Rakitic e Iniesta guían al Barça para sentenciar la eliminatoria
Al Barcelona le bastó poco más de media hora para retratar el absurdo sistema de Copa del Rey al que estamos condenados. En menos de 40 minutos, ya sobraban cinco minutos de la primera parte, los 45 de la segunda y los 90 del partido de vuelta. Bonita manera de masacrar una competición. El partido a los 39 minutos iba ya 0-3 a favor del Barcelona y acabó 0-4. No acabó con más diferencia porque el Huesca tiene fútbol y vergüenza y el Barcelona, pereza.
Un Barça de irregulares, jugadores en recuperación y jóvenes aspirantes a conquistar la gloria (menos Montoya, al que Luis Enrique le ha colocado la letra escarlata a perpetuidad) desmontaron a un Huesca que si bien demostró buen gusto por el juego y jugadores más que virgueros, mención especial a Josan en este aspecto, aún está muy lejos del transatlántico barcelonista.
Ni por un momento permitió el Barça que el partido se le pudiera descontrolar. Ter Stegen dudó en el primer balón que llegó a sus dominios, pero luego fue el robot habitual, la defensa no pasó por apuros y de ahí hacia adelante, Samper tomó el mando de las operaciones. La aparición del joven centrocampista es un síntoma a tener en cuenta. El chico lo tiene todo para triunfar. Luego pasará lo que pasará, pero Samper pinta a jugadorazo.
Fue curioso como este Barcelona copero sentenció el partido, que fue desde la larga distancia. Cuatro disparos de fuera del área como cuatro soles que dejan la eliminatoria vista para sentencia que se escenificará en un Camp Nou al que acudirá la gente de buena voluntad que quiera colaborar con la jornada solidaria que organizará ese día.
Más allá del resultado, queda como como conclusión positiva que Ter Stegen rinde bajo cualquier circunstancia, que Iniesta volvió a jugar 90 minutos, que Rakitic tiene un cañón y, por encima de todo, que Samper dará que hablar.
