Lammens: "Lo justo sería un árbitro ni de Europa ni América"
Marrakech, As
Las declaraciones de Matias Lammens a AS sobre el arbitraje de la final del Mundialito ("¿Violentos? San Lorenzo debe preocuparse por Pepe") cargaban la atmósfera del entrenamiento de San Lorenzo de hoy jueves, en el segundo campo anexo del Stade de Marrakech. El técnico, Edgardo Bauza, intentó relajar un poco el ambiente: "No tenemos preferencia. El árbitro ante el Auckland fue demasiado celoso y demasiadas amarillas por roces comunes. Deben tener directivas de la FIFA, pero no me preocupa a quién designan. Me da igual si es Proença, sólo quiero que el equipo llegue bien".
Los jugadores, por su parte, mantienen el discurso de hacer un partido competitivo utilizando sus armas. "Vamos a hacerles sentir el roce. Frente al Auckland el árbitro (el australiano Williams) estuvo muy celoso con las faltas y contra el Madrid pasará lo mismo. Pero nosotros vamos a hacerles sentir y apretar", señala Julio Buffarini a pie de césped. Leo Franco, que militó en la Liga, habló también de esta polémica: "En el fútbol de hoy los jugadores deben ser muy físicos. Violencia no es la palabra adecuada".
Asimismo, Matías Lammens volvió a atender a los medios de comunicación una vez acabado el entrenamiento para señalar su preocupación: "Lo más justo sería un árbitro que no perteneciera a ninguna de las dos confederaciones de la final". Los argentinos empezaron a presionar ayer a la FIFA para que el portugués Proença no fuera el encargado de dirigir el partido del sábado. Esta noche la comisión arbitral decidirá el colegiado. De no ser el portugués Proença ni el chileno Osses, las posibilidades son López Castellanos (Guatemala), Doue Noumandiez (Costa de Marfil) o Hauata (Tahití).
Las declaraciones de Matias Lammens a AS sobre el arbitraje de la final del Mundialito ("¿Violentos? San Lorenzo debe preocuparse por Pepe") cargaban la atmósfera del entrenamiento de San Lorenzo de hoy jueves, en el segundo campo anexo del Stade de Marrakech. El técnico, Edgardo Bauza, intentó relajar un poco el ambiente: "No tenemos preferencia. El árbitro ante el Auckland fue demasiado celoso y demasiadas amarillas por roces comunes. Deben tener directivas de la FIFA, pero no me preocupa a quién designan. Me da igual si es Proença, sólo quiero que el equipo llegue bien".
Los jugadores, por su parte, mantienen el discurso de hacer un partido competitivo utilizando sus armas. "Vamos a hacerles sentir el roce. Frente al Auckland el árbitro (el australiano Williams) estuvo muy celoso con las faltas y contra el Madrid pasará lo mismo. Pero nosotros vamos a hacerles sentir y apretar", señala Julio Buffarini a pie de césped. Leo Franco, que militó en la Liga, habló también de esta polémica: "En el fútbol de hoy los jugadores deben ser muy físicos. Violencia no es la palabra adecuada".
Asimismo, Matías Lammens volvió a atender a los medios de comunicación una vez acabado el entrenamiento para señalar su preocupación: "Lo más justo sería un árbitro que no perteneciera a ninguna de las dos confederaciones de la final". Los argentinos empezaron a presionar ayer a la FIFA para que el portugués Proença no fuera el encargado de dirigir el partido del sábado. Esta noche la comisión arbitral decidirá el colegiado. De no ser el portugués Proença ni el chileno Osses, las posibilidades son López Castellanos (Guatemala), Doue Noumandiez (Costa de Marfil) o Hauata (Tahití).