El United golea a un Liverpool deshecho en el Clásico inglés
David De Gea se disfrazó una vez más de frontón humano para regalar al Manchester United su sexta victoria consecutiva en la visita del Liverpool a Old Trafford. Sólo desde la actuación extraterrestre del portero español se entiende el engañoso 3-0 final. Porque el equipo de Louis Van Gaal fue únicamente superior en las áreas. Arriba, convirtiendo en gol casi cada ocasión a favor pero sobre todo atrás, donde De Gea paró lo posible y lo imposible, desquició a Sterling y Balotelli e hizo rememorar a antiguas leyendas del club como Schmeichel o Van der Sar.
Por lo demás el partido fue un enfrentamiento entre dos equipos con una defensa de cartón pluma y más similitudes en la falta de juego de las que refleja su clasificación. Porque pese a que el Liverpool es noveno, tan cerca del descenso como de la zona Champions, y el United tercero, solo a ocho puntos del liderato, ambos siguen buscando la manera de hacer olvidar sus lustrosos aunque diferentes pasados, uno el de Luis Suárez, otro el de Sir Alex Ferguson. Así tras 16 jornadas Van Gaal y Brendan Rodgers siguen haciendo probaturas, dando bandazos entre la defensa de tres y de cuatro, entre el ‘passing game’ o el puro resultadismo.
En Old Trafford el holandés salió con tres delanteros (Van Persie, Rooney y Wilson) mientras que Rodgers lo hizo sin ninguno. Ninguno acertó demasiado pero mientras Van Gaal encontró tres goles el Liverpool solo tuvo el consuelo de la posesión. El partido se resolvió no por un acierto táctico sino por la eficiencia de los jugadores. Ahí el United fue muy superior. Al minuto 12 Rooney superó a Mignolet en la primera ocasión de los Red Devils, tras una buena internada de Valencia ante Alberto Moreno.
Sterling respondió con dos disparos que hubieran sido gol en el 99 % de ocasiones; pero no con De Gea bajo los palos. Y en el minuto 40, Juan Mata, un metro en fuera de juego, en la segunda ocasión local, marcó lo que falló Sterling para hacer el 2-0 tras una dejada de Van Persie.
Rodgers encontró en el descanso y en Balotelli la única solución, también la más desesperada. El delantero italiano mostró más ganas de las que acostumbra pero estuvo igual de fallón de cara a gol. No obstante, De Gea fue de nuevo tan culpable en el gafe del italiano como antes en el de Sterling. El español detuvo primero el posible 2-1 y después, tras el tercer gol de Van Persie en el minuto 71, impidió que el italiano maquillase la derrota red. Así el United sumó su sexta victoria consecutiva para seguir con esperanzas de meterse en la pelea por la Premier League. A falta de fútbol y (también de Di María) Van Gaal ha encontrado en los resultados su mejor aliado. Mientras tanto, Rodgers no tiene ni lo uno ni lo otro. Veremos si después de Navidad mantiene al menos su trabajo.