Asambleístas del MAS dicen estar dispuestos a trabajar siete días a la semana
La Paz, ANF
En un sondeo de opinión los asambleístas electos del Movimiento Al Socialismo (MAS) manifestaron su predisposición de trabajar siete días a la semana y en horarios extraordinarios, si la situación así lo amerita, con el objetivo de cambiar la imagen del Legislativo que trabaja de martes a jueves.
La propuesta de legislar a este ritmo de trabajo surge del senador electo Carlos Romero, quien sostuvo que su paso por el Órgano Ejecutivo, donde asumió el cargo de ministro de Gobierno, le enseñó a que el servició público no tiene días ni horarios establecidos.
En ese marco el senador electo por Potosí, René Joaquino (MAS), sostuvo: "Nuestro compromiso nos obliga a trabajar todos los días, las 24 horas, porque nuestro pueblo tiene necesidades permanentes y tenemos que satisfacer esas necesidades y demandas de nuestro pueblo".
Asimismo, la diputada electa Betty Yañíquez cree que el trabajo esforzado es algo que no los debe asustar, además que existe el compromiso de la campaña electoral de trabajar por la población.
Por su parte el representante del autotransporte, el diputado electo Franklin Durán, con declaraciones más cautas señaló "Si se dan las circunstancias yo creo que hay que aceptar, porque hemos venido a eso (...), creo que no ha de ser un problema si se tiene que trabajar en horas extras, pero siempre y cuando se den las circunstancias, no creo que se establezca un trabajo continuo".
A criterio del diputado reelecto, Javier Zavaleta, el trabajo de siete días a la semana y en horarios extraordinarios es una cuestión personal de cada persona, pero está dispuesto a asumir el reto de concretarse esta situación.
Asimismo, dijo que la opinión de sus demás colegas que recién están ingresando a la actividad legislativa y que están dispuestos a trabajar en ese ritmo, se debe a la emoción del momento, pero ello puede cambiar en meses o en años.
"A veces hay parlamentarios que se cansan o que no tienen ese mismo ímpetu, así que sería bueno preguntarle uno a uno si va a mantener ese ritmo los próximos cinco años", afirmó.
Finalmente dijo que una de las deficiencias de la Asamblea saliente fue la disciplina, puesto que hubo muchos retrasos en el ingreso a las plenarias, la falta de rendición de cuentas a la comunidad que eligió a una determinada autoridad y la falta de trabajo continúo cinco días a la semana.
En un sondeo de opinión los asambleístas electos del Movimiento Al Socialismo (MAS) manifestaron su predisposición de trabajar siete días a la semana y en horarios extraordinarios, si la situación así lo amerita, con el objetivo de cambiar la imagen del Legislativo que trabaja de martes a jueves.
La propuesta de legislar a este ritmo de trabajo surge del senador electo Carlos Romero, quien sostuvo que su paso por el Órgano Ejecutivo, donde asumió el cargo de ministro de Gobierno, le enseñó a que el servició público no tiene días ni horarios establecidos.
En ese marco el senador electo por Potosí, René Joaquino (MAS), sostuvo: "Nuestro compromiso nos obliga a trabajar todos los días, las 24 horas, porque nuestro pueblo tiene necesidades permanentes y tenemos que satisfacer esas necesidades y demandas de nuestro pueblo".
Asimismo, la diputada electa Betty Yañíquez cree que el trabajo esforzado es algo que no los debe asustar, además que existe el compromiso de la campaña electoral de trabajar por la población.
Por su parte el representante del autotransporte, el diputado electo Franklin Durán, con declaraciones más cautas señaló "Si se dan las circunstancias yo creo que hay que aceptar, porque hemos venido a eso (...), creo que no ha de ser un problema si se tiene que trabajar en horas extras, pero siempre y cuando se den las circunstancias, no creo que se establezca un trabajo continuo".
A criterio del diputado reelecto, Javier Zavaleta, el trabajo de siete días a la semana y en horarios extraordinarios es una cuestión personal de cada persona, pero está dispuesto a asumir el reto de concretarse esta situación.
Asimismo, dijo que la opinión de sus demás colegas que recién están ingresando a la actividad legislativa y que están dispuestos a trabajar en ese ritmo, se debe a la emoción del momento, pero ello puede cambiar en meses o en años.
"A veces hay parlamentarios que se cansan o que no tienen ese mismo ímpetu, así que sería bueno preguntarle uno a uno si va a mantener ese ritmo los próximos cinco años", afirmó.
Finalmente dijo que una de las deficiencias de la Asamblea saliente fue la disciplina, puesto que hubo muchos retrasos en el ingreso a las plenarias, la falta de rendición de cuentas a la comunidad que eligió a una determinada autoridad y la falta de trabajo continúo cinco días a la semana.