Un exdiputado alemán admite haber comprado pornografía infantil
"Lo que hice era legal, aunque moralmente reprobable", afirma el socialdemócrata
Enrique Müller
Berlín, El País
Sebastian Edathy, un exdiputado socialdemócrata de 45 años, hijo de padre hindú y madre alemana, estaba predestinado a ocupar un alto cargo en el actual Gobierno de gran coalición, que el miércoles cumplió un año de vida. Pero en octubre de 2013 la policía criminal federal alemana (BKA) descubrió el nombre del diputado en una larga lista de clientes de una página web canadiense que ofrecía pornografía infantil. El exparlamentario se había descargado al menos en siete ocasiones vídeos y fotos de niños desnudos en un portátil del Parlamento alemán.
Fue el comienzo de un escándalo que le costó el cargo al entonces ministro de Agricultura, el socialcristiano bávaro, Hans Peter Friedrich, que fue acusado de entorpecer la acción de la justicia, cuando en su papel de ministro del Interior del anterior Gobierno federal reveló a altos cargos del SPD que Edathy estaba siendo investigado.
Edathy, informado por algunos colegas de su partido, desapareció de la faz de la tierra el pasado febrero, renunció a su cargo de diputado y reapareció este jueves en Berlín para comparecer ante la prensa y también ante una comisión especial de Parlamento Federal, para intentar convencer a sus colegas y también a la opinión pública de que no había cometido ningún delito.
Ante multitud de periodistas y protegido por varios agentes de la policía de Berlín, vestidos de civil, Edathy admitió que la compra de películas con niños desnudos había sido “legal, aunque inmoral” y tuvo un gesto de arrepentimiento, en un intento de reconquistar el aprecio de la opinión pública.
“Sé que he decepcionado a muchas personas, no sólo en mi distrito electoral, sino también en casi todo el país. Siento mucho lo que hice”, dijo el exdiputado, quien se negó a responder a la pregunta de si era pedófilo. “Lo que hice era legal, aunque moralmente reprobable”, insistió, al admitir que había descargado en su ordenador del Parlamento material que la justicia considera como ilegal. En Alemania está prohibido producir, difundir, almacenar o consumir imágenes o escritos pornográficos cuyos protagonistas sean menores de 14 años.
Edathy, que deberá comparecer ante la justicia el próximo mes de febrero, está negociando el pago de una multa para evitar un largo proceso y el riesgo de ser declarado culpable. La justicia alemana resolvió, el 18 de noviembre pasado, aceptar las acusaciones contra el exparlamentario socialdemócrata, al considerar que estaba demostrado que había descargado vídeos y fotos de niños desnudos en un portátil del Bundestag al menos en siete ocasiones.
El caso del diputado convenció al Gobierno alemán de volver a legislar para endurecer el castigo a las personas que trafiquen o utilicen pornografía infantil. En septiembre, el ministro de Justicia, Heiko Mass, presentó un nuevo proyecto de ley en el que se castiga hasta con tres años de cárcel a quien posea o distribuya fotos de niños desnudos que sean consideradas pornográficas.
“Las nuevas normas mejorarán la protección de las víctimas de ofensas sexuales”, dijo el ministro cuando presentó el nuevo texto legal que fue aprobado por el gabinete federal. “La pornografía infantil es un abuso sexual. Los niños no son capaces de defenderse contra tal violencia y son traumatizados”.
Aunque el escándalo estalló el pasado febrero, el caso Edathy tiene raíces más profundas. En octubre de 2013, cuando el partido que preside Angela Merkel estaba negociando con los socialdemócratas para formar un nuevo Gobierno de gran coalición, el entonces ministro del Interior, Hans Peter Friedrich, informó al presidente del SPD, Sigmar Gabriel, de que Edathy estaba siendo investigado por el BKA, en un intento de evitar un nombramiento que habría sido dañino para el futuro Gobierno. Gabriel informó a sus colaboradores más cercanos y la cúpula tomo la decisión de borrar el nombre de Edathy para ocupar un alto cargo en un futuro Gobierno. Aún no está claro quién alertó a Edathy de que estaba siendo investigado, pero el exdiputado reaccionó con un gesto que aumentó las sospechas: huyó del país.
Este jueves, el exparlamentario admitió en Berlín que su carrera política en Alemania había acabado y que intentaría rehacer su vida en una ciudad marroquí. Pero, en la tumultuosa rueda de prensa que ha duró más de dos horas, Edathy rehusó dar detalles sobre el material que había adquirido a la firma canadiense, que estaba siendo investigada por la policía de varios países como sospechosa de distribuir material pornográfico pedófilo.
