Ponta reconoce su derrota en las presidenciales rumanas
Bucarest, EP
El candidato socialdemócrata a la Presidencia rumana, Victor Ponta, ha reconocido su derrota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo ante el candidato de la derecha, Klaus Iohannis. Aún no se conocen resultados oficiales y los sondeos a pie de urna no son claros.
Ponta ha llamado a Iohannis para felicitarle por su victoria, aunque ha reafirmado su intención de continuar en el cargo de primer ministro y de agotar la legislatura, hasta 2016. "No tengo motivos para dimitir", ha afirmado en declaraciones a la televisión rumana.
La victoria de Iohannis y su acceso al cargo de presidente del país, un cargo con importantes competencias, pone al país ante una difícil cohabitación en la que el Parlamento está controlado por el Partido Socialdemócrata de Ponta.
En Rumanía, el presidente tiene influencia en el Ejecutivo a través del nombramiento del primer ministro, los jueces y los fiscales. Además, puede bloquear las propuestas del Gobierno.
La jornada electoral ha estado marcada por las movilizaciones en apoyo a la comunidad emigrante después de las deficiencias y las largas colas que tuvieron que soportar los rumanos residentes en el extranjero en la primera vuelta de las presidenciales, celebrada el 2 de noviembre.
Miles de personas se han manifestado por las calles de Bucarest con pancartas con lemas como "abajo el Gobierno" o solidaridad con la diáspora" en unas protestas que han costado ya el cargo al ministro de Asutnos Exteriores.
El candidato socialdemócrata a la Presidencia rumana, Victor Ponta, ha reconocido su derrota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo ante el candidato de la derecha, Klaus Iohannis. Aún no se conocen resultados oficiales y los sondeos a pie de urna no son claros.
Ponta ha llamado a Iohannis para felicitarle por su victoria, aunque ha reafirmado su intención de continuar en el cargo de primer ministro y de agotar la legislatura, hasta 2016. "No tengo motivos para dimitir", ha afirmado en declaraciones a la televisión rumana.
La victoria de Iohannis y su acceso al cargo de presidente del país, un cargo con importantes competencias, pone al país ante una difícil cohabitación en la que el Parlamento está controlado por el Partido Socialdemócrata de Ponta.
En Rumanía, el presidente tiene influencia en el Ejecutivo a través del nombramiento del primer ministro, los jueces y los fiscales. Además, puede bloquear las propuestas del Gobierno.
La jornada electoral ha estado marcada por las movilizaciones en apoyo a la comunidad emigrante después de las deficiencias y las largas colas que tuvieron que soportar los rumanos residentes en el extranjero en la primera vuelta de las presidenciales, celebrada el 2 de noviembre.
Miles de personas se han manifestado por las calles de Bucarest con pancartas con lemas como "abajo el Gobierno" o solidaridad con la diáspora" en unas protestas que han costado ya el cargo al ministro de Asutnos Exteriores.
