Mas condiciona el adelanto electoral en Cataluña a la respuesta de Rajoy
La Generalitat espera que un éxito de la votación de hoy obligue a negociar
Miquel Noguer
Barcelona, El País
El Gobierno catalán confía en que nada impedirá que la votación de hoy se desarrolle con normalidad y que su presidente, Artur Mas, pueda presumir esta noche de haber cumplido la palabra dada: Eso es, que los catalanes den su opinión sobre el futuro político de Cataluña pese a que la votación no tenga validez legal.
Aunque la Generalitat sigue estando al mando del dispositivo de hoy, el mayor protagonismo que adoptarán los voluntarios debería servir, a ojos de la Generalitat, para que tanto el Gobierno como la Justicia toleren una jornada que será, sobre todo, una movilización independentista. “Por mínimo sentido común, cualquier actuación fuera de lugar sería un ataque directo a la democracia y a los derechos fundamentales de expresión y de participación de la gente”, advirtió ayer Artur Mas.
Con el éxito de participación casi garantizado por la ingente movilización que los partidos y entidades soberanistas y la propia Generalitat han hecho los últimos meses, las incógnitas se ciernen sobre lo que pasará a partir de mañana. Los dirigentes de Convergència i Unió aseguran que solo Artur Mas sabe si habrá adelanto electoral como le han pedido la Asamblea Nacional Catalana y los partidos independentistas.
El entorno del presidente explica que todo dependerá de dos factores. En primer lugar, del grado de éxito que Mas pueda apuntarse esta noche. “No es lo mismo que vote medio millón de personas a que lo haga más de dos millones”, dicen estas fuentes. En segundo lugar, Mas quiere esperar a ver si hay alguna reacción por parte del Gobierno. “La disposición de Mariano Rajoy a reformar la Constitución o a hacer un cambio importante del encaje de Cataluña en España haría cambiar muchos planes”, explican.
Lo cierto es que el nacionalismo conservador ve hoy menos probable que hace un mes que Cataluña vaya a unas elecciones anticipadas de forma inmediata. La consulta de hoy, aunque faltada de todo tipo de garantías legales y sin validez jurídica, es vista por las bases soberanistas como un éxito casi personal del presidente de la Generalitat. De alguna forma es como si Artur Mas hubiese logrado recuperar el liderazgo del proceso soberanista que durante tantos meses han tenido el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Carme Forcadell. “Mas ha demostrado que manda”, asegura un veterano diputado autonómico de CiU.
Convergència, y especialmente Unió Democràtica, intentan no hablar de elecciones anticipadas y sí de la mucha tarea que tiene por delante la Generalitat. De entrada, Mas se comprometió a enviar esta misma semana una carta a Mariano Rajoy para pedirle un referéndum oficial y la reapertura del diálogo sobre otros asuntos del día a día. Mas admitió ayer que no espera “mucho” de la respuesta, pero que considera que debe enviar esta carta porque “nunca” se debe perder la “convivencia entre Cataluña y España”.
Los datos del 9-N
Mas también explicó en una entrevista en TV-3 que, a partir de mañana, escuchará a todos los partidos soberanistas para negociar unas posibles elecciones plebiscitarias, pero reiteró que esto dependerá de si los partidos llegan a un acuerdo para “agruparse” para transformar unos comicios normales en un plebiscito sobre la independencia.
Convergència es consciente de que, a partir de mañana, la presión para convocar elecciones será máxima, especialmente por parte de ERC. Sin embargo, creen que Mas tendrá mayor poder para decidirlo por sí mismo. Estas fuentes esgrimen la última encuesta del CIS que, por primera vez, refleja un aumento de la intención de voto de CiU frente a ERC en unas generales.
El ala moderada de Convergència, representada por el consejero de Territorio Santi Vila, entre otros, abogan por agotar la legislatura. Eso es gobernar dos años más. Unió tampoco quiere allanar más el camino a ERC.
Mas intentará prolongar la legislatura llevando al Parlamento los Presupuestos de 2015 los próximos días. Hoy por hoy no tiene el apoyo de ERC. La aprobación de las cuentas quedará pues a expensas de otros equilibrios parlamentarios que se consideraban imposibles hace apenas dos meses. El PSC es el partido mejor situado para favorecer la aprobación de las cuentas en un intento de dar estabilidad y evitar unas elecciones que no solo elevarían la temperatura independentista, sino que además podrían abrir la puerta del Parlamento catalán a Podemos.
