El Bayern se gusta y cierra con goleada la fase de grupos

Munich, As
No hubo sorpresa en Múnich, ni cerca estuvo: el CSKA se despidió de Europa y el Bayern cerró el grupo de la muerte con un contundente triunfo y un brillante balance de cinco triunfos. Encima, Guardiola se permitió usar el partido para sus rotaciones experimentales y Müller lo aprovechó para engordar sus estadísticas. No fue el partido más brillante, pero fue efectivo y los jugadores bávaros lo disfrutaron por momentos.


Inclinado el campo desde el inicio sobre la porteria de Akinfeev, costaba dibujar el sistema del Bayern sobre el campo. Los diez futbolistas de campo pisaban el campo contrario con frecuencia: Bernat era carrilero zurdo, Rode hacía casi de extremo por la derecha y los centrocampistas se intercambiaban alrededor de Schweinsteiger. A veces un 2-3-2-3, a veces un 3-6-1, pero sin ariete fijo. La consecuencia fue un 70% de posesión al que le faltaron ocasiones en la primera parte, aunque en la segunda pudo golear.

Antes de labrarse la primera, el CSKA decidió regalársela. Ribéry fue a entrar en el área, recortó hacia atrás y Natcho le barrió el pie sobre la línea: penalti y Müller no lo desperdició, sumando su gol 24 en Champions, récord histórico del Bayern.

El CSKA, a pesar del regalo, se defendió bien alrededor del área y apenas concedió rendijas. En ataque era un Doumbia contra el mundo. En el 23' el costamarfileño se marcó un jugadón, pero Neuer le dejó sin gol con el pie. Hasta el ecuador, el resto fue un monólogo del Bayern, a quien le fallaba el último pase, con los rusos intentando salir a la contra sin conseguirlo.

Tras el descanso entraron Robben y Lewandowski y el dominio local fue aún mayor, abrumador por momentos. El CSKA apenas pasó del centro del campo y su única ocasión fue un tiro defectuoso de Musa. Lo del Bayern fue acoso y derribo, sobre todo a partir del minuto 60. Lewandowski falló dos de las que no suele perdonar, una de ellas sin portero que se le fue al poste, y la noticia es que el CSKA siguiese vivo.

En el 84', marcó Rode, asistido por Schweinsteiger tras una larga jugada, y en el 90', Götze puso la puntilla tras otra gran triangulación del Bayern. El 3-0 ya fue más fiel a la superioridad que habían mostrado los de Guardiola, de nuevo uno de los cocos de esta Champions...

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