los favoritos, al frente. Novak Djokovic, número uno del mundo, y Stan Wawrinka, defensor del título, tuvieron sólidas actuaciones y avanzaron a semifinales. El serbio se impuso a Milos Raonic por 7-6 (5), 6-4 y 6-2, mientras que el suizo derrotó a Kei Nishikori por 6-3, 6-4 y 7-6 (6). Ahora se verán las caras en el Abierto de Australia, al igual que en las últimas dos temporadas. En la otra semis, Andy Murray ante Tomas Berdych.
Djokovic puso presión desde el inicio. En su primer turno de devolución, dos chances de quiebre. Sin bien no las pudo aprovechar, marcó el terreno. Y en el octavo game, otro par de ocasiones desperdiciadas. Su buen ritmo con el saque (sólo estuvo una vez 0-30) y sus pocos errores no forzados (menos de diez en el primer set) lo dejaron mejor sentado de cara al tiebreak. Y ahí, en el desempate, siempre tuvo el control. Cierre por el 7-5 para la primera diferencia.
Con el envión ganador, el serbio hizo todo bien en el inicio del segundo set. Con la ventaja anímica en el marcador, quiebre y firmeza con su servicio para el 2-0. Una buena diferencia que Djokovic supo mantener gracias a su saque (16 de 17 con el primero y 4 de 5 con el segundo) para establecer dos sets de distancia.
En el tercero, un verdadero vendaval. Apretó y redujo hasta el mínimo a su oponente. Tuvo chance de quebrar en el primer game y terminó firmando roturas en el tercero y el quinto para un claro 4-1. Hasta ese pasaje, el serbio llevaba 8 de 8 con su saque y sin errores no forzados. No aflojó y se quedó con el pase a las semis, la 25ª de Grand Slam en su carrera y la 18ª en los últimos 19 Major.
Ahora irá ante Wawrinka, con quien perdió en cuartos de final de 2014 en cinco sets. Doce meses antes, la victoria había sido para él también en un quinto parcial. Se viene un gran cruce.
Pero antes el suizo tuvo que resolver su duelo ante Nishikori. Se impuso por 6-3, 6-4 y 7-6 (6) al finalista del US Open 2014, con una tarea estupenda, lanzando disparos potentes y abriendo la cancha con grandes ángulos. Su revés de una mano, su gran arma, le funcionó a la perfección y tuvo puntos en los que dejó literalmente parado al nipón.
Campeón de la Copa Davis a fines del año pasado y con el título del ATP de Chennai bajo el brazo, el suizo llegó a Melbourne con la intención de revalidar la corona más importante que logró en su carrera individual. Y ya está en semifinales, a dos triunfos de una nueva hazaña. Claro, pero aún resta lo más difícil.
En los dos primeros sets, el revés de Wawrinka, en especial el cruzado, fue una ráfaga que varias veces vio pasa el japonés, justo uno de esos jugadores que corren muchísimo y son incansables. Así lo dejó a Nishikori ese golpe letal del helvético,
El único contratiempo en esos dos primeros capítulos lo vivió sacando 5-4. Quedó 15-40, pero igualó, levantó un tercer break point y finalmente ganó su servicio y el set. En el tercero las acciones fueron más parejas, con Nishikori que logró un quiebre en el segundo game y quería escaparse, pero enseguida recuperó la rotura Wawrinka dejando a su rival en blanco.
Ya en el tie break, el suizo se puso 6-1, pero el nipón levantó cinco puntos de partido, hasta que un drop del perdedor pegó en la faja de la red y quedó de su lado. Respiró el suizo y también lo hicieron sus fanáticos, quienes celebraron luego con un gran saque de Stan.
En el recuento, el ganador logró el 86% de los puntos que disputó con el primer servicio y conectó 46 tiros ganadores, justo el doble que el japonés. Si bien sólo remató tres de las 11 oportunidades de quiebre que generó, lo de Wawrinka fue tremendo, frenó la ilusión de Nishikori y amenaza al siguiente adversario.