Miquel Noguer
Barcelona, El País
El Gobierno catalán confía en que nada impedirá que la votación de hoy se desarrolle con normalidad y que su presidente, Artur Mas, pueda presumir esta noche de haber cumplido la palabra dada: Eso es, que los catalanes den su opinión sobre el futuro político de Cataluña pese a que la votación no tenga validez legal.
Aunque la Generalitat sigue estando al mando del dispositivo de hoy, el mayor protagonismo que adoptarán los voluntarios debería servir, a ojos de la Generalitat, para que tanto el Gobierno como la Justicia toleren una jornada que será, sobre todo, una movilización independentista. “Por mínimo sentido común, cualquier actuación fuera de lugar sería un ataque directo a la democracia y a los derechos fundamentales de expresión y de participación de la gente”, advirtió ayer Artur Mas.
Con el éxito de participación casi garantizado por la ingente movilización que los partidos y entidades soberanistas y la propia Generalitat han hecho los últimos meses, las incógnitas se ciernen sobre lo que pasará a partir de mañana. Los dirigentes de Convergència i Unió aseguran que solo Artur Mas sabe si habrá adelanto electoral como le han pedido la Asamblea Nacional Catalana y los partidos independentistas.
El entorno del presidente explica que todo dependerá de dos factores. En primer lugar, del grado de éxito que Mas pueda apuntarse esta noche. “No es lo mismo que vote medio millón de personas a que lo haga más de dos millones”, dicen estas fuentes. En segundo lugar, Mas quiere esperar a ver si hay alguna reacción por parte del Gobierno. “La disposición de Mariano Rajoy a reformar la Constitución o a hacer un cambio importante del encaje de Cataluña en España haría cambiar muchos planes”, explican.
Lo cierto es que el nacionalismo conservador ve hoy menos probable que hace un mes que Cataluña vaya a unas elecciones anticipadas de forma inmediata. La consulta de hoy, aunque faltada de todo tipo de garantías legales y sin validez jurídica, es vista por las bases soberanistas como un éxito casi personal del presidente de la Generalitat. De alguna forma es como si Artur Mas hubiese logrado recuperar el liderazgo del proceso soberanista que durante tantos meses han tenido el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Carme Forcadell. “Mas ha demostrado que manda”, asegura un veterano diputado autonómico de CiU.
Convergència, y especialmente Unió Democràtica, intentan no hablar de elecciones anticipadas y sí de la mucha tarea que tiene por delante la Generalitat. De entrada, Mas se comprometió a enviar esta misma semana una carta a Mariano Rajoy para pedirle un referéndum oficial y la reapertura del diálogo sobre otros asuntos del día a día. Mas admitió ayer que no espera “mucho” de la respuesta, pero que considera que debe enviar esta carta porque “nunca” se debe perder la “convivencia entre Cataluña y España”.
Los datos del 9-N
Mas también explicó en una entrevista en TV-3 que, a partir de mañana, escuchará a todos los partidos soberanistas para negociar unas posibles elecciones plebiscitarias, pero reiteró que esto dependerá de si los partidos llegan a un acuerdo para “agruparse” para transformar unos comicios normales en un plebiscito sobre la independencia.
Convergència es consciente de que, a partir de mañana, la presión para convocar elecciones será máxima, especialmente por parte de ERC. Sin embargo, creen que Mas tendrá mayor poder para decidirlo por sí mismo. Estas fuentes esgrimen la última encuesta del CIS que, por primera vez, refleja un aumento de la intención de voto de CiU frente a ERC en unas generales.
El ala moderada de Convergència, representada por el consejero de Territorio Santi Vila, entre otros, abogan por agotar la legislatura. Eso es gobernar dos años más. Unió tampoco quiere allanar más el camino a ERC.
Mas intentará prolongar la legislatura llevando al Parlamento los Presupuestos de 2015 los próximos días. Hoy por hoy no tiene el apoyo de ERC. La aprobación de las cuentas quedará pues a expensas de otros equilibrios parlamentarios que se consideraban imposibles hace apenas dos meses. El PSC es el partido mejor situado para favorecer la aprobación de las cuentas en un intento de dar estabilidad y evitar unas elecciones que no solo elevarían la temperatura independentista, sino que además podrían abrir la puerta del Parlamento catalán a Podemos.