El Tribunal Supremo de Sri Lanka autoriza al presidente a optar a un tercer mandato
Colombo, EP
El Tribunal Supremo de Sri Lanka ha fallado en favor del presidente, Mahinda Rajapaksa, que podrá presentarse a un tercer mandato de seis años y convocar elecciones anticipadas cuando complete cuatro años en el puesto, han afirmado fuentes de su partido en el Parlamento este martes.
El Tribunal Supremo ha respondido a la petición de Rajapaksa de determinar si existía algún obstáculo constitucional que le impidiese presentarse a un tercer mandato, algo a lo que algunos de los altos cargos judiciales se han opuesto.
"El Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad que el presidente no tiene ningún impedimento legal para presentarse a otro mandato y tiene la autoridad para proclamar elecciones", ha afirmado el presidente del Parlamento, Nimal Siripala De Silva.
Rajapaksa y su familia mantienen un férreo control sobre la economía del país a través de unas políticas que los críticos caracterizan como un sistema de gobierno inusualmente personalizado. Las políticas del presidente también han sido críticadas por sobrepasar los estándares en materia de Derechos Humanos.
El Gobierno ha afirmado que mantendrá las elecciones anticipadas en enero en medio de los indicios que indican que su popularidad está cayendo. Pero para asegurarse una nueva legislatura como presidente, Rajapaksa tenía que asegurar que el frente constitucional estaba claro.
La rama nacionalista del Partido Budista que participa en la coalición con el partido de Rajapaksa, Jathika Hela Unrumaya, que es muy crítica con la decisión del presidente de presentarse a un tercer mandato, ha afirmado que la decisión del Supremo ha hecho minar la confianza en el Estado de Derecho.
"Con esta decisión, la confianza en la justicia se reduce", ha contado a Reuters el monje budista Athuraliye Rathana.
Muchos analistas políticos esperaban que la decisión judicial fuese favorable a Rajapaksa. El Tribunal Supremo está encabezado por uno de sus aliados y ex fiscal general, que fue nombrado por el presidente a principios de 2013.
Rajapaksa abolió el límite de dos mandatos presidenciales en 2010 con una enmienda constitucional, pero existe debate acerca de si esta enmienda le permitiría presentarse de nuevo.
El Colegio de Abogados de Sri Lanka ha mantenido que no puede presentarse a una tercera legislatura sin el voto parlamentario que haga retroactiva la susupensión del límite de dos mandatos. Entonces tendría que ser aprobado en un referendum.
CARRERA POLÍTICA
A sus 68 años, Rajapaksa, llegó al poder en 2005 y retuvo la presidencia en 2010 en medio de una ola de popularidad tras la derrota militar de los rebeldes tamiles en 2009, que puso fin a 26 años de guerra civil.
Rajapaksa ha sido acusado de abuso de poder y nepotismo. Él insite en que sus parientes se encuentran en el Parlamento porque la gente los votó y no porque él los haya elegido.
El partido que dirige, actualmente en el poder, Alianza para la Libertad del Pueblo Unido (UPFA), ganó las elecciones en septiembre en la provincia de Uva, en el sureste del país, pero el apoyo recibido registró una fuerte caída.
El Tribunal Supremo de Sri Lanka ha fallado en favor del presidente, Mahinda Rajapaksa, que podrá presentarse a un tercer mandato de seis años y convocar elecciones anticipadas cuando complete cuatro años en el puesto, han afirmado fuentes de su partido en el Parlamento este martes.
El Tribunal Supremo ha respondido a la petición de Rajapaksa de determinar si existía algún obstáculo constitucional que le impidiese presentarse a un tercer mandato, algo a lo que algunos de los altos cargos judiciales se han opuesto.
"El Tribunal Supremo ha decidido por unanimidad que el presidente no tiene ningún impedimento legal para presentarse a otro mandato y tiene la autoridad para proclamar elecciones", ha afirmado el presidente del Parlamento, Nimal Siripala De Silva.
Rajapaksa y su familia mantienen un férreo control sobre la economía del país a través de unas políticas que los críticos caracterizan como un sistema de gobierno inusualmente personalizado. Las políticas del presidente también han sido críticadas por sobrepasar los estándares en materia de Derechos Humanos.
El Gobierno ha afirmado que mantendrá las elecciones anticipadas en enero en medio de los indicios que indican que su popularidad está cayendo. Pero para asegurarse una nueva legislatura como presidente, Rajapaksa tenía que asegurar que el frente constitucional estaba claro.
La rama nacionalista del Partido Budista que participa en la coalición con el partido de Rajapaksa, Jathika Hela Unrumaya, que es muy crítica con la decisión del presidente de presentarse a un tercer mandato, ha afirmado que la decisión del Supremo ha hecho minar la confianza en el Estado de Derecho.
"Con esta decisión, la confianza en la justicia se reduce", ha contado a Reuters el monje budista Athuraliye Rathana.
Muchos analistas políticos esperaban que la decisión judicial fuese favorable a Rajapaksa. El Tribunal Supremo está encabezado por uno de sus aliados y ex fiscal general, que fue nombrado por el presidente a principios de 2013.
Rajapaksa abolió el límite de dos mandatos presidenciales en 2010 con una enmienda constitucional, pero existe debate acerca de si esta enmienda le permitiría presentarse de nuevo.
El Colegio de Abogados de Sri Lanka ha mantenido que no puede presentarse a una tercera legislatura sin el voto parlamentario que haga retroactiva la susupensión del límite de dos mandatos. Entonces tendría que ser aprobado en un referendum.
CARRERA POLÍTICA
A sus 68 años, Rajapaksa, llegó al poder en 2005 y retuvo la presidencia en 2010 en medio de una ola de popularidad tras la derrota militar de los rebeldes tamiles en 2009, que puso fin a 26 años de guerra civil.
Rajapaksa ha sido acusado de abuso de poder y nepotismo. Él insite en que sus parientes se encuentran en el Parlamento porque la gente los votó y no porque él los haya elegido.
El partido que dirige, actualmente en el poder, Alianza para la Libertad del Pueblo Unido (UPFA), ganó las elecciones en septiembre en la provincia de Uva, en el sureste del país, pero el apoyo recibido registró una fuerte caída.