Planean parque subterráneo en Manhattan
Nueva York, AP
Turistas de todo el mundo visitan en Nueva York la High Line, un parque elevado construido en líneas de tren abandonadas y ahora transformadas en un santuario urbano de césped, flores y árboles.
Planificadores privados inspirados por el éxito de la High Line han tornado la vista ahora a las profundidades de Manhattan para crear la Lowline, promovido como el primer parque subterráneo en el mundo.
El proyecto ocuparía una abandonada terminal de trolebús de 116 años bajo el barrio de Lower East Side que ha sido usada como almacén desde 1948.
Colectores de luz solar a nivel de la calle serían usados para filtrar la luz a unos 20 pies (6 metros) de profundidad, tornando el espacio oscuro y húmedo en un oasis iluminado, lleno de plantas. El parque ofrecería a los visitantes un lugar de relajamiento y ofrecería exposiciones de arte, recitales de música, lecturas y actividades para niños.
El Lowline es apenas parte de un proyecto de revitalización del barrio, que tiene un importante lugar en la historia de la inmigración a Nueva York.
"Mucha gente en el pasado trabajó arduamente para salir del Lower East Side, y ahora sus nietos están batallando para mudarse allí", dice Mark Miller, un dueño de galería cuya familia ha tenido negocios en el barrio desde finales del siglo XIX.
Los planificadores — residentes de Nueva York que han trabajado o vivido en el área — dicen que no van a borrar el legado de calles como Orchard, Delancey y Rivington, donde vivieron figuras como Irving Berlin, George Burns, Jimmy Cagney, Zero Mostel y Lucky Luciano.
"Simplemente estamos tomando un espacio que nadie estaba usando en un barrio densamente poblado que carece de suficiente espacio público", dijo Dan Darasch, que se especializa en promover aplicaciones socialmente innovadoras para tecnología.
Turistas de todo el mundo visitan en Nueva York la High Line, un parque elevado construido en líneas de tren abandonadas y ahora transformadas en un santuario urbano de césped, flores y árboles.
Planificadores privados inspirados por el éxito de la High Line han tornado la vista ahora a las profundidades de Manhattan para crear la Lowline, promovido como el primer parque subterráneo en el mundo.
El proyecto ocuparía una abandonada terminal de trolebús de 116 años bajo el barrio de Lower East Side que ha sido usada como almacén desde 1948.
Colectores de luz solar a nivel de la calle serían usados para filtrar la luz a unos 20 pies (6 metros) de profundidad, tornando el espacio oscuro y húmedo en un oasis iluminado, lleno de plantas. El parque ofrecería a los visitantes un lugar de relajamiento y ofrecería exposiciones de arte, recitales de música, lecturas y actividades para niños.
El Lowline es apenas parte de un proyecto de revitalización del barrio, que tiene un importante lugar en la historia de la inmigración a Nueva York.
"Mucha gente en el pasado trabajó arduamente para salir del Lower East Side, y ahora sus nietos están batallando para mudarse allí", dice Mark Miller, un dueño de galería cuya familia ha tenido negocios en el barrio desde finales del siglo XIX.
Los planificadores — residentes de Nueva York que han trabajado o vivido en el área — dicen que no van a borrar el legado de calles como Orchard, Delancey y Rivington, donde vivieron figuras como Irving Berlin, George Burns, Jimmy Cagney, Zero Mostel y Lucky Luciano.
"Simplemente estamos tomando un espacio que nadie estaba usando en un barrio densamente poblado que carece de suficiente espacio público", dijo Dan Darasch, que se especializa en promover aplicaciones socialmente innovadoras para tecnología.