Ucrania reclama ayuda urgente a la UE para evitar la quiebra

Bruselas evita comprometerse pero anuncia más ayudas para 2015

Lucía Abellán
Bruselas, El País
El enfrentamiento con Rusia ha colocado a Ucrania en una situación económica límite. “Para poder superar 2015 necesitamos desesperadamente un paquete de ayuda financiera”, enfatizó ayer el primer ministro ucranio, Arseni Yatseniuk, en una conferencia pronunciada en Bruselas. Arropado por sus principales ministros, Yatseniuk quiso aprovechar su presencia en la capital de Europa para alertar de que su país vive una situación muy delicada, que no podrá superar en solitario.


El líder ucranio trazó un panorama inquietante: la economía se ha contraído un 7%, la producción industrial ha caído un 10%, el Gobierno ha despedido al 10% de los funcionarios y ha eliminado programas de protección social y agencias públicas. A pesar de todo, las arcas públicas han recaudado un 5% más, una cifra que Yatseniuk presentó como muestra de su lucha contra la corrupción y la economía sumergida. “Haremos todo lo que sea necesario, pero necesitamos ayuda para estabilizar la economía, el sector fiscal y financiero y para superar este periodo histórico turbulento y complicado”, abundó en un acto organizado por la casa de análisis European Policy Centre.

La Unión Europea prefiere aguardar antes de comprometer más ayuda. Los jefes de Estado y de Gobierno discutirán los aprietos de Ucrania en la cumbre que comienza mañana en Bruselas y es posible que manifiesten alguna intención. Más allá de esa cita, la Comisión Europea da por segura una ayuda adicional a Kiev en el marco de la conferencia de donantes que se está organizando para principios de 2015. “Seguro que la UE hará un anuncio allí”, avanza un portavoz comunitario.

Ucrania reclama unos 12.000 millones de euros para evitar la quiebra, cantidad que duplica lo que el club comunitario ha prometido a Kiev para este año y el próximo. Desde que se aprobó el marco de asistencia financiera, el pasado marzo, Bruselas ha desembolsado algo más de 1.000 millones y en las próximas semanas espera aprobar otra entrega. Yatseniuk asegura que su país ha recibido algo más de 7.000 millones de diferentes instituciones, pero que en este periodo ha tenido que abonar 11.000 millones en vencimientos de deudas. El líder ucranio apeló a la UE, al FMI y al G7. “También al G20”, añadió su ministra de Finanzas, Natalia Yaresko, uno de los tres miembros del nuevo Gobierno que acaba de recibir la nacionalidad ucrania. Yaresko es estadounidense de origen —aunque de familia ucrania—, una baza importante a la hora de negociar con Washington y Bruselas la asistencia financiera que reclama su país.

La UE está dispuesta a ayudar a Ucrania, pero quiere asegurarse de que ese dinero se invierte en reformar el país y acercarlo a los estándares europeos. “Necesitamos una estrategia de reformas a la que podamos responder y estar seguros de que nuestro apoyo y nuestra inversión dan frutos a largo plazo”, alega un portavoz comunitario de Asuntos Financieros.

Con un detallado recuento de las reformas que están aplicando en la justicia, las fuerzas de seguridad y la economía, el Gobierno de Yatseniuk se desplazó el lunes a Bruselas para participar en el primer encuentro del Consejo de Asociación, el órgano que supervisará los avances del acuerdo de asociación que vincula a ambos territorios y cuyo rechazo por el anterior presidente, Víctor Yanukóvich, originó las revueltas iniciadas en Kiev hace más de un año.

En el flanco de las sanciones a Rusia, Estados Unidos anunció ayer que prepara nuevos castigos para finales de semana, según Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca. Los líderes comunitarios sólo tienen previsto añadir más nombres a la lista de sancionados por la desestabilización de Ucrania y un endurecimiento del embargo a Crimea.

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