Enrique Müller
Berlín, El País
Sebastian Edathy, un exdiputado socialdemócrata de 45 años, hijo de padre hindú y madre alemana, estaba predestinado a ocupar un alto cargo en el actual Gobierno de gran coalición, que el miércoles cumplió un año de vida. Pero en octubre de 2013 la policía criminal federal alemana (BKA) descubrió el nombre del diputado en una larga lista de clientes de una página web canadiense que ofrecía pornografía infantil. El exparlamentario se había descargado al menos en siete ocasiones vídeos y fotos de niños desnudos en un portátil del Parlamento alemán.
Fue el comienzo de un escándalo que le costó el cargo al entonces ministro de Agricultura, el socialcristiano bávaro, Hans Peter Friedrich, que fue acusado de entorpecer la acción de la justicia, cuando en su papel de ministro del Interior del anterior Gobierno federal reveló a altos cargos del SPD que Edathy estaba siendo investigado.
Edathy, informado por algunos colegas de su partido, desapareció de la faz de la tierra el pasado febrero, renunció a su cargo de diputado y reapareció este jueves en Berlín para comparecer ante la prensa y también ante una comisión especial de Parlamento Federal, para intentar convencer a sus colegas y también a la opinión pública de que no había cometido ningún delito.
Ante multitud de periodistas y protegido por varios agentes de la policía de Berlín, vestidos de civil, Edathy admitió que la compra de películas con niños desnudos había sido “legal, aunque inmoral” y tuvo un gesto de arrepentimiento, en un intento de reconquistar el aprecio de la opinión pública.
“Sé que he decepcionado a muchas personas, no sólo en mi distrito electoral, sino también en casi todo el país. Siento mucho lo que hice”, dijo el exdiputado, quien se negó a responder a la pregunta de si era pedófilo. “Lo que hice era legal, aunque moralmente reprobable”, insistió, al admitir que había descargado en su ordenador del Parlamento material que la justicia considera como ilegal. En Alemania está prohibido producir, difundir, almacenar o consumir imágenes o escritos pornográficos cuyos protagonistas sean menores de 14 años.
Edathy, que deberá comparecer ante la justicia el próximo mes de febrero, está negociando el pago de una multa para evitar un largo proceso y el riesgo de ser declarado culpable. La justicia alemana resolvió, el 18 de noviembre pasado, aceptar las acusaciones contra el exparlamentario socialdemócrata, al considerar que estaba demostrado que había descargado vídeos y fotos de niños desnudos en un portátil del Bundestag al menos en siete ocasiones.
El caso del diputado convenció al Gobierno alemán de volver a legislar para endurecer el castigo a las personas que trafiquen o utilicen pornografía infantil. En septiembre, el ministro de Justicia, Heiko Mass, presentó un nuevo proyecto de ley en el que se castiga hasta con tres años de cárcel a quien posea o distribuya fotos de niños desnudos que sean consideradas pornográficas.
“Las nuevas normas mejorarán la protección de las víctimas de ofensas sexuales”, dijo el ministro cuando presentó el nuevo texto legal que fue aprobado por el gabinete federal. “La pornografía infantil es un abuso sexual. Los niños no son capaces de defenderse contra tal violencia y son traumatizados”.
Aunque el escándalo estalló el pasado febrero, el caso Edathy tiene raíces más profundas. En octubre de 2013, cuando el partido que preside Angela Merkel estaba negociando con los socialdemócratas para formar un nuevo Gobierno de gran coalición, el entonces ministro del Interior, Hans Peter Friedrich, informó al presidente del SPD, Sigmar Gabriel, de que Edathy estaba siendo investigado por el BKA, en un intento de evitar un nombramiento que habría sido dañino para el futuro Gobierno. Gabriel informó a sus colaboradores más cercanos y la cúpula tomo la decisión de borrar el nombre de Edathy para ocupar un alto cargo en un futuro Gobierno. Aún no está claro quién alertó a Edathy de que estaba siendo investigado, pero el exdiputado reaccionó con un gesto que aumentó las sospechas: huyó del país.
Este jueves, el exparlamentario admitió en Berlín que su carrera política en Alemania había acabado y que intentaría rehacer su vida en una ciudad marroquí. Pero, en la tumultuosa rueda de prensa que ha duró más de dos horas, Edathy rehusó dar detalles sobre el material que había adquirido a la firma canadiense, que estaba siendo investigada por la policía de varios países como sospechosa de distribuir material pornográfico pedófilo.