Rosberg gana por delante de Hamilton; Alonso, sexto
Levantó los brazos con su coche blanco al lado y se golpeó el pecho mientras la afición paulista gritaba el podio de su héroe. Felipe Massa terminó tercero en Brasil, quinta visita al cajón para el brasileño, pero era el más feliz de un podio repleto de tensión. Porque ni siquiera la sonrisa de Nico Rosberg, ganador en esta carrera, era tan grande como parecía. Porque ganó, pero el favorito para el Mundial sigue siendo Lewis Hamilton. Pero el británico, segundo en Interlagos, tampoco gritaba como en sus mejores triunfos porque no había ganado, pero sobre todo porque las cosas se le complican algo más de lo esperado.
El inglés tiene que ser segundo si su compañero de equipo gana en Abu Dhabi para lograr su segundo título de campeón del mundo. Esa es la combinación más clara que le otorgaría el campeonato al piloto que ha ganado diez carreras. Mientras Nico, que en Brasil se regaló la esperanza de un imposible para el circuito del desierto debe ganar y que su compañero sea tercero. Algo que no tiene pinta de suceder a no ser que tenga algún tipo de avería. Y en ese caso, con un abandono de Hamilton al alemán le valdría con ser quinto.
En esas deben estar ahora en la caseta de Mercedes, echando cuenta y cuentas, bendita preocupación de un año que han dominado de manera impecable. Mientras otros intentaban recuperar el tiempo perdido, léase Red Bull, véase Ferrari. Sobre todo. Sobre el asunto de la escudería de Maranello y el futuro de Fernando Alonso lejos del equipo italiano, les ofrezco un dato. Felipe Massa acabó tercero aquí, en el mismo circuito en el que la pasada temporada fue séptimo a casi cincuenta segundos del ganador. Ahora vista el podio. Segunda ocasión de Felipe este año. Al final los mismo que el que fuera su compañero Fernando.
El asturiano esta vez, como suele en los últimos tiempos, hizo lo que pudo para terminar sexto. Adelantó a Vettel en la salida, después a Sutil, Grosjean, Magnussen y finalmente a Raikkonen en una carrera complicada, con un coche tocado y con la vista puesta en el mañana. La pasada a Magnussen fue realmente significativa y afianza la posición de Ferrari en constructores, cuarto por detrás de Mercedes, Red Bull y Williams. Más dinero, de nuevo para el equipo que se queda atrás. Quizá hubiera podido ser más, pero en las últimas vueltas se encontró con un Kimi Raikkonen que hizo una parada menos, con las gomas más gastadas y lo que tardó el asturiano en completar un adelantamiento inevitable fue vital para que Sebastian Vettel se marchase hacia delante y terminase quinto finalmente.
Fue uno de los duelos de una jornada que tuvo, esta vez sí, atractivo en la lucha por la victoria. Rosberg hizo un pilotaje prácticamente perfecto durante todo el gran premio, el mejor desde el primer entrenamiento hasta la carrera, pero si Lewis no hubiera hecho ese trompo rodando solo antes de su tercera parada, la carrera habría sido suya. Después lo intentó, se acercó, llegó a estar a menos de medio segundo, pero finalmente se conformó con ser segundo, el puesto deseado para llegar a ser primero. En Abu Dhabi, cuando terminará todo.