Quiénes son los psicólogos que diseñaron las torturas de la CIA
Washington, AP
La CIA pagó 80 millones de dólares a una firma dirigida por dos ex psicólogos de la Fuerza Aérea sin experiencia en interrogatorios o en lucha antiterrorista que fueron los artífices de las técnicas de tortura como el "submarino", bofetadas en la cara y entierros simulados para prisioneros sospechosos de terrorismo, según el reporte del Senado de Estados Unidos difundido ayer.
Los dos psicólogos son mencionados en el reporte con los seudónimos de "Dunbar" y "Swigert", pero han sido identificados por fuentes de inteligencia estadounidenses como James Mitchell y Bruce Jessen.
La CIA subcontrató más del 80 por ciento de su programa de interrogatorios a la empresa Mitchell Jessen & Associates de Spokane, Washington, por su trabajo desde el 2005 hasta el término del acuerdo en el 2009.
La CIA también pagó a la compañía un millón de dólares para proteger a la empresa y sus empleados de responsabilidades legales.
Dudas
El reporte del Senado cuestiona la capacitación de los psicólogos y los acusa de violar la ética profesional al diseñar un sistema que Dianne Feinstein, presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, dijo que llevó a la tortura de algunos detenidos de laCIA.
"Ninguno de los psicólogos tenían experiencia como interrogador ni tenía conocimientos especializados de al Qaeda, antecedentes en la lucha contra el terrorismo, o cualquier experiencia cultural o lingüística relevante", según el reporte.
Más agresivos
En un incidente en una prisión secreta en el 2003, Abd al-Rahim al-Nashiri, capturado en el 2002 y sospechoso de ser el autor intelectual del ataque contra el USS Cole en Adén en el 2000, fue sometido varias veces al "submarino", debió permanecer con las manos en la cabeza por horas y fue amenazado, con los ojos vendados, con el zumbido de un taladro eléctrico cerca de su cabeza.
Algunos miembros de la CIA que participaron en el interrogatorio concluyeron que Nashiri no estaba reteniendo información significativa sobre planes terroristas.
Incluso después de eso, un psicólogo presente instó a que Nashiri fuera sometido a métodos más agresivos para inducir el "nivel deseado de impotencia", según el reporte publicado el martes. El reporte no dijo si el psicólogo que hizo la recomendación fue Mitchell o Jessen.
El jefe de interrogatorios de la CIA se mostró tan consternado cuando recibió el plan propuesto por la firma que envió un correo electrónico a sus colegas diciendo que el programa era un "choque de trenes" a punto de ocurrir, y que ya no quería ser asociado con él, dijo el reporte.
"¿Por qué no me dejan en paz?" dijo Mitchell, que vive retirado en el estado de Florida, a un periodista de Reuters al ser contactado por teléfono el martes. "Ni siquiera puedo confirmar o negar si estuve involucrado. Hable con la CIA".
Mitchell dijo en abril, según citas reproducidas por el diario británico The Guardian, que no tenía nada de qué disculparse, y declaró: "Hice lo mejor que pude". Su antiguo colega, Jessen, no pudo ser contactado para obtener comentarios.
La CIA pagó 80 millones de dólares a una firma dirigida por dos ex psicólogos de la Fuerza Aérea sin experiencia en interrogatorios o en lucha antiterrorista que fueron los artífices de las técnicas de tortura como el "submarino", bofetadas en la cara y entierros simulados para prisioneros sospechosos de terrorismo, según el reporte del Senado de Estados Unidos difundido ayer.
Los dos psicólogos son mencionados en el reporte con los seudónimos de "Dunbar" y "Swigert", pero han sido identificados por fuentes de inteligencia estadounidenses como James Mitchell y Bruce Jessen.
La CIA subcontrató más del 80 por ciento de su programa de interrogatorios a la empresa Mitchell Jessen & Associates de Spokane, Washington, por su trabajo desde el 2005 hasta el término del acuerdo en el 2009.
La CIA también pagó a la compañía un millón de dólares para proteger a la empresa y sus empleados de responsabilidades legales.
Dudas
El reporte del Senado cuestiona la capacitación de los psicólogos y los acusa de violar la ética profesional al diseñar un sistema que Dianne Feinstein, presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, dijo que llevó a la tortura de algunos detenidos de laCIA.
"Ninguno de los psicólogos tenían experiencia como interrogador ni tenía conocimientos especializados de al Qaeda, antecedentes en la lucha contra el terrorismo, o cualquier experiencia cultural o lingüística relevante", según el reporte.
Más agresivos
En un incidente en una prisión secreta en el 2003, Abd al-Rahim al-Nashiri, capturado en el 2002 y sospechoso de ser el autor intelectual del ataque contra el USS Cole en Adén en el 2000, fue sometido varias veces al "submarino", debió permanecer con las manos en la cabeza por horas y fue amenazado, con los ojos vendados, con el zumbido de un taladro eléctrico cerca de su cabeza.
Algunos miembros de la CIA que participaron en el interrogatorio concluyeron que Nashiri no estaba reteniendo información significativa sobre planes terroristas.
Incluso después de eso, un psicólogo presente instó a que Nashiri fuera sometido a métodos más agresivos para inducir el "nivel deseado de impotencia", según el reporte publicado el martes. El reporte no dijo si el psicólogo que hizo la recomendación fue Mitchell o Jessen.
El jefe de interrogatorios de la CIA se mostró tan consternado cuando recibió el plan propuesto por la firma que envió un correo electrónico a sus colegas diciendo que el programa era un "choque de trenes" a punto de ocurrir, y que ya no quería ser asociado con él, dijo el reporte.
"¿Por qué no me dejan en paz?" dijo Mitchell, que vive retirado en el estado de Florida, a un periodista de Reuters al ser contactado por teléfono el martes. "Ni siquiera puedo confirmar o negar si estuve involucrado. Hable con la CIA".
Mitchell dijo en abril, según citas reproducidas por el diario británico The Guardian, que no tenía nada de qué disculparse, y declaró: "Hice lo mejor que pude". Su antiguo colega, Jessen, no pudo ser contactado para obtener comentarios.