Un error grotesco de Beto frena al Sevilla en el Sánchez Pizjuán
Sevilla, As
Un error grotesco de Beto, señalado toda la mañana por un golpe en la barbilla que le tuvo más pendiente de otros asuntos que del fútbol, premió al nuevo Levante, rejuvenecido y sólido con Lucas Alcaraz, contratado por Quico Catalán precisamente para esto. Se ha enderezado el Levante, que vivió desnortado las primeras jornadas de Liga y no se reconocía sobre el césped, lejos como estaba de sus señas de identidad. Ahora sí es él, intenso y capaz de mirar a la cara al rival. Víctor Casadesús aprovechó el error del portero portugués en una salida que rozó lo cómico (llegó con facilidad al balón y pifió un despeje sencillo de puños) para equilibrar el gol inicial de Vitolo. Sufriendo, el Levante fue capaz de manejar el resultado y los más de ocho minutos de descuento (más los seis de la primera parte) que amplió Velasco Carballo. Del partido casi maratón salió un empate que no hace feliz al Sevilla, consciente de que la carrera por la Champions prohíbe dos errores seguidos. Ya los ha cometido.
Ángel y demonio, Gerard Deulofeu volvió a pesar sobre el resultado del Sevilla. Esta vez para bien. Un centro suyo, con una trayectoria malvada, fue convertido por Vitolo en el gol que habría mantenido al Sevilla en la carrera. Fue la séptima asistencia de Deulofeu, al que avala la estadística y que tiene más registros futbolísticos pero que, curiosamente, ha sido utilizado por sus dos últimos y reputados entrenadores, Roberto Martínez y Emery, como especialista. Un síntoma.
Pero al Sevilla le costó llevar la iniciativa del partido, porque el Levante con Alcaraz es otro equipo. Más puesto, más serio y mejor. Eso molestó a los de Emery, que llevan dos semanas sufriendo de verdad. Los partidos se le hacen largos y es menos exuberante que en el inicio. Discontinuo, el Sevilla ni siquiera fue capaz de gestionar el resultado y el partido llevó el viento del Levante, que manejó los tiempos y acabó sintiéndose triunfador. Coke, luchador, tuvo el 2-1 en el insospechado descuento de Velasco Carballo. Pareció que aquello acabaría cuando marcase el Sevilla. Pero esta vez no hubo milagro.
Un error grotesco de Beto, señalado toda la mañana por un golpe en la barbilla que le tuvo más pendiente de otros asuntos que del fútbol, premió al nuevo Levante, rejuvenecido y sólido con Lucas Alcaraz, contratado por Quico Catalán precisamente para esto. Se ha enderezado el Levante, que vivió desnortado las primeras jornadas de Liga y no se reconocía sobre el césped, lejos como estaba de sus señas de identidad. Ahora sí es él, intenso y capaz de mirar a la cara al rival. Víctor Casadesús aprovechó el error del portero portugués en una salida que rozó lo cómico (llegó con facilidad al balón y pifió un despeje sencillo de puños) para equilibrar el gol inicial de Vitolo. Sufriendo, el Levante fue capaz de manejar el resultado y los más de ocho minutos de descuento (más los seis de la primera parte) que amplió Velasco Carballo. Del partido casi maratón salió un empate que no hace feliz al Sevilla, consciente de que la carrera por la Champions prohíbe dos errores seguidos. Ya los ha cometido.
Ángel y demonio, Gerard Deulofeu volvió a pesar sobre el resultado del Sevilla. Esta vez para bien. Un centro suyo, con una trayectoria malvada, fue convertido por Vitolo en el gol que habría mantenido al Sevilla en la carrera. Fue la séptima asistencia de Deulofeu, al que avala la estadística y que tiene más registros futbolísticos pero que, curiosamente, ha sido utilizado por sus dos últimos y reputados entrenadores, Roberto Martínez y Emery, como especialista. Un síntoma.
Pero al Sevilla le costó llevar la iniciativa del partido, porque el Levante con Alcaraz es otro equipo. Más puesto, más serio y mejor. Eso molestó a los de Emery, que llevan dos semanas sufriendo de verdad. Los partidos se le hacen largos y es menos exuberante que en el inicio. Discontinuo, el Sevilla ni siquiera fue capaz de gestionar el resultado y el partido llevó el viento del Levante, que manejó los tiempos y acabó sintiéndose triunfador. Coke, luchador, tuvo el 2-1 en el insospechado descuento de Velasco Carballo. Pareció que aquello acabaría cuando marcase el Sevilla. Pero esta vez no hubo milagro.