Francisco recibe a Estela de Carlotto y a su nieto recuperado
Jorge Mario Bergoglio mantiene un encuentro con la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo en El Vaticano
Pablo Ordaz
Roma, El País
De todos las visitas que recibe el papa Francisco en el Vaticano, la de Estela de Carlotto tiene un significado especial. No solo porque la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo llegó acompañada de Ignacio Guido, su nieto recién recuperado después de 36 años de búsqueda, sino también porque en el abrazo que se dieron, en las palabras de ella —“fue una conversación maravillosa, hablamos con mucha soltura, mucha franqueza, muy lindo”, expresó— y en la sonrisa de él se olvidaron las posibles dudas sobre la actuación del jesuita Jorge Mario Bergoglio durante los años de la dictadura argentina (1976-1983).
El pasado mes de agosto, nada más conocerse la recuperación de Ignacio Guido, el Papa envío una carta a Estela de Carlotto en la que reconocía el trabajo —y también el sufrimiento— de las madres y las abuelas en la búsqueda de los bebés robados durante aquellos años: “Gracias, señora, por su lucha. Me alegro de corazón y pido al Señor que le retribuya tanto tesón y trabajo”, escribía entonces el papa Francisco.
Durante la audiencia de este miércoles, Estela Carlotto regaló a Francisco un pañuelo de las Abuelas enmarcado, un disco compacto con música compuesta por su nieto Ignacio y una escultura que representa “los valores de la verdad, la justicia y la memoria”, además de varias cartas personales escritas por vecinos de Olabarría, la ciudad donde reside el nieto.
Pablo Ordaz
Roma, El País
De todos las visitas que recibe el papa Francisco en el Vaticano, la de Estela de Carlotto tiene un significado especial. No solo porque la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo llegó acompañada de Ignacio Guido, su nieto recién recuperado después de 36 años de búsqueda, sino también porque en el abrazo que se dieron, en las palabras de ella —“fue una conversación maravillosa, hablamos con mucha soltura, mucha franqueza, muy lindo”, expresó— y en la sonrisa de él se olvidaron las posibles dudas sobre la actuación del jesuita Jorge Mario Bergoglio durante los años de la dictadura argentina (1976-1983).
El pasado mes de agosto, nada más conocerse la recuperación de Ignacio Guido, el Papa envío una carta a Estela de Carlotto en la que reconocía el trabajo —y también el sufrimiento— de las madres y las abuelas en la búsqueda de los bebés robados durante aquellos años: “Gracias, señora, por su lucha. Me alegro de corazón y pido al Señor que le retribuya tanto tesón y trabajo”, escribía entonces el papa Francisco.
Durante la audiencia de este miércoles, Estela Carlotto regaló a Francisco un pañuelo de las Abuelas enmarcado, un disco compacto con música compuesta por su nieto Ignacio y una escultura que representa “los valores de la verdad, la justicia y la memoria”, además de varias cartas personales escritas por vecinos de Olabarría, la ciudad donde reside el nieto.