El Atlético cumple con eficacia
Le van encajando las piezas a Simeone y el puzzle adquiere una pinta espléndida. Se lesionó Miranda, pieza clave de la columna vertebral y cuya irregularidad este curso era preocupante, y Giménez ha cogido su sitio con toda la intención de no soltarlo. Algunos que ya ni recordamos la veintena no tenemos la madurez que exhibe el uruguayo con 19 años. Hay central para media vida.
Como los galones son sagrados para el Cholo, el brasileño volverá al once cuando sane, pero su relevo da tanta paz como ver a Tiago a los mandos de la nave o a Arda rodeado de sólo tres contrarios: toda la del mundo. Mientras, sin estridencias ni descanso, Mandzukic va logrando números de Diego Costa con la mitad de ruido. Lleva ya doce goles en 19 partidos. Cifras de élite. Y el Atleti suma y sigue: ganó al Elche sin apuros y, diga lo que diga Simeone, mira hacia arriba, no hacia abajo.
Tras una previa feliz, con fiesta común de ambas aficiones y sensación de que la lección se ha aprendido, el partido comenzó con la modorra clásica de un gin tonic en sobremesa. Los dos esperando. El Atleti, porque sabe que, por simple inercia, siempre acaba apareciendo un penalti-córner. El Elche, porque le daba miedo salir de excursión y que, mientras, le desvalijasen la casa. Como suele suceder, ganó Simeone. Pero esta vez, el Atleti decidió trollear a quienes desprecian su incomparable dominio del balón parado.
En el minuto 16, Koke se dispuso a sacar un córner y el Elche se parapetó esperando el bombardeo. Godín, Raúl García, Mandzukic, Tiago... Sería justo que a los rivales les dejasen poner dos jugadores extra en estas situaciones. Así que, cuando todos aguardaban el balón aéreo, Koke sacó en corto. Y durante un rato, el canterano, Siqueira (su mejor partido en el Atleti) y Arda estuvieron bailando junto a la banda mientras la defensa ilicitana les perseguía como Tom Hanks a DiCaprio en 'Atrápame si puedes', siempre un segundo tarde. Finalmente, el turco (en posible fuera de juego), pasó a Giménez para que se disfrazase de delantero de élite: control orientado para esquivar al defensa y disparo a la escuadra. Un golazo.
Como acostumbra, el Atleti dio un paso atrás al verse en ventaja, pero el Elche, con Jonathas desaparecido, no fue capaz de aprovechar esos metros de regalo. Su única ocasión fue un mal centro de Fajr convertido en magnífico remate involuntario. Moyá, jugándose el físico, voló para desviar el balón a córner y estrellarse contra el poste. Dos minutos después, estaba impecable; tiene clase hasta en chándal.
Ahí, con casi una hora de partido por delante, se acabó el Elche. La segunda parte fue un balneario para el Atleti, con Tiago recuperando balones como si tuviera imán y Arda regalando detalles como si fuera Papa Noel. Quizás contagiado por el genio, Gabi completó una acción muy suya (recuperación en mediocampo) con otra muy del turco, un pase maravilloso por encima de Lombán para que Mandzukic se plantase ante Tyton y le sacase los colores marcándole raso y por su palo. El croata ha fulminado el debate. Ni es un pincel ni lo pretende, es un mazo. Bien grande.
Era el minuto 53 y ambos hubieran pactado encantados marcharse a la ducha. Sorprendió que, con la Juve el martes, Simeone sólo hiciera dos cambios y más bien tarde, pero tampoco el partido era de gran desgaste. Eso sí, Cerci sigue castigado. Querrá dejar el Cholo algún problema para más tarde, porque el resto desaparecen como lágrimas en la lluvia. El Atleti acelera.
