Mensaje de Navidad: Papa pide por la paz y la salvación de los pueblos

Redacción central, ANF
El Papa Francisco pidió por la paz y la salvación de los pueblos a través de Jesús en su mensaje de Navidad y la tradicional bendición ‘urbi et orbi’ (a la ciudad y al mundo).
Frente a más de 80.000 feligreses, el sumo pontífice, desde la basílica de San Pedro, se dirigió a Roma y al mundo para pedir por la liberación de aquellas personas que sufren las consecuencias de la guerra, la persecución y la esclavitud.


“Para él, el Salvador del mundo, le pido que guarde a nuestros hermanos y hermanas de Irak y de Siria, que padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún perdura y, junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y religiosos, sufren una persecución brutal”, inició Francisco, según su mensaje difundido por Radio Vaticana.

Así también, su mensaje se dirigió a las personas que están sufriendo en Ucrania, donde los combates entre rebeldes y las fuerzas del gobierno han dejado desde abril pasado más de 5.000 muertos, entre combatientes y civiles.

También pidió por aquellos pueblos donde se derrama sangre de personas apartadas injustamente de sus seres queridos, tal el caso de Nigeria. “También invoco la paz para otras partes del continente africano. Pienso, en particular, en Libia, el Sudán del Sur, la República Centroafricana y varias regiones de la República Democrática del Congo”, exclamó el sumo pontífice, quien apostó por un diálogo que pueda permitir superar estos conflictos.

Según reportes de la prensa internacional, Francisco dio su mensaje con un rostro entristecido y voz afligida. En una parte de su alocución, se refirió a la violencia y la trata y tráfico de la que son víctimas los niños y niñas y de aquellos otros que murieron en Pakistán o que sufren por el ébola, especialmente en países como Liberia, Sierra Leona y Guinea.

“Niño Jesús, mi pensamiento se dirige hoy a todos los niños asesinados y maltratados, ya sea aquellos antes de ver la luz, privados del amor generoso de sus padres y sepultados por el egoísmo de una cultura que no ama a la vida, que a los niños desalojados a causa de las guerras y de las persecuciones, abusados y explotados delante de nosotros y con nuestro silencio cómplice”, expresó el Papa, quien enfatizó que “hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad, junto con las lágrimas del Niño Jesús”.

Para finalizar, Francisco invocó al poder divino de Cristo para transformar las armas en arados, la destrucción en creatividad, el odio en amor y ternura, y que sea él quien ilumine los corazones de hombres y mujeres que habitan la tierra.

Entradas populares