El Chelsea, que falló un penalti en el 85', no pudo con el Maribor

EFE
Se las prometía felices el Chelsea. Una victoria ante el Maribor habría dejado prácticamente sentenciado el pase a los octavos. Pero no fue así. Los eslovenos, en un gran partido, sorprendieron a uno de los equipos llamados a ganar el torneo y dejan el grupo totalmente abierto.


Y el Chelsea no estuvo tan resolutivo como en anteriores partidos. Primero porque Mourinho dejó en el banquillo a varios de sus titulares como son Courtois, Azpilicueta y Diego Costa, quizá mirando al encuentro del Liverpool de este fin de semana. Segundo, por la falta de intensidad. Los blues jugaron sin ganas durante gran parte del partido, fueron un espejismo de la actuación de hace quince días en la que golearon a los eslovenos por 6-0.

El Chelsea empezó dominando, pero sin a penas profundidad. Los de Mourinho se confiaron en exceso durante los primeros 15 minutos y jugaron con la defensa muy adelantada. Sallalich avisó los de Mou, en el 14’, con un cabezazo que salió repelido por la defensa inglesa. El susto provocó que el Chelsea bajara la línea defensiva.

Los ingleses lo intentaron por medio de Fábregas y Drogba. El disparo del español salió rechazado y el del marfileño se marchó por encima del larguero, por muy poco. En los eslovenos destacó Sallalich que combinó bien con Filipovic y Mertelj para abrirse camino en el mediocampo inglés. Sin embargo a la hora del remate. Poco acierto. Schurrle estuvo poco preciso. Mourinho le sustituyó en el descanso debido a su bajó rendimiento. El alemán falló todas las que tuvo y no fueron pocas.

La segunda parte dejó todo lo bueno que tuvo el partido. El Maribor dio la sorpresa y se adelantó en el 50’. Ibraimi recogió un rechace de la defensa del Chelsea, se acomodó la pelota y desde fuera del área y con la zurda la colocó en la escuadra derecha de Cech. 0-1. Al Chelsea le tocaba remar.

Y le costó lo suyo a los blues. Los eslovenos se vinieron arriba ante la apatía inglesa. Rajcevic y Zahovic pudieron aumentar la renta. Sobre todo el la de Zahovic. El esloveno falló sólo a puerta vacía. Todo hacía presagiar que el Maribor se acordaría de esa ocasión.

El fuelle del Maribor duró hasta el minuto 70. A partir de ese momento los de Mourinho gozaron de sus mejores minutos. En dicho minuto, los ingleses reclamaron un penalti a Oscar y tres minutos después llegaría el tanto de la igualada en un córner. Cahill peinó la pelota y Matic remató a portería en la misma línea de gol. 1-1 a falta de 17 minutos por jugar.

Y el Chelsea no marcó porque no era su noche a pesar de que se volcó sobre la portería del Maribor. En el 80’ Daniele Orsato anuló un gol a Diego Costa por fuera de juego. Bastante dudoso y en el 85’ Hazard falló un penalti que el mismo recibió. La pegó floja y al centro. Fácil para el portero. El partido acabó en empate, celebrado por todo lo alto en el Ljudski vrt de Maribor y que deja la lucha por el grupo G toralmente abierta.

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