Suárez, en su autobiografía: "Me trataron como un criminal"
Barcelona, As
“Me trataron como un criminal”, es la confesión que hace Luis Suárez en una autobiografía de Planeta que ha reproducido parcialmente el diario Sport. El jugador, en el libro “Mi vida, Luis Suárez” explica cómo tuvo que planificar cada uno de sus pasos durante los cuatro meses de sanción por su mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil para evitar ser cazado en una actividad relacionada con el fútbol: “Tuve que firmar el contrato casi clandestinamente sin que llegar a ser un asunto público”.
También rememora una charla del técnico al vestuario cuando se incorporó al equipo: “Bueno, ellos finalmente lo sacaron de Guantánamo para estar con nosotros en el entrenamiento. Todos aplaudieron al prisionero liberado y yo traté de no ruborizarme por ser el centro de atención”.
“La gente habla de mí como si fuera un jugador problemático, pero hablen con mis compañeros e intenten encontrar uno solo que piense esto (…). Si hubieran puesto una cláusula de mordida, yo la habría firmado, por supuesto, pero no hubo tal falta de confianza en mí”, cuenta en otro momento.
“Cometí un error. Fue mi culpa. Era la tercera vez que me pasaba y necesitaba ayuda (…). Quizá yo fui un blanco fácil (…). Morder espanta a un montón de gente, pero es relativamente inofensivo o por lo menos en los incidentes en los que yo estuve involucrado”, añade en diversos momentos de la narración.
“Me trataron como un criminal”, es la confesión que hace Luis Suárez en una autobiografía de Planeta que ha reproducido parcialmente el diario Sport. El jugador, en el libro “Mi vida, Luis Suárez” explica cómo tuvo que planificar cada uno de sus pasos durante los cuatro meses de sanción por su mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil para evitar ser cazado en una actividad relacionada con el fútbol: “Tuve que firmar el contrato casi clandestinamente sin que llegar a ser un asunto público”.
También rememora una charla del técnico al vestuario cuando se incorporó al equipo: “Bueno, ellos finalmente lo sacaron de Guantánamo para estar con nosotros en el entrenamiento. Todos aplaudieron al prisionero liberado y yo traté de no ruborizarme por ser el centro de atención”.
“La gente habla de mí como si fuera un jugador problemático, pero hablen con mis compañeros e intenten encontrar uno solo que piense esto (…). Si hubieran puesto una cláusula de mordida, yo la habría firmado, por supuesto, pero no hubo tal falta de confianza en mí”, cuenta en otro momento.
“Cometí un error. Fue mi culpa. Era la tercera vez que me pasaba y necesitaba ayuda (…). Quizá yo fui un blanco fácil (…). Morder espanta a un montón de gente, pero es relativamente inofensivo o por lo menos en los incidentes en los que yo estuve involucrado”, añade en diversos momentos de la narración.